domingo, 26 de julio de 2009

Tecnologías e Internet

Tecnologías e Internet,
un implemento de la labor periodística

Internet es la gran revolución. Lo es, lo ha sido, y lo será, para todos los sectores de la sociedad, sobre todo para aquellos que tienen como base la transmisión de datos y de información. Por eso conviene ver el impacto y la incidencia que van teniendo en ciertas labores, como la periodística. Los resultados de algunos estudios, como el que mencionamos en esta oportunidad, son muy positivos.

Un estudio realizado entre 84 profesionales de la comunicación de la Región pone de manifiesto el uso extendido de las nuevas tecnologías informativas entre estos trabajadores, que ven en las TIC´s, como no podía ser de otro modo, un instrumento de ayuda en sus respectivos trabajos, así como un apoyo a la hora de contrastar noticias y de buscar fuentes para sus noticias y reportajes. Todo avanza a un ritmo galopante, y también lo hace la utilización de Internet y de los ordenadores, con todos sus soportes, formatos y posibilidades. Los periodistas lo saben, y por ello hace ya más de una década que se han venido implantando estos avances sin pausa, buscando optimizar en todo momento los recursos. El estudio al que nos referimos fue realizado en el marco de un análisis de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, dirigido por el catedrático Pedro Guerrero sobre la situación de los periodistas.

Por hacer una reseñable comparativa de datos, señalemos que un estudio de la Asociación de la Prensa de Murcia del año 2002 da cuenta de la necesidad que entonces, como ahora, se planteaban los periodistas en el aspecto formativo y en relación concretamente a las nuevas tecnologías. Veían las TIC´s como una oportunidad y como una necesidad, dos caras de la misma moneda. Sin riesgo, decían los antiguos, no hay ocasión. Y la ha habido: en unos años se han incardinado estas tecnologías en el sector periodístico, como en otros, y tanto en cuanto a su uso como fuente de información y transmisora de datos, como en cuanto a los soportes para la difusión de noticias, reportajes y todo tipo de géneros periodísticos.

Llegado el año 2008 conocimos que el 81.2 por ciento de los periodistas de la Región indican, según la mencionada encuesta, que hacen uso de Internet, y añaden, igualmente, que la Red de Redes ha mejorado su capacidad y su nivel profesional. Está claro que, como complemento, Internet se ha vuelto básica. Se gana tiempo, se consultan otros pareceres, otros objetivos, datos e intereses, y, en este sentido, ya no hay una unidad de criterios, sino muchos criterios. Ahora el profesional debe saber discernir lo importante de lo que no lo es, lo relevante de lo anecdótico, lo global de lo parcial, para ayudar a la sociedad a que comprenda las claves que nos conciernen a todos como individuos y como colectivo.

También se consideran los profesionales formados en materia de nuevas tecnologías (más de un 70 por ciento), si bien todos, en el apartado de observaciones de la muestra aludida, expresan la conveniencia de hacer más cursos, de más calidad, de más duración, fundamentalmente en el ámbito de las nuevas tecnologías y de los diversos programas. Está claro que es éste un proceso imparable donde todos convenimos que la formación ha de ser permanente y durante toda la vida. No obstante, hay un 42 por ciento de empresas que no suelen hacer cursos de reciclaje de ningún tipo, y en ese campo es preciso que todos trabajemos, especialmente las organizaciones profesionales. Debemos convencernos de esta necesidad, del valor añadido de este reciclaje.

La convergencia a la que nos lleva Internet de todos los medios existentes hasta ahora, esto es, la prensa, la radio y la televisión, supondrá ciertas adaptaciones de los géneros y espacios que hasta ahora hemos conocido. Únicamente así ganaremos con las tecnologías y con sus progresos, pues podremos optimizar y rentabilizar los recursos de los que disponemos. Lo que queremos decir es que no ha de haber una mera traslación de formatos, sino una mejora de éstos con “el nuevo gran soporte”. La experiencia de los últimos años ha de servir en esta esfera. También dice la reseñada encuesta que hay que trabajar para que los periodistas sepan rentabilizar los abundantes instrumentos de labor con los que contamos. El conocimiento precisa más conocimiento.

La mejora en las fuentes, como se ha dicho, y también en la consulta de eventos casi en tiempo real, sin olvidar las enormes posibilidades formativas y culturales que posee Internet, entre otras cosas por su permanencia en el tiempo, son los grandes aliados con los que hemos de caminar en el futuro inmediato de la profesión periodística. Será, como ocurre en otros ámbitos, el uso que hagamos de este gran medio de comunicación el que decida si prevalecen o no sus bondades. Por lo tanto, está en nuestras manos lo que queremos que sea, lo que deseamos que nos aporte. De nuevo, el ser humano debe hacer un buen uso de las máquinas y de sus engranajes. Aprovechemos otros errores históricos. En el fondo, estamos hablando, como en otros escenarios, de que el ser humano es la medida de todas las cosas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 25 de julio de 2009

Demasiado calor en la comunicación

Utilizar símiles a menudo es útil ante el escenario que cada día pintamos en los medios de comunicación. Hoy hablamos de calor, que se vuelve excesivo en muchos momentos. Decimos que hay demasiado calor porque imprimimos un exceso de adrenalina para que los diferentes espacios supuestamente “funcionen”. Hemos generado, a nivel de costumbres o de usos en los consumos comunicativos, unas rutinas que se han convertido en un círculo vicioso que nos puede, que se apodera de ese grado de autonomía que deberíamos saber gestar y defender.

Y hablamos de calor por la existencia de una temperatura demasiado elevada en cuanto a soportes, formatos y contenidos para perseguir y conseguir unas audiencias más y más altas. Concentramos muchos esfuerzos, a menudo vacuos en cuanto a las formas y los fondos, para tener u ofrecer la apariencia de una verdad atractiva que se queda más con lo segundo que con lo primero, por desgracia.

