Restauremos esos órdenes que nos dieron el mejor concierto. Nos debemos proponer seguimientos periódicos hasta dar con el momento más determinante.
No fracasemos antes de empezar. Podemos mucho. Seamos buenos con el destino. Nos debemos al universo mismo. Agotemos las energías.
Pongamos ese ánimo que nos devuelve a los intereses de antaño, teniendo como referencia lo bueno. Optimicemos las premisas más lindas.
Generemos los anhelos de libertad suficientes para viajar por los universos más honrosos. No nos quedemos en la nada, en el vacío. Tenemos mucho que sostener.
Signifiquemos las importancias con los aires de una juventud que hemos de proponer sempiterna. Hay todo un gran deseo por cumplir esperando a que lo pronunciemos. Vayamos a vernos. Por repetido que sea, seguro que hallaremos algo nuevo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
domingo, 5 de mayo de 2013
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