jueves, 30 de abril de 2009

Hasta siempre, Ismael

Ha muerto Ismael González Lorente. Destacamos todos los medios de comunicación su enorme papel al frente de la Agrupación Sardinera. Ante todo, creo que conviene resaltar que era una gran persona. Eso es lo más importante. Tenía 52 años. No es edad para marcharse. Ninguna edad lo es. De nuevo, la cercanía de la Parca nos coloca donde no queremos, en ese precipicio del dolor ante las ausencias, que suman más pena de la que somos capaces de aceptar.

Muchas son las personas queridas que se nos han ido en los últimos años. Cuando uno se hace mayor también añade, al currículum vital, esa soledad que provocan las despedidas que se nos acumulan.

Duele. Su Dios del Olimpo, quizá todas las deidades, puede que el Plutón que veneró con su grupo, le acogen en alguna parte, en todas probablemente. Echaremos de menos esa mirada tan particular, ese tono sosegado, ese saber estar con su presencia grande y moderada.

Se va un hombre de ingentes cualidades. ¡Larga vida a lo que fue, a lo que es, a lo que nos legó! No olvidemos, como advertimos en él, que la seriedad y el buen humor pueden caminar en una comunión perfecta. Hasta siempre, Ismael.

Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 26 de abril de 2009

2008, un año determinado por las crecientes cifras del desempleo

Hablar del año 2008 es hablar de paro, de caída en el consumo, y, por lo tanto, en la producción. No podemos mirar hacia atrás sin contemplar un panorama complicado, donde la situación de riesgo que vivimos se puede otear con el optimismo de las oportunidades que podemos conseguir habida cuenta de que no tenemos más remedio que mudar las perspectivas y los hábitos. El conformismo no puede ser una buena fórmula, pues nunca lo ha sido. Vayamos haciendo algunas reflexiones. Por cierto, no vean nuestros lectores ningún valor absoluto en una coyuntura que los medios de comunicación en general, y específicamente los de la Región de Murcia (La Verdad, La Opinión, El Faro), han ido definiendo con precisión. No hay diferencias cuando el paro llega de manera tan estruendosa y amenazante. La crisis económica no distingue sexo, nacionalidad, edad, formación ni ocupación. Los despidos se ceban con los trabajadores españoles que engrosan las listas de parados, de esta forma España encabeza la subida del desempleo en Europa con 999.416 nuevos desempleados respecto a 2007, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal. La Región siguió la tendencia nacional. Los murcianos despidieron el año con 39.333 parados más que en 2007. Son cifras muy grandes, impensables en momentos anteriores. En unos meses, la dinámica alcista de creación de empleo se mudó a otra bien diferente. Las medidas se empezaron a tomar en el 2008, si bien la situación se presentó con una crudeza que apenas se percibieron los resultados.

Ante esta situación, el Gobierno regional lucha por mitigar los efectos de la crisis y aporta diversas soluciones entre las que destaca una inversión de 735 millones para el Plan Industrial o diferentes programas de recolocación y formación de trabajadores. También se hace una labor de concienciación para llegar al convencimiento de que todos debemos contribuir a una cierta mejoría, pues, de fondo, hay una gran desconfianza. Tras muchos años de bonanza, el 2008 trajo el inicio de una etapa de vacas flacas que está afectando a miles de familias y en torno a la cual urgen soluciones. Como decimos, era evidente que el ciclo económico había cambiado.

Mucho dinero se perdió en el año 2008, y, lo que es peor, miles de puestos de trabajo, con la tragedia que ello supone en lo profesional y en lo personal. Las Administraciones y todas las organizaciones sociales, amén de los medios periodísticos, se involucraron enormemente para contribuir a salir de una espiral de pérdidas de muchos empleos en sectores estratégicos y en otros hasta ese momento pujantes. Lo malo de tomar decisiones en momentos de emergencia es que no siempre los resultados se consiguen de igual modo a cuanto se planifican los procesos.

Más parados. El primer parámetro del año fue el paro, ese fantasma que lo ennegrece todo y que hace que el miedo se apodere de personas, familias y conciencias. La crisis no deja buenos resultados durante el ejercicio 2008 en España. La pérdida de empleo, el desplome del comercio y el cierre de empresas se traduce en una caída del consumo y un incremento de las cifras de desempleados. Es un círculo vicioso que anima e incrementa sus peores consecuencias en forma de datos negativos. El resultado de esta situación se traduce, según el Servicio Público de Empleo, en 3.128.963 de parados, una cifra tan alta que no se alcanzaba desde hace diez años, es decir, desde 1988 cuando también se superaron los tres millones de parados. De nuevo ha cambiado el ciclo económico, y con él cae el empleo. Las familias se ven enfrascadas en una coyuntura complicada.

La pregunta es por qué nos sorprendió tanto. No llegó algo que no estuviera pronosticado de antemano. Quizá miramos durante mucho tiempo para otro lado. Se puede resaltar que la crisis estuvo largamente anunciada. En ese sentido, se podría decir que no pilló de sorpresa, pero realmente sí nos cambió el ritmo. Se había previsto tantas veces el cambio de ciclo que cuando llegó no sabíamos qué hacer, y, sobre todo, no sabíamos muy bien por dónde empezar para que esa inundación de paro y de temor que se traducía en menos consumo se moviera con un poco de más lentitud.

Nada escapa a nada. Todo está interrelacionado, y más cuando hablamos de economía, de consumo, de producción, de mercados de trabajo. Como vivimos en una economía global, las consecuencias de determinados fallos den la economía se sienten en todas partes. La Región no es una excepción dentro de la tendencia nacional. Las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (INEM) registraron durante este periodo 90.956 desempleados, es decir 39.333 personas más que en 2007 según datos difundidos por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Por sexos, el paro hizo mayor mella entre los hombres con un total de 50.748 mientras que el femenino alcanzó un total de 40.208 personas. La lista de parados en función de la actividad la encabeza el sector servicios con un total de 45.176 seguida por la construcción con 23.514 y la industria con 12.824 desempleados, en cambio la industria y la agricultura fueron las actividades en las que menos se acusó esta situación aunque también se resintieron. Constantemente se está repitiendo que el sector primario está contribuyendo a resistir los golpes de una crisis de un enorme calado y que hay que afrontar con iniciativas claras y contundentes. El pavor no sirve, o, por lo menos, no sirve cuando atenaza los movimientos y la claridad que nos ha de caracterizar. Hemos de apuntar a la experiencia como la madre de la ciencia que nos dará celeridad para ciertas mejorías que se tercian imprescindibles. No demos tregua a la conciencias y a las corazones y vayamos hacia delante en el afán de conseguir soluciones para los problemas actuales. Podemos. No debemos dudar de ello.

La vida nos coloca a menudo en senderos que nunca habríamos esperado, pero eso no ha de ser un obstáculo para avanzar. Hemos de buscar el tesoro de la conciencia, de la imaginación, de la memoria, de la creatividad, como exponentes que son del ser humano, de todo su poderío. No debemos venirnos abajo en momentos de incertidumbres. Seguro que todo mejorará. Tenemos que mirar mar adentro como es el caso de los pioneros. Pensemos en aquellos que se adentraron por la “mar océana” para arribar a América.

Asimismo, y volviendo al asunto que nos ocupa, los extranjeros residentes en la Región también viven está sensación de incertidumbre laboral. Ellos no han sido ajenos a lo que está pasando. El mes de diciembre se salda con 16.995 inmigrantes sin trabajo lo que supone un incremento de 1.244 personas, en relación con noviembre, y de 8.473 respecto a 2007. Son cifras también alarmantes. Son, además, un colectivo sensible a los cambios, con una formación variopinta y con una fragilidad enorme. Precisamente será este un sector de la población que precisará medidas concretas. Han contribuido al crecimiento económico y ahora no se les puede dejar de lado.

Huelgas. Tras el paro viene el conflicto. Son como dos hermanos. La vida empeora, nos damos cuenta de ella, nos quejamos y protestamos, y, entre todos, arbitramos las medidas para dar con las soluciones. La idea es que todo esto fluya, que no haya ralentizaciones. Por eso, de vez en cuando, hay que empujar un poco. La vida, el ser humano, es de esta guisa. Las reivindicaciones por un empleo de calidad son una constante a lo largo de todo el año tanto en el panorama nacional y regional así como en sus distintos sectores. 2008 está marcado por las diversas huelgas convocadas en el ámbito público y privado. La inestabilidad en el empleo es también la conflictividad en la calle. Una cosa lleva a la otra.

La primera de ellas (nos referimos a las huelgas) a nivel nacional duró tres meses. Como se puede ver, fue mucho tiempo. Tuvo sus costes en lo político y en lo social. Los funcionarios de Justicia dan el pistoletazo de salida a sus peticiones y solicitan al Ministerio una equiparación salarial con aquellas comunidades a las que ya se les habían transferido las competencias en esta materia. Tras varias reuniones entre miembros del Ministerio y las fuerzas sindicales, con negociaciones en alza y a la baja, con vaivenes en las perspectivas, el paro concluye en abril con la celebración de un referéndum nacional en el que los funcionarios aceptan la subida salarial propuesta por el ex titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. En el documento rubricado consta una subida salarial de 190 euros mensuales, frente a los 200 euros que exigían los sindicatos, e incluye un plan de actuación para poner al día el trabajo atrasado. La huelga se salda en la Región con la suspensión de más de 35.000 juicios, embargos y notas de Registro y un colapso monumental en los juzgados. Se tiene que afrontar un plan de choque para recuperar la situación de partida. Poco a poco se irá volviendo a la normalidad.