La clave del éxito de los programas se halla en lo truculento, en lo amarillista, en lo sensacionalista, en el morbo, en la estridencia, en los extremos que apenan y/o afean la realidad para que ésta impacte mucho más. Las conciencias no siempre están a la altura de las circunstancias. Atendemos lo urgente, pero no siempre damos con lo más importante. El desarrollo de estas posturas mediáticas no es, en todo momento, una vía de salida que edifique a esa sociedad que consume algunos de esos tipos de comunicación que estamos señalando.

Todos somos responsables y deudores de estas actitudes y comportamientos. Nos implicamos lo justo para decir lo políticamente correcto, pero lo cierto es que las programaciones audiovisuales sobre todo conculcan las labores de servicio público y de respeto que habría que potenciar. Está en nuestras manos el tomar medidas, mas, como en el viejo romance, lo dejamos sucesivamente para mañana.

Hace falta fomentar una pro-actividad que nos permita no digerir tanta basura y ser más coercitivos a la hora de demandar otra escuela, otra docencia, por parte de los “media”. No podemos, ni debemos, permanecer impasibles ante las imágenes de violencia, con contenidos monocordes o justificadores de lo injustificable. Los valores universales de solidaridad, de empatía, de corresponsabilidad, de respeto, de entrega, de colaboración, de ayuda, de bondad, etc., han de ser los vehículos de una etapa marcada por y para tener en cuenta las consideraciones y las circunstancias de los demás.

Todo no vale, pues, entonces, nada vale. Por eso, por más cosas, hemos perdido fe, esperanza, credibilidad, perspectiva, visión de futuro... No hemos sabido tratar a tiempo esas “malas maneras” que nos conducen a fomentar los peores sentidos olvidando, con frecuencia, aquello que nos ha hecho estar unidos como sociedad. Conviene que reflexionemos sobre el uso que hacemos del conocimiento, de ese costoso conocimiento, en algunos medios de comunicación que nos cuentan, por ejemplo, las intimidades de supuestos famosos como, si en ello, nos fuera una mejora social sustancial. Nos estamos engañando.

Por eso, cuando aprietan las temperaturas, cuando nos aprestamos a una cierta dosis de descanso, apostamos por una renovación del quehacer de lo periodístico y de lo comunicativo. Hay que refrescar y reinventar las mejores intenciones para convertirlas en hechos, y, como tales, habrán de ser tratados como “sagrados”, que lo son. Nos jugamos mucho en ello, así que no dejemos para mañana lo que debemos hacer hoy. Confiemos en que el descanso veraniego nos sirva para reflexionar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Vacaciones que comienzan y acaban

Sé que llega el final de las vacaciones, y sé que surge ese destino irreparable en un momento malo. Siempre son inoportunos los finales, pero este año lo son más. Sí, hay nombres. Te vas, me voy. Ya no nos veremos, o eso me parece, o eso es lo que temo.

La vida, siempre convulsa, o en demasiados momentos agitada, nos deja con una especie de tormenta en ciernes por lo inexplicable del corazón, que se ve herido, cabizbajo, falto de alimento, con ausencias que están a punto de producirse. No lo entiendo, porque no quiero, pero comprendo que viene la conclusión de esta historia porque no es la primera vez que pasa, ni la última…

Te vas, sí, con tus rutinas de siempre, y surgen dudas sobre esos vencimientos periódicos, sobre las propuestas de vernos, de quizás amarnos, de sentirnos plenos en alguna etapa venidera (confiemos en que sea próxima)... El azar nos llevó a una ruta diversa, y ahora pacemos en prado ajeno, asustados por la inseguridad de una relación de trapecio sin red. La noche llega.

Echo de menos tu mirada, tu sonrisa, aún antes de esa marcha que ya se presenta imposible de detener. Tuvimos una suerte increíble de conocernos. La historia es, fue, será, muy hermosa, tan linda como esos instantes de pasión que nos sacaron del mundanal aburrimiento.

Advierto que la confianza se recuperó en una etapa de fortalezas no previstas. Por eso todo ha sido tan interesante en este mes de palabras que viajan mucho más allá de lo que vemos. Nos provocamos ser felices por necesidad, con el paso abigarrado de unos besos que se fundieron en negaciones de la tristeza. Ahora, sin embargo, comienza a ganar la partida la melancolía, y duele.

Hay promesas que no nos atrevemos a hacer. Hay un pavor que inunda los corazones que tanto han aleteado en estos días, después de una etapa en puro vacío. Parecía que algunos sentimientos no iban a volver a surgir entre las olas tempestuosas de un universo convencido solo a medias. Afortunadamente, todo ha ocurrido, aunque lamentemos la resaca de la soledad que se cierne sobre nuestras cabezas. Los lamentos son inevitables con tanta nostalgia como nos golpea, anticipadora de la sequedad que nos aguarda.

Se acaban las vacaciones, aunque para otros sigan, aunque las aventuras de todo género continúen su curso por vericuetos no escritos. Yo vuelvo a la rutina con la esperanza de que los sueños mitiguen un poco lo que tanto escuece ahora; y con la esperanza también de que algunas de esas elucubraciones se vuelvan realidad; y con la fe de poder pronunciar, en la nueva noche que ahora se apodera de mí, ese nombre, el tuyo, que tanto bien me ha regalado. Terminan las vacaciones para unos, y comienzan para otros…

Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 24 de julio de 2009

Consideraciones de un cronista novato

CONSIDERACIONES, IDEAS Y SENTIMIENTOS
DE UN CRONISTA NOVATO
EN EL COMIENZO DE SUS MENESTERES

Se aproxima el verano, y con él la mudanza estacional. Es una ocasión como otra cualquiera para hacer balance. Es bueno recapitular ideas y congregar sentimientos y deseos cada cierto período de tiempo. Lo hago ahora. Con ese ánimo, me detengo unos minutos y me hago a mí mismo una serie de consideraciones que espero cumplimentar e implementar todo cuanto pueda.

