Todo es sencillo,
porque hay amor,
porque miramos el futuro sin miedo,
aunque el devenir no sea constante.
Todo se simplifica
desde el cariño y la amistad,
que hemos de compartir
hasta el momento mismo del trasiego portentoso,
en el que creemos.
Tendemos las manos
de la constancia,
de la emoción, de lo creíble,
y somos con destreza,
con interpretaciones caseras.
Amamos,
y nos colocamos en la cúspide
del placer, de la felicidad,
siendo nosotros.
¿Parece sencillo?
Juan T.
viernes, 5 de septiembre de 2014
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