La Justicia, como se puede pensar y ver, es un sector muy sensible e importante en una sociedad democrática. Es un poco, o un mucho, el termómetro de cómo van las cosas. Luchar por unas buenas condiciones de la justicia es luchar por toda la sociedad. Además, el conflicto de la justicia en Murcia se produce en un momento de negociación de la transferencia de competencias, que se desea hacer en las mejores condiciones posibles. De hecho se están construyendo nuevos juzgados por parte del Ministerio y se están mejorando y potenciando las instalaciones existentes.

Un mes más tarde, y también a nivel nacional, llega la huelga del transporte de mercancías por carretera acompañada de un aumento desmesurado del precio del petróleo y de la acción incansable de los piquetes. La crisis incide de manera especial en un sector ya tocado antes de la dramática coyuntura. La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) insta al Gobierno de Rodríguez Zapatero para que adopte medidas legales que permitan cubrir los costes de explotación de los vehículos de transporte en sus diferentes especialidades. Entre las consecuencias, además del temor generalizado ante el desabastecimiento en supermercados y gasolineras, resaltan las preocupaciones de los agricultores de la Comunidad Autónoma de Murcia que prevén pérdidas de miles de toneladas de fruta ya que es el momento de recolectar melocotones, nectarinas y ciruelas. La movilización paraliza la actividad laboral en distintos sectores; los agricultores no pueden vender sus productos, los pesqueros no pueden salir a faenar y Mercamurcia, por ejemplo, redujo hasta la mitad el sacrificio de ganado. Posteriormente se cuantificarán las pérdidas por esta huelga en millones de euros.

Por otro lado, en julio, y también en el ámbito del transporte, los trabajadores de Latbus, con incardinación en los principales municipios, entre ellos el de Murcia, manifiestan su intención de convocar una ‘huelga a la japonesa’ durante septiembre, es decir abogan por trabajar gratis y no cobrar a los usuarios. Entre sus reivindicaciones, el salario y una revisión de la jornada laboral. Así lo explica el portavoz sindical, Miguel Cano, que “ante la actual crisis hemos pensado que sería conveniente rebajar esa petición hasta el siete por ciento, lo que supondría un aumento de 80 euros mensuales durante el primer año, de 85 durante el segundo y de 90 en el tercer ejercicio”. El paro finaliza con un acuerdo entre empresa y conductores por el que los trabajadores cobrarán 1.300 euros de salario base en 2010. El acuerdo se da, pues, y sigue el normal funcionamiento del servicio.

Las medidas del Gobierno Regional. Las iniciativas no se hacen esperar. Las acciones emprendidas desde el Ejecutivo regional para mitigar los efectos de la crisis son muy variadas y abarcan a distintos colectivos sociales, focalizadas sobre todo en sectores de difícil inserción laboral como son los jóvenes, los inmigrantes, las mujeres o los mayores de 55 años. Por ello, la Comunidad lanza un amplio catálogo de ayudas por valor de 38 millones de euros, cinco más que en 2007, para potenciar el empleo estable y de calidad dando respuesta a las necesidades de aquellas personas que han perdido su puesto de trabajo. De esta forma, la Consejería de Empleo subvencionará con 5.400 euros cada empleo indefinido y a jornada completa. Como elemento atractivo es una actuación que tanto la patronal como los sindicatos ven como buenos ojos.

Estas medidas son reflejadas en los propios comunicados que realiza la Comunidad Autónoma, y son los mismos medios periodísticos los interesados en dar a conocer que, dentro de la gravedad de la situación, se empiezan a tomar iniciativas. Diariamente, como estamos constatando en este artículos, y, en el marco del territorio murciano, La Verdad, La Opinión y El Faro reflejan los datos, las inversiones, los resultados, las estrategias…

Como consecuencia del paro entre los inmigrantes desde la Comunidad se desarrolla un plan para formar a estos obreros en paro y recolocarlos en otros sectores como son la industria, el turismo o que incluso puedan consolidarse como autónomos para lo que recibirán una subvención de 7.600 euros. Estas ayudas llegan en un momento muy sensible. Sobre todo, los últimos meses de 2008 fueron muy complicados y duros, con pérdidas de unos 200.000 empleos al mes en el contexto nacional.

El paro es una situación muy hostil, y conviene que de vez en cuando lo advirtamos con el dolor que le acompaña. Cuando los miembros de una familia quedan en el paro se producen desde problemas en lo financiero (inevitables) hasta en la psique de quienes han dejado su puesto o de aquellos otros que dependen del trabajo de esa persona que lo ha perdido (pensemos en los hijos, en los hermanos, etc.). La impotencia y la pena, además del miedo, que acompañan estas situaciones convierten situaciones de conflicto en momentos igualmente estériles en otros campos. Por ello hay que procurar que estas situaciones no se den, o que sean lo más pequeñas que se pueda en tiempo y en forma.

Asimismo, otra de las grandes inversiones del Gobierno regional es el desembolso de 735 millones de euros para ejecutar el ‘Plan industrial de la Región de Murcia 2008-2013’ que incluye 101 medidas concretas para impulsar el sector. La finalidad del mismo es fortalecer la industria en la economía regional a través del fomento de la innovación, la mejora de las infraestructuras industriales y el incremento de la cualificación de los trabajadores. Se busca, pues, un empleo de alta calidad y que perdure y se consolide en el medio y largo plazo.

Los sectores públicos se ven, desde el primer momento, involucrados con la situación económica, que hacen suya en forma de iniciativas, de subvenciones, de apoyos con dinero directo o con minoraciones de los impuestos o de los pagos que tienen que hacer empresas y trabajadores. Se dan todo tipo de facilidades en la idea de que la coyuntura afecta, o puede afectar, a todos. Las propias normas se adaptan a esta coyuntura procurando que se produzcan los menos impagos o cierres. Se piensa que un primer paso es la demora en las contribuciones que cada sociedad tiene que realizar.

Otra de las grandes preocupaciones de la Administración regional es velar por la salud de los trabajadores. En este campo ya se venía trabajando en el anterior quinquenio. Desde el Ejecutivo de Valcárcel se presenta el ‘IV Plan Regional de Prevención de Riesgos Laborales 2008-2012’, que cuenta con un presupuesto superior a los 74 millones de euros. El proyecto nace con el ánimo de reducir las tasas de siniestralidad y velar por la seguridad de los trabajadores murcianos y cuenta con novedades como las referencias al estrés o al acoso laboral. En este sentido otro de los grandes lastres en época de crisis es la economía sumergida por lo que se refuerzan las inspecciones para que se cumpla la legislación vigente sobre la subcontratación. Ya hemos dicho que la economía sumergida, aparte de precarizar el trabajo, no contribuye a devolver a la sociedad lo que ésta aporta a los diversos sectores en forma de inversiones en infraestructuras, investigación, sanidad, educación, etc. Habida cuenta del comportamiento que tiene la economía en momentos de alta complejidad hemos de procurar cuando la situación sea más estable incidir de manera especial contra los aspectos sumergidos de un modelo que ha de basarse en altas cotas de solidaridad.

Estimular la obra municipal. Hace falta inyectar dinero, y eso es lo que se hace en las economías de los Ayuntamientos. No hay liquidez ni confianza por lo que desde el Gobierno de España se anuncia una inversión de 11.000 millones de euros para luchar contra el desempleo y estimular la economía. Con esta decisión el Consejo de Ministros espera, entre otras cosas, fomentar el empleo, apoyar a familias y empresas, fortalecer el sistema financiero y modernizar la economía nacional. Entre las novedades de este plan destaca una línea de inversión pública en el ámbito local para financiar obras de nueva planificación y ejecución inmediata con competencia municipal. En concreto se trata de trabajos de rehabilitación, adecuación, construcción o mejora del entorno urbano. El empleo de dinero público para incentivar la economía, para sostener las caídas del empleo, es un recurso en tiempos de crisis que suele funcionar en cierta medida. Además, su repercusión suele ser inmediata y sus resultados son previsibles y cuantificables a priori, por lo que es una herramienta eficaz.

Actúa, igualmente, la Administración Central. Así, el Gobierno central también aporta facilidades a los inmigrantes, ya que son uno de los colectivos más afectados por la crisis, y pone en marcha el plan de retorno voluntario para facilitar a aquellas personas en situación de desempleo la vuelta a su país de origen. Con estas medidas se intenta ayudar a un sector de la sociedad que ha aportado mucho a la economía regional, y también a la nacional, y que precisa de una colaboración importante para su integración y, en su caso, vuelta a sus países de origen.

Fallece Antonio López Baños. Hubo también momentos para llorar por personas que se fueron de manera definitiva. Es el caso de este líder sindical. Es también, como decimos, el 2008, un año en el que perdimos a una gran persona, una gran persona en el sentido más amplio y extenso de la palabra. Fue un luchador constante desde que ocupó su cargo, en junio de 2002, contra la temporalidad y la mejora de los salarios. El sindicato UGT despide a su secretario general en la Región, Antonio López Baños, que falleció el 26 de diciembre tras una larga enfermedad a los 51 años de edad. Durante muchos años será recordado tanto por el aspecto humano como por el sindical y profesional. Tras su muerte se constituye una Comisión Gestora, presidida por Antonio Jiménez, que llevará las riendas de este sindicato hasta el Congreso previsto para Octubre de 2.009.

Con luces y sombras, con complicaciones extremas en algunos casos, el balance del año 2008 alude a una enorme complejidad en los ámbitos laborales. La negatividad cunde por los mercados, y escasean las ofertas de trabajo. Siendo así, queremos ver esos meses como una puesta en cuestión del sistema que nos debe conducir a una unión mayor de todos los sectores de la sociedad en aras de aprovechar las oportunidades que surgen en situaciones de riesgo de esta índole.