Además, quiero que ustedes sepan y conozcan las inclinaciones, a modo de sentimientos, que tiene quien les habla, venido de tierras cercanas, y que bien podría haber nacido aquí, habida cuenta del tenor de las gentes que hallo entre vosotros y vosotras. Con motivo de mi nombramiento como cronistas de Gea y Truyols he aquí unas cuantas reflexiones.

Lo primero que me gusta destacar es básico. Recordando a Ryszard Kapuscinski, subrayemos que debemos ser y comportarnos lo mejor que podamos, teniendo a los universales éticos como referencia. Defiendo, sobre todo, el mantener actitudes solidarias, el compartir todo, el desarrollo de la empatía, el fomento de la ayuda a los demás, el ser positivos, el adecuarnos a lo que sea más equilibrado y ponderado.

Actuemos, pues, y ése es mi consejo, baremando todo lo que podamos, con justo sosiego. Digamos también, con la mejor de las intenciones, todo lo que sucede, y pongamos en marcha un buen sentido de la orientación desde el que nos dispongamos a abrir la mente y a considerar al resto de conciudadanos y conciudadanas como iguales, porque lo son: no lo olvidemos. Todos somos iguales.

Pensemos que cada cual tiene su verdad, que podemos aprender incluso del que, a priori, menos conoce. La vida es un viaje hacia la experiencia en la mejor de las perspectivas. Lo ideal es que tratemos de ir enmendando los equívocos o los frenazos que se vayan produciendo.

Procuremos, cada jornada, aprovechar el tiempo, desde el mismo amanecer, para realizar el bien, para mejorar nuestra cultura y nuestro intelecto, y para subirnos al carro del progreso bien entendido, en compañía de los demás (insisto en ello), fundamentalmente de quienes menos tienen.

Los corazones han de ir abiertos de par en par, inclinados hacia el infinito, prestos a contemplar la luz de los convecinos/as. No hay nada más sencillamente útil para nuestro bienestar, para el cultivo de lo que nos rodea, que generar paz, sosiego, tranquilidad y una base coherente y fuerte para edificar, desde el cariño, el aprecio y hasta el amor, un engranaje fuerte y fortalecido.

El corazón a la escucha, el no dejarnos condicionar por aspectos estériles y baldíos, el seguir adelante ante la adversidad y frente al fracaso, son armas que, junto al coraje, nos invitan y permiten llegar un poco más allá. Sabemos que hace más el que quiere que el que puede: siempre es de esta guisa. Dejemos paso a la voluntad. Por delante tenemos muchas satisfacciones.

Y como uno quiere aprender con esta nueva tarea, que ya prometo que cumpliré lo mejor que pueda, os cuento que me debo a los 1.001 vecinos y vecinas que contempla el padrón del año 2008, pero también a todos aquellos que viven aquí de manera ocasional o que han decidido más o menos recientemente el estar en estos lares y disfrutar de sus gentes, de su geografía, de sus riquezas gastronómicas, de sus fiestas, del buen sentido del humor, de la cultura agrícola, etc.

Les resalto, asimismo, que ya me identifico con estas tierras cargadas de historia y de un rico paisaje que hemos de conservar

Son estas tierras, ya mis tierras también, situadas a 185 metros por encima del nivel del mar, con un perímetro, el de esta pedanía de, más de 51 kilómetros cuadrados, son, digo, unos territorios cargados de historia, una historia que viene desde la propia cultura argárica, de la que se han encontrado numerosos testimonios en las vecinas sierras del Garruchal o de Columbares, o del propio Puerto de la Cadena. Buscaban, aquellas gentes, alturas para no caer ante los peligros de una naturaleza, entonces, muy hostil.

Pero viniendo a momentos más cercanos, son los romanos, y también los musulmanes, los que ven en estos parajes unos lugares de fronteras para ejercer la agricultura y también la caza. La encrucijada es perfecta respecto de las concentraciones de población de Murcia y Cartagena.

El olivo, el almendro, los cítricos, como árboles controlados por el ser humano son testimonios del paso de éste por un lugar que, con las repoblaciones tras el medievo, ya tendrán los topónimos que ahora conocemos de Gea y Truyols.

Uno mira el cielo y ve rapaces como el águila perdicera, como el búho real, así como aves de tipo menor de todo género, como el gorrión. Miramos el suelo, y, con paciencia (no se alarmen, por favor), vemos huellas de gatos monteses, de zorros, de reptiles, de culebras, de anfibios, donde el agua aún permanece, etc.

Es un medio, éste, pese a la pertinaz sequía, un medio entero y lleno de luminosidad y de belleza, que compartís, vosotros y vosotras, vecinos y vecinas de Gea y Truyols, con los que vienen de fuera.

Hablamos, hablemos también, de la gastronomía, tan rica o más que en otros lugares del municipio murciano. Desde esas suculentas migas o el estupendo zarangollo hasta el tocino de cielo o los paparajotes, que hacen que dejemos la dieta para otro momento. No olvidemos tampoco esas migas conocidas en toda la provincia, y puede que incluso más allá de ésta.

El crecimiento de población más o menos itinerante hace que haya una vuelta a un deseo de recuperar historia y cultura. Precisamente ahora se está haciendo un libro que anhela recuperar esa estela.

Sitios para ver aquí, poniendo en primer lugar el paisaje, hay, son, bastantes: la plaza del pueblo, la Casa de Gea, la del Pino, los aljibes de arrastre, las mismas plantaciones, que arrancan lo mejor de la tierra. Además, cada átomo de aire esconde momentos de una historia tranquila y cercana, que hemos de participar al viajero, para que se “recoste” aquí sin prisa y sin pausa. Habrá que insistir en ello.

Me siento encantado, como ven, como veis, de estar entre vosotros y vosotras como cronista de la zona. Contaremos muchas cosas, y para eso ya sabéis que os necesito a todos y a todas.

Les cuento también que tengo el deseo y la vocación de la comunicación como conocimiento, como cercanía

Cinco mil años de historia avalan el hecho de que todo se aprende, haya más o menos obstáculos o dificultades. Con una sinuosa intensidad, el ser humano ha ido despertando a nuevas realidades y a progresos que le han llevado, y le portan, a cotas de bienestar muy interesantes, pese a los claros y oscuros existentes. Resaltemos que, hoy en día, hay más opciones que nunca, y, por ende, la obligación de mejorar nuestros intelectos es también mayor.

Las crisis financieras de quienes buscan más y más beneficios no han de ser las nuestras. El conocimiento en forma de planteamientos, de saber hacer, de experiencias, de críticas, de cautelas, de conformismos, de voluntades, de atrevimientos, de empeños variados, etc. sigue manifestándose de maneras muy singulares y siempre prestas a que todos unidos podamos aprender en la medida que queramos y lo precisemos.

El bagaje con el que nos movemos ha de ser ligero. Los conocimientos están ahí, y lo están siempre. No hay que atesorar lo que no podemos consumir, y, además, conviene que esa asimilación sea pausada para que la podamos entender, para que la vayamos digiriendo sin problemas. Estaremos listos cuando lo urgente sea habituarnos a ir más despacio. De este modo tendremos más memoria para todo, incluso para nosotros mismos, para nuestras cosas.

En este sentido, mi papel como cronista me permitirá mirar esa intrahistoria de la que hablaban los escritores del 98, de 1898, con el fin de entender más y mejor comportamientos, deseos, propuestas, actividades, iniciativas, filias y fobias, quereres y rechazos. Como quiera que lo gráfico cuenta y mucho, ese libro retrospectivo con fotografías de otros momentos, nos ayudará a ver parte de la realidad de nuestros ancestros.

Igualmente les planteo la necesidad de ir hacia una necesaria ética en las relaciones humanas, en la misma comunicación

Marean los números, pero están ahí. La existencia humana está rodeada de un gran número de circunstancias que a menudo hay que objetivar para entender lo que ocurre, e incluso para comprender lo que no sucede. Un niño contempla al año unas 9.000 horas de imágenes con un contenido claro y pernicioso de violencia. Algunos informativos emblemáticos de la televisión contienen hasta un tercio de noticias basadas o relacionadas con datos o hechos definidos por la violencia.

Las prisas, las búsquedas de mayores audiencias y el deseo de llegar los primeros con los impactos visuales y/o noticiosos más fuertes producen distorsiones. Decía MacLuhan que el medio es el mensaje. Creemos que ahora es así más que nunca, más que cuando se enunció este aserto.

Nosotros vamos a defender, desde estas funciones de cronista, que ustedes, que el ser humano, que el hombre y la mujer, son, sois, la medida de todas las cosas.

Como quiera que la precipitación y la competencia atroz nos conducen a una realidad profesional y empresarial que necesita un análisis y puede que alguna revisión, nos planteamos la necesidad de unos encuentros, los que hemos de mantener, basados en la Comunicación y en la Ética, unos elementos éstos que han de vislumbrar los derechos de la sociedad. La idea es abundar en todo esto, en más cuestiones comprometidas, y, sobre todo, llegar a algún tipo de conclusiones que nos sirvan conjuntamente. Juntos, compañeros y compañeras, siempre podremos.

Comenzamos, por consiguiente, la andadura de una nueva realidad, que es continuación de la anterior. Seremos felices conociendo quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos. No habrá verdades absolutas, solo puestas en escena de deseos de verdad. Repito: juntos podemos. No dejemos que nos convenzan de lo contrario.

Gracias, de corazón, por este nombramiento, que me llena de orgullo.


Juan Tomás Frutos,
Cronista Oficial de Gea y Truyols.

Antonio Campillo, un gran comunicador

Antonio Campillo era muy guapo, sí, por dentro y por fuera, y muy real, por dentro y por fuera, y muy buena gente, por dentro y por fuera, y un moderno, por dentro y por fuera, y un gran artista, por dentro y por fuera, y alguien singular en todas vertientes de alguien que, ante todo, fue un gran ser humano. Tuvo, en todo momento, talento y talante, y lo demostró a muchas personas y entidades, entre ellas a la Asociación de la Prensa de Murcia, a la que regaló varias de sus obras y, lo que es más importante, a la que dio su consideración y todo su cariño.

En sus silencios (me encantan las personas que miden sus silencios) halló paz y equilibrio para configurar la realidad desde una óptica ya universal. Nadie como él vio la tauromaquia. Nadie como él vio al ser humano, y, especialmente, a la generadora de la vida, a la mujer. Su quehacer artístico nos mostró la intuición, la riqueza humana, la visión, la jovialidad, la ternura, la intelectualidad de un ámbito femenino tan profundo como querido.