Fuentes:
-La Verdad, La Opinión, El Faro (Medios Regionales de Murcia).
-Web de la CARM (Comunidad Autónoma de la Región de Murcia).
-Periódicos nacionales (para algunos datos relativos al paro en toda España).

Medios enteros en situaciones de conflicto

Las empresas periodísticas se ocupan de todo. Es normal. Bueno, se ocupan de todo lo que interesa a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, o, cuando menos, a grupos más o menos importantes, sin olvidar sus fines de defensa y de protección de los más necesitados y de las minorías, como consagra la propia Constitución del año 1978. Debemos acercarnos a muchas realidades cada día a través de los medios de comunicación. Son muchas las vertientes que se tocan, los perfiles, las condiciones y condicionantes de lo que acontece, y también son muchas las maneras de mostrar lo que nos circunda. Veamos cómo son las relaciones cuando abordamos circunstancias conflictivas y acerquémonos a la vinculación que tenemos con quienes nos protegen de ellas, esto es, la Policía. Supongo que pensar en la relación entre empresas periodísticas y fuerzas de seguridad es pensar en sucesos. Ya saben ustedes, aquí, en este caso, como en otros muchos, funciona el famoso lema que hemos heredado de los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado: “Bad News, Good News” (Las malas noticias son las buenas noticias). Lo son, verdaderamente, para nuestros medios, que venden más, que aglutinan más audiencias. Durante décadas hemos generado una perversión que nos hace perseguir más consumo, cualesquiera sea el medio, utilizando atractivos más o menos cuestionables, es decir, recurrimos al sensacionalismo, al amarillismo, a esos factores de interés humano que invitan a que vayamos sumando más y más.

Ciertamente es una cierta perversión que las buenas noticias no sean noticias. La profesión ha cosechado muy malos dividendos, ahora que hablamos de crisis, de esta postura, de esta inexacta actitud de tierra quemada, y ya van 300 años de profesión tras sucesivas revoluciones industriales.

Así, pues, ofrecemos una profusión de malas noticias, de esperpentos, de eventos en el callejón del gato. ¿Por qué? Por la audiencia, que crece. Está comprobado. Un informativo con sucesos tiene más audiencia. Está constado que ésta es mayor cuando damos una pieza (una noticia o un reportaje) en torno a algún suceso, ya sea éste relacionado con violencia, con accidentes, con eventos escabrosos o bien esconden historias abiertas o llenas de incógnitas, etc.

Hablemos del consumo de los medios. Es la pescadilla que se muerde la cola. Amarillismo, truculencias, violencia, pornografía, conflicto… Todo vale para llamar la atención, y, claro, ganar audiencia. Las gentes se acostumbran a consumir lo que les damos, y se lo damos porque es evidente que determinados contenidos superan muy mucho a otros en consumo. Es verdad que vivimos todos una cierta esquizofrenia. Decimos ver una cosa, pero realmente contemplamos otros espacios distintos a los confesados cuando nos ponemos delante de la pequeña pantalla. Precisamente por ello, y para cambiar de hábitos, para ayudar a la audiencia a que mejore sus rutinas, para que todos busquemos un modelo de televisión más coherente para las tipologías de sociedades en las que vivimos, es preciso que hagamos un esfuerzo supremo con el propósito de diferenciar entre calidad y cantidad.

Peculiaridades de los medios

¿Recuerdan las funciones tradicionales de los medios? Seguro que sí: informar, formar, entretener, así como la llamada supervisión del ambiente. Esto tiene sus Pros y sus contras. La responsabilidad, como reconoce el Artículo 20 de la Constitución Española, es alta. Conviene que interioricemos estos fines para entenderlos y aprehenderlos un poco mejor.

Una reflexión muy importante es la que nos viene dada por las propias características de los medios. Pensemos. El mensaje es rápido, transitorio y fugaz, y por eso viene absolutamente condicionado desde el primer momento en el que lo gestamos como idea. Por otra parte, tenemos a la audiencia, que es perseguida en una carrera maratoniana, buscando que sea amplia, y, en ese sentido, la hallamos heterogénea y la afrontamos con un anonimato difícil de ponderar en ocasiones. La organización, esto es, la empresa, también es compleja, con creativos, responsables de contenidos, técnicos y dueños o representantes del capital que hacen posible la iniciativa empresarial que fuere. Hay muchos ventores de influencia, demasiados.

Me encanta recordar, por su relevancia igualmente, la Teoría de José María Desantes Guanter, un estupendo catedrático de Derecho de la Información. Distingue entre el Sujeto organizado, el sujeto cualificado, y el sujeto universal. El sujeto organizado es la empresa, que es muy importante, claro. Ya lo hemos subrayado. El cualificado es el profesional experto de la información, en cualquiera de sus categorías o empleos que participan en el proceso de la comunicación. Es, igualmente, muy decisivo. Está, asimismo, el sujeto universal, el público en general, al que dirigimos nuestros quehaceres y el afán de nuestra actividad.

Una última matización: tendríamos que compensar. Debemos buscar y contar cosas en positivo. No es una tarea fácil. Como primer deber para tan ardua conquista, hemos de mudar el chip, y lo hemos de realizar entre todos. La colaboración se tercia más que necesaria. Cuando afrontemos sucesos, u otro tipo de temas de alta sensibilidad, hemos de procurar que los medios actúen como enteros. Como señalamos, juntos, sí, podemos. Pensemos que, cuantos más opinemos sobre estas cuestiones sensibles, más fácil será llegar a un consenso y de trazar líneas comunes de actuación. Además, señalemos como una necesidad el poner en común lo que hacemos para mejorarlo en lo posible. No olvidemos que la comunicación es todo, y de todos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

jueves, 23 de abril de 2009

El año 2008, el comienzo de la primera gran crisis económica del nuevo siglo

La coyuntura gestada en 2008 fue inequívocamente de crisis. El siglo XXI y la primera década del mismo comenzaron muy bien, pero, unos pocos años más tarde, todo cambió. Nadie discute en estos momentos que lo que está viviendo el planeta tierra es una crisis económica de envergadura global y de pronóstico indefinido. Lo es incluso para los más reputados especialistas en el mundo financiero. Se veía venir lo que iba a suceder, pero no tanta virulencia, con tanta fuerza, de una manera tan agitadora de conciencias y bolsillos. Por ello, este año nos limitaremos a realizar un breve recorrido por las grandes cifras que han definido la situación económica de nuestra Región a la espera de poder contar mejores noticias en años sucesivos.

Lo cierto es que a nivel económico, otro punto aparte, merece y nos detendremos en ello, la situación del desempleo, puesto que la Región de Murcia pasó un ejercicio 2008 aprobando por los pelos ante una situación de recesión catastrófica a nivel internacional. Había una dinámica buena, y eso contuvo la situación complicada de otras naciones y, dentro de España, de otras comunidades autónomas. La economía en la Región de Murcia creció el pasado año un 1,4 por ciento, lo que supone dos décimas por encima de la media española que se situó en el 1,2. Este dato revela que la comunidad autónoma resistió mejor las inclemencias del tiempo revuelto que otras regiones españolas. La dinámica anterior, insistimos, ayudó mucho. Quizá habría servido alguna labor previsora.

Para la consejera del gremio, Inmaculada García, una de las claves para que se alcanzara este crecimiento en el Producto Interior Bruto fue que la Hacienda regional "experimentó, en los últimos años, un intenso y continuado proceso de mejora de los parámetros financieros, ya que en el período 2003-2007 se obtuvo un superávit medio en las cuentas de la Comunidad y sus organismos de 122 millones de euros". "Esto permitió que la Región mantuviera desde 2001 un endeudamiento neto con niveles inferiores a los 600 millones de euros y se situara como la comunidad con menor endeudamiento por habitante (465 euros por h.)", según aseveró en el momento de calificar los resultados económicos de Murcia durante el pasado ejercicio, y así aparece destacado en los artículos publicados en su momento como el que aparece en la página Web de la Administración regional.

La Región de Murcia también cayó en las garras de la crisis. A pesar del optimismo mostrado por los representantes institucionales, la verdad es que Murcia no ha sido ajena a una situación de crisis casi indescriptible que le hizo bajar casi 3 puntos sólo en doce meses de diferencia. Cayó el PIB pero también los ingresos financieros, que lo hicieron un 1,8 por cierto respecto a 2007. La bajada puede ser tildada de estrepitosa y de dura. Nadie pudo pensar que las cosas se manifestaran de tal guisa. Lo cierto es que la reacción del consumo, dirigido por un cierto temor, siempre tiene resultados difíciles de describir.

Pero, claro, aunque bajen los impuestos que pagan los ciudadanos por compras y/o servicios determinados, hay que mantener el nivel de gastos, sobre todo en áreas sociales. A pesar de esta bajada de los ingresos, el Gobierno regional "mantuvo su compromiso con los ciudadanos y continuó con sus políticas de inversión y bienestar social, por lo que incurrió en déficit", declaró la consejera, quien resaltó que "el déficit presupuestario regional ascendió en 2008 a 721 millones de euros. Es ésta una cantidad importante con la que afrontar los costes necesarios para iniciativas y actividades vitales desde el punto de vista de la creación y el mantenimiento del empleo.

En cuanto al análisis de los gastos, en 2008 se realizó un gasto de 4.948 millones de euros, 740 más que en 2007, con un crecimiento significativo de las inversiones, de más del 30 por ciento, y un crecimiento moderado de los gastos corrientes. La sanidad, la educación, las políticas llamadas sociales son baluartes básicos a los que se destinó una cantidad sustancial de dinero, en el deseo y con el objetivo de garantizar los derechos adquiridos por los ciudadanos y ciudadanas de la Región. Algunos capítulos llegaron a incrementarse hasta en dos terceras partes. La población de una comunidad autónoma tan emergente precisa de muchas actuaciones en la esfera social.

En cuanto al panorama registrado en todos y cada uno de los 45 municipios de la Región, la estrategia anunciada por el gobierno regional se apoya en el PERM como herramienta anticrisis. Nos referimos al Plan Industrial de la Región 2008-2013, que se interpreta como el nuevo impulso de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, teniendo en cuenta la inversión productiva en los Presupuestos Generales de la Comunidad para 2009, y sin olvidar las políticas sectoriales de apoyos a pymes y a los sectores más castigados por el desempleo. Invertir en el tejido productivo de las pequeñas y medianas empresas se ve como algo decisivo y decisorio para salir adelante de esa espiral que supone la crisis que comenzó claramente en el 2008.

El desempleo, la lacra de la recesión económica

La recesión económica tuvo una realidad cruda, dura, imposible de solventar y de superar. Como ya anunciamos al comienzo de este artículo, no es oro todo lo que reluce, y el hecho de que algunos números hayan cuadrado en las cuentas regionales no ha conseguido evitar que Murcia haya sido la Comunidad donde más subió el paro en 2008 con un incremento anual del 76,19%, treinta puntos más que la media nacional, tras crecer en 39.333 personas y situarse a finales de diciembre en 90.956 parados. Las cifras son muy elocuentes de una caída en barrena de la que resulta complicado salir, habida cuenta de que el contexto nacional e internacional es también de fuerte crisis.

El desempleo es siempre la muestra de cómo marchan las cosas en un país determinado. Cuando se pierden puestos de trabajo perdemos margen de maniobra para afrontar las situaciones de crisis económica. El paro genera desazón, en primer término, y nos conduce a la bajada en el poder adquisitivo, lo que daña sustancialmente la economía del entorno que fuere. En el conjunto de España, la cifra de parados a final de 2008 fue de 3.128.963, lo que representa un incremento del 46,93% con respecto al año anterior, según los datos del Ministerio de Trabajo. Todo parece indicar que se mantendrán estos niveles negativos.

La caída, la dinámica de tropiezos en este campo, ha si atroz. Atendiendo a la evolución del paro en 2008 en la Región, se observa que todos los meses, salvo marzo, presentan un comportamiento desfavorable. La intensidad de los repuntes ha ido en aumento, siendo el último trimestre del año el más severo, con 14.611 parados más que el tercero. Empieza a generar pavor el conocimiento de unos datos que se ven con una complicada intranquilidad. No es sencillo salir del apuro y tomar iniciativas tendentes a salir de esta espiral.

Era de esperar. El crecimiento no podría ser hasta el infinito. Todo lo que empieza, y todo lo que va con tanta intensidad, tiene su freno. Y ocurrió. La Construcción fue el sector que mostró peor comportamiento, con 2.483 desempleados más que en noviembre y 8.827 más en los dos últimos trimestres. El número de parados en el sector alcanza ya los 23.514, cuando había cerrado 2007 con menos de 10.000, lo que supone una subida del 140%. Casas sin terminar, inmobiliarias con cientos de “se vende”, y un goteo de despidos se fueron sucediendo.

Tampoco Servicios siguió una trayectoria consistente, con 1.628 parados respecto a noviembre y 17.281 (un 62% más) en el último año; por su parte, Industria deja 895 nuevos desempleados y 5.066 (+65%) en el año. La región se había especializado en un sector servicios, que, debido a su clima y a su buen emplazamiento geográfico, estaba llamado a seguir creciendo, pero la economía ha generado un frenazo que esperemos que no dure demasiado. Las inversiones en este campo se presentan más que necesarias. Muchos empleos están en juego.

Cuando se dieron a conocer estos datos la patronal murciana, la CROEM, consideró que la “notable” destrucción de empleo en la Región era la consecuencia más visible de la recesión económica por la que pasaba la economía regional y nacional, y adelantó que esta tendencia proseguiría, al menos, durante el primer semestre del presente ejercicio. Previsión que, desgraciadamente, se ha cumplido de sobra. Los peores augurios se están cumpliendo en un escenario donde algunas medidas se ven como tardías o insuficientes, seguro que motivadas por la falta de confianza en todos los escenarios, a nivel internacional, en el ámbito nacional, y también en el territorio regional.

Por su parte, los sindicatos CCOO y UGT, esto es, los mayoritarios, pero también el resto de sindicatos, instaron a las administraciones a ampliar y agilizar las políticas de protección a los desempleados, a poner en marcha medidas “más eficaces” para activar la economía y a “vigilar” los expedientes de regulación de empleo que presentasen las empresas. Se pide un mayor control de los despidos, tanto del personal fijo como de aquello otro sujeto a la precariedad temporal en sus relaciones con sus respectivas empresas. Lo que se quiere es que nadie se aproveche de la situación para hacer caja y provocar más despidos de los que el modelo genera por el fracaso de determinadas empresas o la falta de rentabilidad de las mismas.

Solo el consenso entre todos, sin que nadie se considere adversario de nadie, puede conducir al arreglo de una coyuntura que, si se le deja por más tiempo, puede derivar en una estructura rígida para el cambio y la mudanza de reglas y de ciertos aspectos que han hecho que la desilusión lo inunde todo.

La agricultura, el colchón contra la crisis

El argumento de película llegó a su punto y aparte. No podía durar eternamente. Durante los últimos años, la Región de Murcia vivió la ilusión de que tenía una economía dinámica y poderosa. Era, en buena parte, así. Mucho dinero vino de fuera en forma de inversiones en el turismo, en la construcción y en una agricultura más que rentable. Acelerados por la construcción, muchos renegaron de la agricultura, hasta ese momento símbolo ineludible de la Huerta de Europa. La crisis económica ha vuelto a poner la cosas en su sitio y el sector agrícola, como perdonando a los que incluso llegaron a anunciar su desaparición, es ahora la principal fuerza que evitó que la Comunidad murciana entrara en recesión durante el pasado ejercicio. Ha aguantado como ningún otro los fuertes envites de una economía en horas bajas. En muchos comunicados y contactos informativos, los agricultores y sus organizaciones dieron buena cuenta de su supervivencia ante una coyuntura de desastre en otros ámbitos. Los análisis también dieron la razón a la agricultura como sector valedor de una economía en números rojos. Al menos esto fue lo que afirmaron los expertos de Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorro Españolas que indicaron, como hemos podido constatar a través de los comunicados enviados a los medios de comunicación, que “fue el campo y, por extensión, la exportación hortofrutícola, lo que ha salvado a la Comunidad de desplomarse en el 2008”. Suponemos que el ser el sector primario ha de servir para algo. El anhelo es que se mantenga como hasta ahora, como auténtico sostén, y que siga en el futuro. Además, convendría aprender de sus sistemas de funcionamiento para optimizar todo aquello que funciona en la agricultura y trasladarlo a otros sectores precisos de imaginación y mejoras en sus estructuras.

Nos acercamos a un capítulo muy relevante y suculento. En cuanto a las exportaciones de la Región de Murcia, éstas experimentaron en 2008 un crecimiento nominal del 3,6 por ciento respecto al año anterior, alcanzando los 4.570 millones de euros y creciendo por encima de la media nacional (1,7 por ciento), según informó la Cámara de Comercio de Murcia. Precisamente las exportaciones siguen siendo un motivo de entrada de divisas sustancial para la economía murciana, y, a la postre, para todo el país.

Los principales destinos de venta de los productos murcianos fueron Alemania, Reino Unido y Francia, en Europa, y EEUU y China, en el exterior. Precisamente, el mercado asiático está siendo analizado y buscado por los empresarios murcianos, intentando diversificar riesgos, aumentar las posibilidades de negocio y tener unas opciones de venta hasta ahora no tenidas en cuenta. La visión de los empresarios les está llevando a analizar y a interpretar lo que se puede hacer en países de aquella zona del planeta, que precisa de tecnología y de inversiones de todo tipo.

Según los datos de la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio, las ventas regionales fuera de nuestras fronteras mantuvieron la continuidad en su crecimiento, superando el ritmo registrado en el ámbito nacional, donde las exportaciones crecieron una media del 1,7 por ciento. Con ello, la Región incrementa su peso específico sobre el total de las exportaciones nacionales, representando en este ejercicio el 2,43 por ciento de las ventas totales. La defensa del peso específico de estas exportaciones es crucial para que vaya repuntando poco a poco la economía murciana.

La realidad nos llevó por otros derroteros menos amables. En cuanto a otro indicador económico importante y no tan positivo como los anteriores, esto es, el índice general de producción industrial, éste se vio muy afectado por la situación de crisis económica bajando un 9,8 por ciento durante el ejercicio 2008. También era algo natural, habida cuenta de lo que ocurría en otros ámbitos. Murcia se convirtió así en la segunda Comunidad Autónoma, tras Asturias, en que la disminución fue más pronunciada. No obstante, se mantuvieron proyectos empresariales como en el Valle de Escombreras, el de General Electric (SABIC) o el de Repsol, sin olvidar el apoyo que puede suponer, desde el punto de vista laboral, un buen funcionamiento de los astilleros cartageneros con varios proyectos de futuro pendientes de realizar.

La caída fue en cascada a todos los niveles, en todos los escenarios. Así, tampoco el tejido empresarial de la Región se vio muy favorecido durante el pasado año ya que al igual que en el desempleo Murcia también ocupó el liderado en la destrucción de empresas. El panorama dibujado fue semejante al del resto de la nación. A menudo, la economía funciona como un dominó: cae una ficha y detrás vienen otras muchas.