Ir a la Asociación de la Prensa es respirar el amor que sintieron por ella personas como Antonio Campillo, a quien hemos podido disfrutar en multitud de ocasiones. Ahora nos deleitaremos de otra forma, con ese aire que siempre supo imprimir a sus obras, algunas con nosotros/as. Aprendimos mucho de él. En adelante procuraremos seguir aprendiendo de la atmósfera que nos legó. Con sus fascinantes esculturas y diseños, con sus silencios y miradas, con su bagaje y con los resultados de su extraordinario conocimiento del ser humano, nos confirmó, sin ningún género de duda, que es, que siempre será, un gran comunicador, un maestro también para nosotros, los periodistas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Los elementos claves de la comunicación, en la tauromaquia

Cada vez me gusta más el juego, más el juego con el arte, más lo artístico con las esencias del ser humano, más lo humano con todo cuanto acontece. Me explico. Vamos a hacer algunas analogías, con el máximo respeto, claro. Si tuviéramos que definir de alguna manera la fiesta taurina, seguramente, desde nuestra óptica periodística, bien podríamos calificarla como un acto de comunicación. Tenemos todos los ingredientes, todos los elementos, para significar el proceso que rodea a este fenómeno, a esta realidad, a esta fiesta, a esta entrega que es el toreo. Contamos con emisores y receptores, con papeles intercambiados, en forma de aficionados, de torero, de toro bravo, de testigos del acontecer en una tarde cualquiera. También está el canal y el contexto, en forma de plaza, de la iconografía previa y posterior a los lances. No faltan los códigos, los lenguajes, los metalenguajes, los gestos, la kinesia, la proxémica, las distancias…

No falta de nada para entender lo que ocurre, incluso a través del frenesí, del jaleo, del aplauso, de la algarabía o del silencio. Hay, igualmente, entendimiento, retroalimentación de todo el proceso, entre emisores y receptores, entre los que están, los que no vinieron, los que entienden, los que no, los que se acercan a la fiesta, lo que se alejan, los que la viven, los que la rechazan… Además, a todo ello se añade la leyenda, la pasión, el gusto, el imaginario individual y colectivo, y luego, siempre, más entusiasmo, más querencia, más ensalzamiento de lo espiritual, de la lucha entre los frentes ignotos del universo.

Precisamente, uno de los regalos que me ha dado mi etapa al frente de la Asociación de la Prensa es conocer a amigos que me han enseñado a vivir de cerca la fiesta de la tauromaquia. He aprendido algunos términos, he empezado a marcar diferencias entre unos y otros, entre estilos e interpretaciones de este sentimiento vivo y dinámico, y, sobre todo, he aprendido a entender lo que no es racional, sino antropológico, lo que es naturaleza completa y sin excentricidades, aunque, a veces, las haya. No se trata, amigos y amigas, de justificar nada, sino, como digo, de entender, de aprehender la realidad con todos sus matices, o con algunos de los principales.

Tengo, igualmente, la inmensa fortuna de conocer a gentes del mundo del toreo, la mayoría murcianos, que me envuelven con la magia de sus palabras, con la alegría desbordante de su profesión, que me participan en cada encuentro que tenemos. Los grados de aprendizaje son cada vez mayores gracias a su intercesión, tan diligente como sencilla. Los hechos son los hechos, y, como tales, sagrados, dicen los expertos norteamericanos en comunicación. Hay una especie de duende, de ángel, presente en el argot taurino, que debemos asumir para comprender con fidelidad esta fiesta.

A ello pueden contribuir libros como el que tiene el lector, o la lectora, en sus manos. El lenguaje, los asuntos tratados, las versiones, divertidas, amenas, elocuentes, plagadas de docencia, son testimonios y paradigmas para quienes conocen el mundo de los toros, y también para quienes desean adentrarse en él. El azar nos ha llevado a este punto de encuentro, como la dicha les llevó, a sus autores, a evolucionar hasta dar con estas investigaciones que ahora se presentan de manera conjunta. Hay un viento de jovialidad, parafraseando al poeta Miguel Hernández, en esa atmósfera que han sabido crear para nosotros/as. Por cierto, los autores más noveles (otros, como sabemos, están muy consolidados) “apuntan maneras”, según el lenguaje experto de los grandes aficionados. En este sentido es una obra que podemos y debemos aconsejar, y seguro que es el preámbulo de los muchos y diferentes libros que, en el marco de esta región, se irán publicando sobre el mundo del toro. Habrá que seguir apoyándolos para que contribuyan a superar muchos entuertos y desconocimientos. Hemos de remover algunas dificultades.

De mano de la sociedad, a la que nos debemos

Y surge esta obra, inmensa, grata, radiante, les cuento, en este primer año en el que aparecemos como Asociación de la Prensa de Murcia y como Colegio Oficial de Periodistas de Murcia, dos entidades en una, mezclando tradición y modernidad, la hermosura de la historia con un instrumento de trabajo más apegado a las necesidades de nuestro colectivo, amenazado y golpeado por la crisis doblemente, con despidos, con precariedad laboral, con una merma de las condiciones de trabajo que, a veces, redunda en la calidad de lo que hacemos. Hay mucha faena por delante, pero seguro que, juntos, podremos avanzar. Podemos y debemos. La sociedad puede ser, es, nuestra aliada, si somos capaces de motivarla aún más.

Finalmente, quiero saludar al público que nos recibe con los brazos abiertos cada día a través del trabajo cotidiano. Nos sentimos complacidos y realizados por ello. Sin lo que denomina el profesor José María Desantes Guanter “sujeto universal de la información”, esto es, la ciudadanía, los medios de comunicación y sus profesionales no somos nada. Nos debemos a ustedes, señoras y señores, y por eso nos ponemos, en una ocasión más, a su disposición. Queremos, y lo digo de corazón, oír sus voces, como queremos que sepan de las nuestras, de lo que sentimos, de cómo nos sentimos. La situación de los periodistas es manifiestamente mejorable, y habrá un momento en que, humildemente, les pidamos ayuda.