Como es de suponer, con estos datos es normal que caigan también las cotizaciones. Es normal que si hay menos trabajo, también se pague menos a las arcas del Estado. Las contribuciones netas de los empleados vienen en tanto en cuanto lo son. El número de empresas murcianas inscritas en la Seguridad Social descendió a finales de 2008 un 8,89%, el mayor retroceso de todas las comunidades autónomas y 3,8 puntos más que la media nacional, que fue del 5,10%. El descenso fue generalizado, y para frenarlo se han puesto en marcha muchas iniciativas. El menor aporte a la Seguridad Social es poner en cuestión el futuro de las pensiones y de las prestaciones sociales. A menudo se indica desde los estamentos políticos que, durante las próximas cuatro décadas, estas prestaciones están garantizadas, pero para que ello sea así precisamos un cambio de rumbo y superar ciertos desafíos económicos. No debemos esperar a que el modelo sucumba o quede deteriorado de manera fundamental. Todo parece indicar que se están tomando las riendas de la economía para evitar que sea de este modo.

Sigamos con las frías estadísticas, muy clarificadoras, por otra parte. Los datos oficiales del régimen general de la Seguridad Social revelaron que un total de 4.176 empresas de la Región de Murcia echaron el cierre el pasado año, una mortandad muy superior a otras comunidades mayores, como el País Vasco (-1.419) o Castilla y León (-2.507). El drama del cierre de un gran número de sociedades lleva detrás muchas personas y familias que no saben qué hacer ante la situación dada. Conviene que revistamos de una cierta humanidad los datos del paro para que veamos lo perentorio que es poner en marcha actuaciones y actividades que nos inviten a mejorar todo este cuadro económico que estamos describiendo.

Es preciso que ante la realidad que estamos describiendo vayamos levantando el ánimo. No puede hacerse nada de valor si previamente no despertamos un tanto de entusiasmo. La vida es lo que es cuando le damos el crédito y la credibilidad que consideramos suficientes. Hemos de tratar de involucrarnos y de asumir que, en toda crisis, con sus riesgos y opciones complicadas, aparecen unas posibilidades que, de otro modo, no podrían aparecer. Leamos entre líneas para dar con las oportunas soluciones. En este sentido, aconsejamos la lectura de los diarios regionales, La Verdad, La Opinión y El Faro, donde se pueden hallar más cifras e interpretaciones que las que aquí mostramos. De hecho hemos tenido en cuenta algunas de sus consideraciones en la confección de este artículo.

Los estragos y las duras consecuencias que la crisis está causando en Murcia demuestran la excesiva vulnerabilidad de la economía regional a los cambios de ciclo económico. No hay parapetos ante las inclemencias de una coyuntura poco boyante. Convendría que las hubiera. La situación internacional y nacional influye mucho en lo que ocurre en nuestro territorio. De acuerdo con esta teoría, el crecimiento se dispara en Murcia en las épocas de bonanza. De hecho, entre los años 2000 y 2008 la Región lideró el aumento de empresas activas en España, con un aumento del 47%, según datos del Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero de igual forma que cuando la economía a nivel internacional cuenta con datos positivos, en Murcia estos datos se mejoran, cuando la situación va mal, en Murcia parece que empeora todavía más. Quizá lo que tenemos que hacer es pedir que aprendamos de la experiencia, con el fin de poder abandonar los puestos de cola lo antes posible, y con el propósito también de evitar que esto vuelva a ocurrir.

La economía murciana, radiografía de una crisis

El 2008 fue el año del cambio de signo. Había transcurrido un largo período de bonanza, y las cosas cambiaron. La tendencia se invirtió, y dejó de generarse empleo. Lejos de ello, se empezaron a cuantificar cifras de paro que no se conocían desde hacía décadas. En todo el país hubo un millón de desempleados más, y en Murcia la cifra empezó a superar los 90.000. Es cierto que el crecimiento de la población activa es un factor a tener en cuenta, así como el mantenimiento de los incrementos del PIB, eso sí, poco cercanos a las cifras de años anteriores. La sombra de paro en toda España se convierte, durante ese ejercicio económico, en alargada, y se empieza a computar con mucho los tres millones de desempleados.

La construcción había sido durante toda una década el auténtico motor de la economía regional, además de ser un baluarte fundamental en todo el Estado. La población se había acercado al millón y medio de habitantes, con un PIB que doblaba al de toda España, que, a su vez, estaba muy por encima de las medias de los países europeos más industrializados y con mayores niveles de vida.

Pero el año 2008 vino con una especial rebaja, con una caída dura en la economía. Un sector básico para ese crecimiento, la construcción, cayó un 140 por ciento en sus niveles de actividad y de venta. Toda una tragedia. De generar miles de empleos pasó a gestar el drama de mandar a muchas personas al paro. El turismo no anduvo lejos de esa situación, con caídas extraordinarias del 70 por ciento. En todo esto, aguantó el tirón la agricultura, como sector primario que es (lo demostró), y la industria. El caso del Valle de Escombreras, con varios proyectos en marcha, liderados por Repsol, es un ejemplo de que la industria no fue la causante del aumento del paro regional, al menos no de manera sustancial durante el período que estamos analizando.

Los autónomos, como en el resto de España, vivieron su específico rosario. Muchos se fueron al paro, y otros engrosaron las filas de una economía sumergida que creció en toda la nación. Se trata de una economía, debemos recordarlo, que tiene como elementos nefastos la falta de cotizaciones y el no pagar impuestos con los que contribuir solidariamente en y con escuelas, centros de salud o infraestructuras, por poner unos ejemplos. De vez en cuando conviene reflexionar sobre los daños de la economía que aumenta sus dividendos al margen de valores de solidaridad, por cuanto en el medio y largo plazo hace daño a todos los miembros de la sociedad donde se produce.

Sindicatos, patronal, colectivos en general, todos liderados por las Administraciones, intentaron poner en funcionamiento una serie de medidas y de resortes para afrontar una crisis sin precedentes que pone en cuestión las propias bases de la economía. Un consumo retrotraído ha convertido la situación en un círculo vicioso del que es complicado salir. Ya se sabe: si se consume poco, muchos productos y/o servicios que antes se consumían ahora no se adquieren, lo que hace que se generen menos, lo que implica, por ende, personas al paro porque no son necesarias en sus procesos de producción, cada vez más languidecidos, y todo ello, paralelamente, provoca que haya menos poder adquisitivo en general, lo que ocasiona aún menos consumo, y así…

Más de tres millones de parados

Las cifras muestran la situación existente. A nivel nacional, en el año 2008 hubo 3.128.963 parados. Ello supuso un número de familias muy grande sin una sola vía de ingresos estable y saludable. Además, las ayudas del paro tienen fecha de caducidad, y acaban derivando, por su carencia, o por su escasa cantidad, en un problema antes o después. Las cifras de familias que tenían, cuando menos, un miembro en el paro se incrementaron, y, en algunas regiones, su situación fue específicamente complicada.

Un dato que también supimos es que, durante el 2008, los envíos de dinero de la población inmigrante se redujeron a la mitad. Eso denota la situación de los extranjeros que ya superan el 12 por ciento de la población murciana, con un aporte al PIB todavía sustancial. Al ser un sector más débil en la conservación del empleo, ha tenido que soportar con más virulencia los golpes de la crisis económica. También su consumo se ha visto mitigado de manera tremenda, lo que ha gestado, igualmente, ese círculo vicioso para la economía del que hemos hablado y que se muestra en que menos consumo equivale a más paro, que, en paralelo, implica menos consumo.

Las coyunturas de retroceso en lo económico, en lo financiero y en lo laboral han obligado a tomar medidas excepcionales. Las Administraciones central y autonómica comenzaron a poner en marcha planes especiales de inversión con el fin de apoyar a todos los sectores, y, fundamentalmente, a los estamentos de la población más débiles o que se hallan en zonas más sensibles al descenso de los parámetros económicos. Nos referimos a las inversiones previstas para las comarcas más deprimidas o en municipios de alto componente rural.

Así, podemos citar el Plan Estratégico previsto hasta el año 2013, sin olvidar programas dirigidos a sectores como la agricultura o la industria. Este último tiene un plan especial igualmente para el próximo lustro.

El crecimiento del IPC se tradujo en la cifra más baja de los últimos diez años. Contener la subida de precios era una necesidad, pero llegar a puntos cercanos a la deflación es otra, no tan aconsejable. El gasto por turista también descendió, no superando los 1.000 euros por persona. Ello obligó a un cambio de estrategia del sector, involucrado en nuevas alternativas, en rebajas, o en ofertas suculentas dentro y fuera de temporada.

Bajaron las hipotecas, pero también la compra de viviendas. Muchas promotoras e inmobiliarias han tenido que cerrar o despedir a la mayoría de sus empleados. De vender cientos de casas al mes pasaron a no vender ni una. Lo malo es que las inversiones estaban hechas, y era muy complicado el recuperarlas. El mercado de alquiler también se estancó. Con leves bajadas, la oferta de viviendas de segunda mano fue un reflejo de un sector en una crisis mayor que el resto. Los precios de los inmuebles en las ciudades y en sus entornos se mantuvieron, pero no fue así en la costa, con edificios pendientes de terminar y con una escasa compra-venta. La languidez fue la nota dominante.

Movilizar inversiones

Había que movilizar dinero, y eso se hizo. El mercado de personas en edad y con ganas de trabajar está en la Región de Murcia en 630.000 personas, de las que algo más de 90.000 busca empleo. Hablamos de que una de cada siete personas no ejercen una labor remunerada, una cifra que empieza a ser preocupante, por su escalada, por seguir creciendo. Hay que detener esa tendencia.

Si bien la cuantía del aumento en la Región del PIB (Producto Interior Bruto) fue de 1´5 por ciento, la alarmante coyuntura activó todos los mecanismos de control tanto en la Asamblea Regional, donde se hizo, a través de sesiones y de comisiones, un seguimiento especial, como en cuanto a las medidas, análisis y estudios emprendidos. La Comisión de Seguimiento del Plan Estratégico movilizó a expertos y aconsejó medidas que ya se van emprendiendo poco a poco.

El horizonte de parados de hasta cuatro millones de personas que barruntan muchos expertos hace que organismos como el Observatorio Español de la Economía Social se haya empleado a fondo. Los datos que hallamos en él y que han reflejado los medios regionales, así como la Comunidad Autónoma, a través de su Consejería de Economía, nos hablan de más de cuatro mil empresas que han desaparecido a lo largo del año 2.008. Las que mejor han soportado la crisis son las cooperativas, esto es, las empresas de economía social, algunas de ellas con otras fórmulas empresariales parecidas. Esto no obstante, unas 85 empresas cooperativas se perdieron durante los 12 meses que nos ocupan.

También conocimos que la licitación pública cayó en el año 2008 casi un 30 por ciento. La obra que promueven las Administraciones, a menudo y mayoritariamente en el ámbito de las infraestructuras, son un acicate para generar y/o mantener empleo, sobre todo en zonas donde no hay otros motores económicos decisivos e importantes. Los empresarios y la Cámara que se dedica a defender los intereses de este colectivo reclaman el mantenimiento de este tipo de iniciativas de obra pública y, en este sentido, valoran las medidas del Estado y de las Autonomías. El Plan Local contempla inversiones de hasta 3.000 millones de euros, unos 90 para la Región de Murcia.

Las cooperativas, un fuerte apoyo

Como decíamos, las cooperativas siguen siendo un sostén básico para la economía en el territorio murciano. Ocurre también en otras regiones. En Murcia hay censados 18.367 cooperativistas. Es un número muy importante en un año en el que el paro creció casi un 100 por 100 respecto a niveles de años precedentes.

Un dato bueno es que los accidentes mortales en el ámbito laboral (o los llamados “in itinere”) han descendido. Lo han hecho en todos los sectores. En la construcción, por pensar en una esfera donde en tiempos se producían un número muy relevante, han bajado. Ello es consecuencia de las medidas consensuadas entre empresarios, sindicatos y la Administración autonómica. Los planes de prevención están funcionando, el Instituto de Seguridad e Higiene también es un recurso fundamental para esa aminoración, y el seguimiento de los delegados sindicales ha supuesto una mayor concienciación de todos, incluidos los propios trabajadores. En empresas como las mencionadas cooperativas, el índice de mortalidad ha bajado un diez por ciento. Esa debe seguir siendo la tónica. Pese a todo, queda mucho por hacer. En este sentido, la economía sumergida que está aumentando en esta etapa de crisis juega en contra. Hay que actuar con contundencia frente a ella.

La importancia de la crisis, en estos meses del año 2.008, supuso una cobertura enorme por parte de todos los medios de comunicación. Ocurrió en todas partes, en el contexto internacional, y también en el nacional. Por supuesto, la coyuntura regional fue reflejada, como hemos podido comprobar a la hora de consultar datos sobre estos asuntos en particular, por los medios de todo tipo, y muy especialmente por los impresos. La Verdad, La Opinión, El Faro y otros medios periodísticos informaron y analizaron la realidad económica de la Región, en la que todos nos sentimos implicados y con la vocación de ayudar a conseguir una clara mejoría.

Un apunte que necesariamente tenemos que hacer en un momento en que parece que lo más importante son los números es el siguiente: frente a los que colocan de manera suprema a los elementos materiales y a los recursos económicos hay que defender el valor del factor personal. Lo más relevante en una empresa deben ser sus recursos humanos. Por ello, todo lo que tenga que ver con la precariedad laboral, con aspectos de economía sumergida, con reducciones de plantilla como medida principal ante la crisis, etc., no son, a nuestro entender, las medidas más acertadas, habida cuenta de que la profesionalidad, la continuidad, la formación y la experiencia son elementos de valor añadido en cualquier empleo o categoría laboral, algo que no siempre se advierte, lo cual es un error. La experiencia de esta crisis ha de servir para ponderar otra serie de consideraciones que pasan por un mayor equilibrio en la visión y en las perspectivas sobre los mercados, sus bienes, productos y servicios, y acerca de los avances y desarrollos de la sociedad.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Medios, soporte y aprendizaje

Aprender desde la narrativa social de los nuevos medios y soportes: desde la reflexión al deseo

Hay que adaptarse: renovarse o morir. Así lo hemos pensado siempre, y, realmente, es lo que funciona. El ser humano, desde que existe sobre la faz de la tierra, ha cimentado sus avances en los hallazgos científico-mecánicos. En este sentido, el sustento es el mismo. Uno de los baluartes de cualquier sociedad democrática y desarrollada es la ciencia, vista, fundamentalmente, a través de las Nuevas Tecnologías. Nadie lo duda. Por eso, su planificación, su dotación de recursos y su apoyo incondicional se constituyen como acciones básicas de libertad. En este sentido, conviene que hagamos reflexiones y consideraciones que supongan una mejora de las actuaciones y actividades formativas en este plano, sobre todo en lo que concierne a la complementación de los ciclos primigenios de los futuros y actuales educandos. Nos referimos a la importancia de las etapas que nos encaminan a los masteres o doctorados. Recordemos que la formación de postgrado es básica para un estudiante, por cuanto le sirve de nexo entre el aprendizaje recibido hasta ese momento y el mercado laboral que para él, en esa etapa de su vida, está a la vuelta de la esquina.

Por ese contexto tan determinado, este tipo de formación posterior, insistimos en materia de Internet y de nuevas tecnologías, ha de tener muy bien equilibrados los aspectos teóricos y los prácticos, y, así, se ha de ofrecer un aprendizaje lo más cercano a lo que, un poco más tarde, nos vamos a encontrar.

La capacitación profesional, tras un sustento teórico interesante, es fundamental para que la incardinación del ciudadano en la esfera laboral sea del modo más adecuado. Es preciso para ello que haya un mayor acercamiento entre el mundo laboral y el académico/formativo. La presencia de profesionales de empresas en todos los ciclos del aprendizaje y la exposición de motivos y aspectos formativos por parte del profesorado en las mismas empresas son dos ejes cruciales para que haya un entendimiento entre dos realidades que están llamadas a un entendimiento recíproco. Durante años ha habido un distanciamiento entre las necesidades y los planteamientos, entre lo que se sabía y lo que se exigía para una conveniente colocación y ubicación en el mercado laboral.

Ahora, en pleno siglo XXI, de lo que se trata es de romper las malas inercias, que, cada vez, afortunadamente, son menores, así como de afrontar la realidad de las necesidades empresariales en lo científico-tecnológico desde algo más que el voluntarismo mal entendido o poco prometedor. Precisamos conocer mejor los sectores donde podemos incardinar, al tiempo que hemos de saber los aspectos más fuertes y los más débiles de la formación que se ofrece. No finjamos preocupaciones que no ejercemos, y pongámonos manos a la obra.

Debemos contactar con las empresas, con sus empleados, con sus responsables, y hemos de exigir de todos ellos informes que den cuenta de las ventajas y desventajas, de los vacíos y de las fortalezas que se detectan en las formaciones tecnológicas e informáticas de los estudiantes que les enviamos a esas mismas organizaciones tanto a nivel de becarios como, más tarde, cuando consiguen una relación laboral mucho más estable y mejor remunerada.

Tendríamos que hacer, en todos los órdenes, seguimientos de las habilidades y capacidades que hemos desarrollado en nuestros alumnos. Habría que analizar los progresos que se desarrollan y los motivos de los triunfos o fracasos que se puedan suceder.

Conocer nuevos sistemas

Con el mayor conocimiento de la realidad empresarial que demandamos podemos conseguir ver con qué medios reales se trabaja, al tiempo que podemos aprender sobre los sistemas o modelos de laboriosidad que se utilizan de manera preferente.

Debemos tener la habilidad de desarrollar unas materias y unas líneas de aprendizaje lo más apegadas a las necesidades reales, que, en primer término, hay que averiguar, así como debemos adaptarnos a ellas. Aún distinguiendo entre la capacidad profesional y la investigadora, que han de ser complementarias, con el propósito de hacer rentables las dos en la medida de lo posible, es claro que hemos de adecuar y de amoldar la docencia a lo que existe en el mercado, a sus demandas, a su realidad cotidiana. Las tecnologías avanzan muy deprisa como para no tomar las riendas ya.

Debemos desarrollar con destreza los estudios más demandados, y hacer la inversión ajustada a los planteamientos y deseos de aquellas actividades más o menos deseables. Las campañas formativas e informativas en este sentido también funcionan, dirigiendo, o debiendo dirigir, a los alumnos por aquellos vericuetos donde la educación recibida es más rentable para las propias entidades, así como para la sociedad y los mismos interesados.

Las metodologías han de basarse en aspectos teóricos, en lecturas frecuentes y variadas, en lo que piensan y defienden profesores y expertos de toda índole y calado, pero, asimismo, han de sustentarse en una cercanía a las necesidades de los mundos económico y laboral.

Como quiera que los medios y los recursos son escasos, conviene que establezcamos planes de implantación, de búsqueda de bases para el desarrollo profesional e investigador, así como estrategias para priorizar y para establecer los objetivos claves. No se persiguen, o no se deben perseguir, resultados perfectos, pero sí progresiones en el buen sentido. Las cooperaciones con las empresas, insistimos, son eficaces.