Por cierto, cuando quieran, nos pueden visitar: les cuento que estamos en la Gran Vía. Me refiero al Colegio Oficial de Periodistas. Como estamos para servirles, pueden hallar allí también su casa. Serán bienvenidos. Ahora y siempre. Hay multitud de ideas, de comentarios, de situaciones que queremos participarles. Son tan suyas como nuestras, tan de todos como el aire que respiramos. El derecho a la información es un bien general que tratamos de administrar de la mejor manera que podemos, para ustedes, por ustedes y con todos ustedes, sin olvidar que necesitamos su apoyo, su consideración y sus mimos diarios, así como sus críticas, si es el caso. Todo nos edifica, y por eso buscamos su complicidad y su entrega. La nuestra no deben ponerla en duda. Como diríamos manejando al argot taurino, ¡va por ustedes!

Juan TOMÁS FRUTOS.

Por el oficio más hermoso del mundo

Cuando estamos en pleno verano, y con las vacaciones en marcha para muchos, o a punto de comenzar para otros, desde el Colegio Oficial de Periodistas de Murcia queremos animar a la reflexión sobre la coyuntura actual de nuestro sector, amenazado y golpeado por la precariedad, los bajos salarios, la reducción de plantillas que lleva a una merma de la calidad informativa y la desaparición de medios y esperanzas en una profesión que es fundamental en toda Democracia.

Por ello, tras el paréntesis estival, hemos de poner en marcha una mesa sectorial que nos lleve a ver qué medidas se pueden y se deben emprender. Quizá entre todos podemos contribuir a la hora de arbitrar y de pedir ayudas para el sector, para su reciclaje, para la mejora de su prestigio y de su presencia.

El Observatorio de la Situación Periodística en la Región nos dará datos para abundar en soluciones que hemos de consensuar y de tomar con la perspectiva de que funcionen a medio y largo plazo. El sector debe recuperar la ilusión como instrumento definitivo y definitorio de sus grandes potencialidades, así como en consonancia con la labor de servicio a la sociedad al completo.

No miremos hacia otro lado ante lo que está sucediendo. Todos los días amanecemos con datos escalofriantes de pérdidas de audiencia, de empleos, de publicidad… Muchos amigos y amigas se están quedando sin trabajo o bien su futuro está seriamente amenazado. Los datos nos indican que, al menos, la mitad de los profesionales de la comunicación se plantean dedicarse a otra cosa, y eso no es bueno, ni para ellos, ni para los que han de venir, ni para la propia sociedad. La selección de los profesionales que permanecen en este sector no ha de producirse de esta manera tan dramática.

La frase de “querer es poder” y aquella otra de que “juntos podemos” han de abrirse camino. No es deseable que no reconozcamos el mundo en el que vivimos, con sus circunstancias, con las necesidades de cambios y de mejoras, con las previsiones que hemos de utilizar para determinadas mudanzas, sobre todo a efectos de actitudes. La valentía ha de ser la premisa para que sin prisas, y sin pausas, vayamos hacia otro universo con menos condicionantes en negativo en lo que concierne al Periodismo.

Entre otros objetivos, hemos de poner en marcha una Cátedra de Comunicación que nos anime a investigar sobre nuestro sector y que, más pronto que tarde, nos sirva de referencia para todo cuanto hay que hacer. Decían los griegos que en el punto intermedio está la virtud. Por eso, parece lógico que intentemos corregir los extremos carenciales en los que se hallan muchos compañeros. Se habla de la destrucción de un 30 por ciento de los empleos, de salarios que no llegan, como media, a los 600 euros al mes, de jornadas extensas sin compensaciones, como ocurre en otros oficios, de demasiados fines de semana laborando al mes, de falta de tiempo (con todo este panorama parece normal) para formarnos….

Es momento, pues, de coger otro tren, de dirigirnos a otra estación en la que compartir ese diálogo necesario, seguido de actuaciones y de propósitos de enmienda, para salir de ese túnel carente de la suficiente dignidad laboral. Creo que en ello estamos de acuerdo todos, y por eso todos nos hemos de aproximar a ese espacio donde nos sintamos lo más cómodos que sea posible para afrontar una nueva etapa en la que, por supuesto, no sobra nadie. Todos somos esenciales para arreglar las disfunciones de un trabajo que, pese a todo, sigue siendo el más hermoso del mundo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

La dinámica de creación de los Colegios, una realidad

Una de las propuestas más importantes que os hicimos cuando llegamos a la Junta Directiva de la FAPE era promover una nueva realidad en nuestras asociaciones profesionales. Nos referimos a los Colegios Oficiales. Con ellos pretendemos tener más visibilidad, más prestigio, más presencia social, al tiempo que nos hemos marcado contribuir a la mejora formativa del sector y a promover una nueva conciencia respecto de nuestra profesión a través de una normativa deontológica, que hemos de fomentar y hacer cumplir como base del futuro de nuestro gremio.

Prueba de la buena marcha y de la buena gestión de todo este nuevo proceso es la creación del Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia, que comenzó su andadura el pasado 18 de Mayo con su primera Junta de Gobierno, presidida por su decano, Juan Tomás Frutos, promotor durante dos años de este flamante escenario. El Colegio ha sido emprendido desde la Asociación de la Prensa de Murcia, que tiene 103 años. Las dos entidades van a existir en conexión, con lo cual se va a unir la impronta y presencia social de un instrumento bien implantado en esta Región a la modernidad de un nuevo organismo, que añadirá estructura y fuerza a un sector necesitado de ambas.