Además, hay que medir los impactos y ver por qué las actuaciones emprendidas funcionan, o bien por qué no sucede así. De este modo, podremos ir mejorando todo desde las diversas orillas del sistema societario. El esfuerzo y el empeño han de ser comunes entre la sociedad, sus organismos y sus empresas de tipo público y privado, así como de la Universidad, de la que surgen esos profesionales que nunca deben olvidar el aporte teórico en las actividades prácticas (todo es importante, repetimos). La mirada recíproca produce, y producirá siempre, resultados mucho más simétricos. De eso se trata, sobre todo si queremos prosperar desde la solidaridad, la mesura, la equidad y el equilibrio de una sociedad en verdadero avance. Las técnicas y las tecnologías siguen progresando, y nosotros debemos hacerlo al unísono. Seguro que nos beneficiaremos en múltiples planos. Aprendiendo de todos seguro que podemos.



Opciones y oportunidades con las nuevas tecnologías

No todo lo que se presenta es manifiestamente bueno o malo. Depende del uso que hagamos de los distintos recursos o bienes materiales o inmateriales que nos vayan llegando. A lo largo de nuestras vidas van cambiando los itinerarios, los elementos y las peculiaridades de cuanto nos rodea. Es normal. Con diferentes tonalidades se producen mudanzas de una etapa a otra. Por ello, debemos pensar que en épocas de crisis, también de puestas en cuestión, y, por supuesto, de oportunidades, hemos de ver los adelantos como ese valor añadido que nos puede disponer la realidad de la mejor manera posible. Así es. Las tecnologías informativas y comunicativas, pese a su coste inmediato, difícil de amortizar en el corto plazo, nos ofertan unos vericuetos de actuación que hasta ahora, por lógica, no podíamos ni plantearnos. Hemos de aprovechar su beneficio en aras de optimizar unos recursos tan competitivos como escasos.

Es interesante que invirtamos en el conocimiento de la materia prima, esto es, de los programas de los ordenadores, de las potencialidades de Internet, del manejo de equipos y en el rastreo de conocimientos válidos… Para saber elegir, ante todo, hay que conocer, y todo el tiempo previo que utilicemos nos ha de servir para poder viajar más tarde de manera más rápida a nuestros objetivos.

Hemos de poner, sin duda, el semáforo en verde y apretar el acelerador para digerir todo el cúmulo informativo que nos rodea. Además, hemos de ser capaces de desarrollar técnicas de selección de recursos, innumerables, indescifrables a veces. No todo nos vale, o no todo nos vale en tiempo y forma. Hemos de elegir, de saber concebir qué es importante respecto de lo que es urgente. No todo nos construye, hemos de recordarlo, como personas.

El aprendizaje ha de ser en vertical, de abajo a arriba, buceando en las necesidades de los más pequeños, y, obviamente, satisfaciéndolas. “El saber primero es útil”, como decían los latinos. Hemos de habituarnos a consumir programas y a adquirir conocimientos sobre cómo conseguir todavía más. El sabio se va haciendo poco a poco, descifrando la maquinaria de la Naturaleza y de su ciencia.

Por lo que hemos estudiado en los últimos años, todo parece indicar que las empresas, y los particulares, no siempre entienden que hay que formarse de manera constante. No hay estadio que termine si no empieza otro, y otro, y otro más. Lo que ocurre es que, en un mundo de prisas y de hartazgos (ahora de crisis) en lo económico, no se comprende en todo momento que haya que invertir tiempo y dinero en más preparación cuando, al menos en teoría, ya tenemos un aprendizaje previo desarrollado y bueno. Así es, pero todo evoluciona, y nuestro intelecto, así como nuestra formación, ha de viajar en la misma dirección.

Miremos más allá

Las encuestas nos hablan de falta de tiempo, de carencia de motivación, de un desinterés general cuando los sueldos, la precariedad y la falta de horizontes condicionan la actitud de aquellos que se dedican al uso y disfrute de unas herramientas que, si fuéramos más lógicos, revolucionarían de verdad las costumbres y los ademanes profesionales de cada cual. La sociedad no sabe digerir con nutrientes lo que debería ser una postura más demostrativa de las bondades y beneficios del uso de los diversos progresos en el plano tecnológico-comunicativo.

La virtud siempre se halla, o eso pensamos, en el término medio. No concibamos más esperanzas ni confianzas que aquellas donde mesuradamente nos puede portar nuestro intelecto, que nos señala la conveniencia de no ir tan deprisa en el trabajo para luego, con el uso racional y cabal de los avances tecnológicos, cabalgar con la rapidez de unas operaciones que se realizan, o se pueden realizar, en décimas de segundo. No olvidemos, frente a aquellos que se declaren opositores a este uso tan rentabilizador de las ciencias, que la especialización en el uso mecánico, científico e intelectual de los recursos del progreso nos puede regalar unos puestos de trabajo, unas categorías laborales antes impensables.

Hay que mirar, claro está, a medio o largo plazo, y no quedarnos con el reduccionismo de las cuentas inmediatas. De nuevo, la bondad de la mesura se plantea como una necesidad que podrá saciar un benévolo futuro. Hay, pues, que buscar la motivación en ese planteamiento inequívoco, y nunca esquivo, de caminar hacia las tecnologías, hacia lo nuevo. Insistamos en que todos nos beneficiaremos de ello. No olvidemos tampoco que la rentabilidad se ha de compartir en armoniosa solidaridad. Los frutos pueden ser mayores de este modo. El ser humano ha crecido cuando ha basado el nivel de desarrollo en la mirada sencilla hacia los demás, hacia el provecho compartido y generoso. Ahí debemos estar.

Apostemos por el consumo responsable de los medios

Da un poco de miedo. Genera un tanto de pavor. Parece increíble. Cuatro horas y media pasamos los murcianos frente al televisor todos los días. Parece una locura, sobre todo si vemos la oferta y las opciones... Que sí, que la oferta es variada (o casi), y todo eso, pero parece mentira que dediquemos tanto tiempo a este menester. Lo mismo sucede en el resto de las Regiones españolas, con las que, en este caso, andamos muy parejos. Seguramente habría que hacer matices sobre este aspecto cualitativo, pero es tan aplastante que, con prontitud, lo que tenemos que realizar son sugerencias y soluciones solventes a lo que es algo poco racional, sobre todo cuando observamos que el tipo de programas que más se ven tienen poco en común con contenidos edificantes del espíritu y de la personalidad de cada cual. Desde luego a la buena vecindad, a ojo de buen cubero, no parece que contribuyan los espacios convertidos en paladines por obra y gracia de las ingentes cifras de audiencia.

Desafortunadamente, esto no es nuevo. Desde que el fenómeno televisivo comenzó a extenderse, de manera imparable, en los años 50, pocos instrumentos de influencia se han apoderado tanto de nuestros gustos, de nuestros tiempos, de nuestros quehaceres, marcando modas, estirando opciones, buscando cómo engatusarnos, y, lo que es peor, ganando la partida a las grandes masas, que son su vocación (recordemos: medios de comunicación de masas es la denominación).

Es verdad que muchas personas se han fugado, en un auténtico frenesí, a otros medios alternativos, fundamentalmente a ese instrumento emergente en el que convergen todo lo periodístico y todo lo comunicativo de etapas anteriores: nos referimos a Internet. La fragmentación de audiencias es un hecho, como lo es la pérdida de credibilidad de las propias empresas, de sus profesionales, teniendo como causa la debilidad de muchas programaciones en el caso de lo audiovisual. ¿Cómo se puede vivir sin credibilidad? Mi padre, sin ir más lejos, no lo entiende. Siempre ha creído él, como yo, en el valor de la palabra.

Frente a este panorama de excesos en el consumo, también en la oferta mediocre, solo queda volver a una de las bases del desarrollo humano, esto es, la educación. Sí, sí, la educación, como oyen. No miremos para otro lado, que hay mucho en juego. El aprendizaje de los medios, por los medios, desde los medios, es todavía una asignatura pendiente que produce determinadas distorsiones que hemos de solventar. No es posible que no actuemos ante un panorama que nos hace daño a todos. Con el tiempo se producirá un distanciamiento irreparable entre los gustos, el consumo real y lo conveniente para todos, para la sociedad en su conjunto. Hay que detener esta dinámica desde la responsabilidad común, sin injerencias extrañas.

Enseñar y aprender

Por si alguien no lo tiene claro, resaltemos que no se trata de evitar determinados contenidos en televisión (eso lo deben decidir los propios medios en cumplimiento de la legislación vigente), sino de adecuarlos a ciertas franjas y trazando ese escenario de seguridad en el que el telespectador tenga la suficiente información y formación para elegir él, y sólo él, lo que le conviene. Hay que formar en el consumo de medios, en su aprehensión, de manera que el ciudadano y la ciudadana sean capaces de optar por un menú televisivo plural, equilibrado, compensador en la configuración de sus personalidades.

La consideración trufada de sensibilidad en la difusión de determinados contenidos a ciertas horas, procurando no herir ideas y espíritus en momentos de consumos punta, la protección de la infancia, así como de las minorías y de todas las interpretaciones sociales, religiosas, etc., siempre desde el respeto a la democracia, a la libertad, al derecho a la crítica constructiva y fortalecedora de la realidad, han de ser las premisas de un comportamiento profesional que ha de mirar los intereses societarios como base de su actividad. Reiteremos, como señala Desantes Guanter, que lo más importante en la actividad periodística es el sujeto universal de la información, esto es, el público, la ciudadanía.