Aunque su vinculación y pertenencia no es obligatoria, aspira a ser, como ya se indicó en el pasado informe del mes de Diciembre (véase correo dirigido a todos los presidentes y presidentas), una referencia social en los principales asuntos que atañen al sector y que hay que solventar, esto es, la precariedad, los bajos salarios, el intrusismo, la caída de la calidad y de las condiciones de trabajo de los profesionales, las condiciones y circunstancias de las nuevas rutinas laborales que surgen con Internet, etc.

Como quiera que la iniciativa de Murcia posee la virtud de tratar de unir al sector, se observa como un proceso que puede servir al resto de regiones españolas, algunas de las cuales están ya poniendo en marcha procesos similares. Es el caso de Castilla-La Mancha, de Castilla-León, de Madrid, de la Rioja, de Andalucía y de Canarias, que, tras las reuniones mantenidas con sus representantes locales y con sus líderes políticos, han emprendido las negociaciones y las consultas precisas para desembocar en la constitución de unos nuevos colegios, alguno de los cuales podrían ser una realidad a comienzos del año próximo. La Junta Directiva de FAPE, como ya os hemos venido informando, ha ido tratando con responsables de las diversas Asociaciones y con los representantes políticos encuentros en este sentido y con el deseo de promover lo antes posible los colegios en cada demarcación territorial.

El consenso, necesario

Las regiones con varias provincias, como sabéis, deben emprender el proceso de consensuar con las Asociaciones de la Prensa ya existentes, o bien en el seno de las propias federaciones, la Ley constituyente de sus respectivos colegios, reconocidos como una entidad de vertebración de determinadas profesiones en el artículo 36 de la Constitución española.

El consenso y la unión del sector se tercia como la base de todo este proceso, a la vez que una necesidad, puesto que nos aportan un valor esencial en un momento de especial crisis, que se suma la ya existente en el ámbito de los medios de comunicación desde hace una década.

Tras las reuniones mantenidas desde la Junta Directiva de la FAPE con los Presidentes de las antedichas comunidades autónomas, en proceso de gestación de los colegios, todos han expresado su apuesta por estas nuevas entidades, puesto que consideran que pueden ser, que serán, unos interlocutores válidos a la hora de negociar las situaciones en las que laboran miles de profesionales sometidos a las leyes de un mercado “sin ley”.

Como ejemplo de todo este proceso está la Asociación de la Prensa de Madrid, que podría convertirse, al comienzo del próximo año, en el cuarto Colegio de Periodistas de España, junto a los de Cataluña, Galicia y Murcia. Ahora, de lo que se trata es de ajustar mecanismos de conexión con la FAPE, de modo que cumplamos ese aserto de que la unión hace la fuerza, en este caso a través de un instrumento que nos puede insuflar más presencia social, como ya se ha dicho.

En este sentido, y como demostración de todo el proceso que debemos seguir, tras el paréntesis estival, la FAPE y el Colegio Oficial de Periodistas de Murcia firmarán un acuerdo de vinculación y de colaboración que establezca la cooperación mutua en temas comunes y la representación de sus respectivos intereses en las diferentes esferas de actuación.

El proceso de constitución de los colegios a día de hoy

La situación de puesta en marcha de los nuevos Colegios profesionales de los periodistas es muy dispar en función de las circunstancias de cada Región. Todas coinciden en que hay que desarrollar estos instrumentos de cohesión y de mejora en lo profesional y en lo laboral, pero los tiempos que manejan son distintos. Lo importante es que la mayoría miramos en la misma dirección, y somos conscientes de lo que pueden suponer los Colegios.

Una de las Asociaciones de la Prensa más interesadas en la puesta en marcha del Colegio de Periodistas en su correspondiente comunidad autónoma es la de Madrid. El compromiso de su presidente, Fernando González Urbaneja, es la creación del Colegio antes de que finalice la actual legislatura. La Asamblea de sus más de 5.000 socios ya ha dado el visto bueno a la constitución del Colegio, y, en este sentido, actuará, actúa ya, como en el caso de Murcia, la Asociación de la Prensa como promotora de la nueva entidad. También como en Murcia van a convivir las dos. Falta, pues, en estos momentos, la aprobación de la Ley correspondiente: existe el compromiso del Gobierno madrileño de dar el visto bueno al Colegio. Una primera previsión indicaba que sería en el mes de Mayo la fecha para ello, pero todo parece indicar que habrá que esperar a que superemos esta etapa del verano.

La situación en Andalucía va viendo en popa. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha afirmado que promoverá el Colegio en cuanto tenga la aprobación de todas las Asociaciones de la Prensa, las cuales se encuentran en el proceso de consultas a sus respectivos socios. La interlocutora para todo este proceso es la Federación Andaluza de Asociaciones de Periodistas, que está agilizando los trámites y forma parte de una comisión mixta con responsables de la Junta para promover el Colegio Oficial de Periodistas de Andalucía. El proceso de consultas estará terminado, previsiblemente, en los próximos meses, con lo que, como muy tarde, el año que viene verá la luz la Ley correspondiente.

Desde el 21 de Febrero hay constituida en Castilla-La Mancha una Comisión Gestora, surgida de una reunión en Alcázar de San Juan por parte de representantes de las Asociaciones de la Prensa de este territorio representadas en la Federación de Periodistas de Castilla-La Mancha. También están en un período de consultas a sus respectivos asociados, que ya están demostrando que están a favor de la creación de la nueva entidad. Existe el compromiso del Gobierno regional de aprobar la ley en cuanto se agote todo este proceso para conocer la opinión de los periodistas castellano-manchegos. También a principios del año que viene se podría ver aprobada la oportuna Ley.

La Comisión Gestora que aglutina los intereses de los periodistas de Castilla-León, que representa a unos 600 profesionales, está negociando, asimismo, con el gobierno autonómico la puesta en marcha de la Ley de constitución del Colegio de Periodistas en esta Comunidad. Su consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, ha señalado que la ley se aprobará antes de que termine el año. Después del verano, los periodistas de esta Región se reúnen en Valladolid para dar un impulso a esta realidad.

La Asociación de la Prensa de Tenerife, y todo parece indicar que contará con el apoyo de las de Las Palmas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, acordó en abril de este año 2009 poner en marcha el proceso de constitución de un Colegio de periodistas que defienda los intereses de este gremio.

En el mes de Junio, la Asociación de la Prensa de La Rioja aprobó de manera mayoritaria respaldar a la actual Junta Directiva para que haga las gestiones oportunas tendentes a la creación del Colegio de Periodistas. Ya se han iniciado los contactos con el gobierno regional y el año que viene podría ser una realidad.

Por otro lado, la Asociación de la Prensa de Aragón aprobó hace dos años un texto que reconoce la necesidad de la creación del Colegio Oficial de Periodistas para defender los intereses de la profesión con un instrumento más moderno. Una vez se cuenta con el oportuno promotor de la ley, falta incidir en las gestiones que desemboquen en que el Parlamento autonómico otorgue el visto bueno a la Ley.

La Asociación de la Prensa de Navarra también ha hecho saber a su gobierno autonómico su disposición para constituir el Colegio de Periodistas. Así lo comunicó esta primavera pasada, cuando presentó su nueva imagen corporativa, su nueva sede y varios proyectos, entre ellos el de constituir la nueva entidad profesional. Confiamos en que se apruebe el año que viene, al igual que la normativa en otras comunidades autónomas.

Otras asociaciones de la Prensa en diferentes Regiones, como en el País Vasco, Extremadura y Cantabria han expresando en los últimos años, y en reiteradas ocasiones, la necesidad de contar con Colegios profesionales de periodistas. En Cantabria ya se hizo la petición a su gobierno regional en el año 1989, mientras que ha habido propuestas generales o específicas en el País Vasco desde hace ya diez años o, en el caso de Extremadura, en los últimos dos años. Es preciso que se intensifiquen negociaciones más firmes con los respectivos gobiernos para que se cierren estos procesos.

El caso de Valencia es también el de uno de los movimientos veteranos en este ámbito. No obstante, queda pendiente que vaya fraguando en un impulso definitivo.

Permanece, igualmente, pendiente de creación el Colegio de Periodistas en las Islas Baleares, sobre todo cuando esta comunidad cuenta con otro colegio profesional en un ámbito cercano, como es la Publicidad y las Relaciones Públicas, desde el año 2006. Animamos a los compañeros de estas islas a que pongan en marcha ese colegio con todo el apoyo de la FAPE. La misma disposición tenemos respecto de Ceuta y Melilla.

Señalemos, finalmente, que uno de los obstáculos para que los procesos de aprobación de las leyes de los Colegios de Periodistas vayan más lentos es la existencia, en la práctica totalidad de las comunidades autónomas, de una normativa en materia de colegios profesionales que establece como singularidades básicas para la promoción de estas entidades el que representen a colectivos en los que se exija la titulación oportuna para su ejercicio, al tiempo que se dispone, a día de hoy, que estos oficios han de tener una vinculación obligatoria con estas organizaciones. La situación específica de la profesión periodística, en la que no se exige una titulación determinada para su desarrollo y la no existencia de una obligatoriedad hacen que las diversas comunidades deban reformar sus legislaciones en este terreno y adaptarse a esa nueva dinámica que nos viene de la Unión Europea (los colegios no han de ser obligatorios, según normativa UE) y que el gobierno español ya ha manifestado que va a adoptar.

La formación, básica

La formación será otra de las áreas donde van a tratar de incidir los colegios, y, con este anhelo, la FAPE y las diferentes organizaciones territoriales deben diseñar, y ya están confeccionando, todo un programa de reciclaje profesional y de incorporación a las nuevas tecnologías, al tiempo que, como quiera que hay que recuperar parte de la confianza perdida por el ciudadano, convendría poner en marcha programas de fomento de la lectura de la prensa en la escuela, en sus versiones papel y de Internet, así como planes de acercamiento a la realidad de los medios audiovisuales, en la idea de conseguir una conciencia más pro-activa y crítica a la hora de demandar mejoras en las diversas programaciones y ofertas periodísticas.

A la vuelta del verano es evidente que hay que emprender mesas sectoriales de trabajo con el fin de contribuir a la mejora de la realidad de los profesionales y de sus correspondientes empresas informativas. Por eso consideramos preciso que demos un impulso a los Colegios, tanto en las regiones donde ya se ha emprendido el proceso, como en aquellas donde hay que apostar por mesas previas de negociación.

Como han demostrado la mayoría de los profesionales consultados en algunas Asociaciones de comunidades como la andaluza o la castellano-manchega, los periodistas demandamos una nueva imagen y una nueva coyuntura para un sector que vive despidos y reducciones de personal, y que, con la caída de las audiencias, cada vez más fragmentadas, y de la publicidad y de los impactos de ésta, no apunta hacia un horizonte halagüeño.

Quizá, como ya se ha dicho, los Colegios no serán la panacea, pero sí son una nueva herramienta de trabajo en un sector que ha pecado de demasiados silencios ante lo que ocurre, y, como se suele decir, el silencio, en éste y en otros casos, no es rentable, nunca es rentable. Los Colegios Oficiales de Periodistas, como dinámica de trabajo en toda España, ya comienzan a ser una realidad. Ahora se trata de dotarlos de contenido, y ahí todos somos necesarios. Todos, todas.