Con esa mirada y perspectiva hemos de contribuir, también desde los medios de comunicación, a que el ciudadano no se sienta indefenso y solo ante una realidad periodística que busca el consumo por el consumo, así como la pasividad y un cierto inmovilismo. Hagamos que, en ese aprendizaje, todos nos mejoremos. Es cuestión de probar y de animarnos con los resultados.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 22 de abril de 2009

Medios de comunicación y sucesos

Supongo que pensar en la relación entre empresas periodísticas y fuerzas de seguridad es pensar en sucesos. Ya saben ustedes, aquí, en este caso, como en otros muchos, funciona el famoso lema que hemos heredado de los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado: “Bad News, Good News” (Las malas noticias son las buenas noticias). Lo son, verdaderamente, para nuestros medios, que venden más, que aglutinan más audiencias. Durante décadas hemos generado una perversión que nos hace perseguir más consumo, cualesquiera sea el medio, utilizando atractivos más o menos cuestionables, es decir, recurrimos al sensacionalismo, al amarillismo, a esos factores de interés humano que invitan a que vayamos sumando más y más.

Ciertamente es una cierta perversión que las buenas noticias no sean noticias. La profesión ha cosechado muy malos dividendos, ahora que hablamos de crisis, de esta postura, de esta inexacta actitud de tierra quemada, y ya van 300 años de profesión tras sucesivas revoluciones industriales.

Así, pues, ofrecemos una profusión de malas noticias, de esperpentos, de eventos en el callejón del gato. ¿Por qué? Por la audiencia, que crece. Está comprobado. Un informativo con sucesos tiene más audiencia. Está constado que ésta es mayor cuando damos una pieza (una noticia o un reportaje) en torno a algún suceso, ya sea éste relacionado con violencia, con accidentes, con eventos escabrosos o bien esconden historias abiertas o llenas de incógnitas, etc.

Hablemos del consumo de los medios. Es la pescadilla que se muerde la cola. Amarillismo, truculencias, violencia, pornografía, conflicto… Todo vale para llamar la atención, y, claro, ganar audiencia. Las gentes se acostumbran a consumir lo que les damos, y se lo damos porque es evidente que determinados contenidos superan muy mucho a otros en consumo. Es verdad que vivimos todos una cierta esquizofrenia. Decimos ver una cosa, pero realmente contemplamos otros espacios distintos a los confesados cuando nos ponemos delante de la pequeña pantalla. Precisamente por ello, y para cambiar de hábitos, para ayudar a la audiencia a que mejore sus rutinas, para que todos busquemos un modelo de televisión más coherente para las tipologías de sociedades en las que vivimos, es preciso que hagamos un esfuerzo supremo con el propósito de diferenciar entre calidad y cantidad.

Las funciones tradicionales

¿Recuerdan las funciones tradicionales de los medios? Seguro que sí: informar, formar, entretener, así como la llamada supervisión del ambiente. Esto tiene sus Pros y sus contras. La responsabilidad, como reconoce el Artículo 20 de la Constitución Española, es alta. Conviene que interioricemos estos fines para entenderlos y aprehenderlos un poco mejor.

Una reflexión muy importante es la que nos viene dada por las propias características de los medios. Pensemos. El mensaje es rápido, transitorio y fugaz, y por eso viene absolutamente condicionado desde el primer momento en el que lo gestamos como idea. Por otra parte, tenemos a la audiencia, que es perseguida en una carrera maratoniana, buscando que sea amplia, y, en ese sentido, la hallamos heterogénea y la afrontamos con un anonimato difícil de ponderar en ocasiones. La organización, esto es, la empresa, también es compleja, con creativos, responsables de contenidos, técnicos y dueños o representantes del capital que hacen posible la iniciativa empresarial que fuere. Hay muchos ventores de influencia, demasiados.

Me encanta recordar, por su relevancia igualmente, la Teoría de José María Desantes Guanter, un estupendo catedrático de Derecho de la Información. Distingue entre el Sujeto organizado, el sujeto cualificado, y el sujeto universal. El sujeto organizado es la empresa, que es muy importante, claro. Ya lo hemos subrayado. El cualificado es el profesional experto de la información, en cualquiera de sus categorías o empleos que participan en el proceso de la comunicación. Es, igualmente, muy decisivo. Está, asimismo, el sujeto universal, el público en general, al que dirigimos nuestros quehaceres y el afán de nuestra actividad.

Una última matización: tendríamos que compensar. Debemos buscar y contar cosas en positivo. No es una tarea fácil. Como primer deber para tan ardua conquista, hemos de mudar el chip, y lo hemos de realizar entre todos. La colaboración se tercia más que necesaria. Cuando afrontemos sucesos, u otro tipo de temas de alta sensibilidad, hemos de procurar que los medios actúen como enteros. Como señalamos, juntos, sí, podemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

martes, 21 de abril de 2009

Apuntes socio-económicos sobre las fusiones de medios de comunicación

En los últimos tiempos estamos asistiendo a un gran número de rumores, de noticias y de opiniones sobre los procesos de fusiones que se tramitan en el marco de una economía en recesión, y específicamente en la esfera de los medios audiovisuales. No es fácil tomar medidas cuando la crisis llega de forma tan galopante y extendida, lo que, unido a la inseguridad sobre el futuro a corto y medio plazo, gesta una coyuntura mucho más complicada.

En este marco, las propuestas que hacemos en torno a las posibles fusiones de las empresas audiovisuales, o de otras compañías con éstas, tienen que ver con la necesidad de reivindicar esa vocación social y de servicio público que siempre han tenido, y que tienen, los medios de comunicación.


Así, pues, conviene recordar:

-Que el principal patrimonio de las empresas son sus trabajadores, que hacen posible, insistamos, el derecho a la información que tienen los ciudadanos.

-Que la creatividad es un intangible que no siempre se puede ponderar en dinero.

-Que la autorización de puesta en marcha de nuevas televisiones no se basó en su día únicamente en criterios empresariales, por lo que éstos no deben ser la premisa a esgrimir a la hora de defender las fusiones de televisiones.

-Que el primer deber de una empresa periodística es servir a los intereses de los ciudadanos, por lo que éstos han de ir en paralelo, nunca en desequilibrio, a los objetivos economicistas que toda sociedad mercantil dice o debe perseguir.

-Que el Gobierno y las asociaciones profesionales han de velar por la transparencia de los procesos fusionistas, si se producen.

-Que, de darse las fusiones, debe haber garantías de los derechos de los trabajadores, tanto en el ámbito laboral como en el profesional. No deben ser una excusa para reducir plantillas, para precarizarlas o para aminorar salarios o derechos consolidados, si los hubiere.

-Que la crisis por la que pasa el sistema de financiación de las televisiones se debe mucho a que todas compiten por ofrecer los mismos tipos de programas en una búsqueda, a corto plazo, de una audiencia amplia, en vez de fomentar una audiencia más crítica y más consumidora de otro género de formatos, una actitud ésta última más arriesgada y que se plantea unos objetivos de éxito más a medio o largo plazo. Conviene, pues, cambiar la visión y la visibilidad de los medios.

-Que la mayor estrategia de un medio de comunicación ha de ser la presidida por el bien de la ciudadanía, y, en aras de ella, en toda actitud o postura empresarial al respecto de lo que nos ocupa, esto es, la unión de sociedades periodísticas, ha de defenderse la máxima transparencia, sin perjuicio de las cautelas que se deban tomar para evitar posiciones de ventaja de otros medios.

-Que cuando se dan problemas estructurales importantes en la economía en general y en el sector audiovisual en concreto debemos pensar que no siempre gestar empresas más grandes supone un beneficio para las partes que se han unido.

-Que la FAPE está a disposición de todos los interesados para cuantas consultas se consideren de interés en el deseo de contribuir al fortalecimiento del sector, de sus profesionales y de la labor que éstos desempeñan.

Seguro que, entre todos, podemos seguir contribuyen con más ideas y opiniones en la convicción de que juntos podemos vislumbrar soluciones de futuro, que las hay.

Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 19 de abril de 2009

La televisión: efectos y afectos

¿Qué es?

Es el invento, por definición del siglo XX. Supuso un avance en la comunicación de masas y en el desarrollo del Periodismo. Es la conjunción de imágenes y sonidos. Puede considerarse como la narración más completa. Como todo, de su uso depende su visión y también de su oportuna optimación depende que lo veamos como un buen invento o como todo lo contrario. Surge en los años 30, se desarrolla en los años 60 y 70, y ha tenido su gran apogeo en las últimas dos décadas en complementación o competición, según se mire, con el cine.

¿Para qué sirve?

Su utilidad es clara. Nos permite conocer rápidamente, con instantaneidad, lo que está sucediendo en cualquier parte del mundo. Además, debe contribuir a una buena interpretación de la realidad. Traslada perspectivas, visiones, análisis, noticias, etc. a toda la ciudadanía de un territorio o territorios determinados. Las tecnologías arropan este invento para llegar a todas partes, ya sea vía satélite, por ondas en general, o por cable.

Las funciones de los medios

Las históricas, las clásicas, son las de informar, formar y entretener, así como deben contribuir al aprendizaje, consolidación, mantenimiento y desarrollo de las habilidades comunicativas y sociales. Se le reclama a la televisión un ejercicio autónomo e independiente que contribuya a la pluralidad de opciones que necesita toda sociedad democrática.

La deontología

Todos coincidimos en que los medios han de transmitir valores universales propios de sociedades maduras y socialmente desarrolladas en democracia. Para ello han de respetar una serie de reglas, así como los derechos fundamentales de la persona y los colectivos de cada comunidad. La ley establecida, así como los valores democráticos imperantes, han de ser los ejes de su labor, esencial para cualquier comunidad.

El consumo y la audiencia

Los medios buscan cuanta más audiencia mejor. El perfil que se persigue es que sea amplia y heterogénea. Por razones del medio y de sus planteamientos técnicos, es, igualmente, se llega a una audiencia anónima, esto es, sabemos el número aproximado de personas que ven un programa, pero no sabemos individualmente quiénes son. Esto también es un obstáculo a la hora de ofrecer los espacios audiovisuales, pues desconocemos ciertos intereses reales, así como la formación de los telespectadores.

El consumo medio por persona y día en España es de unas cuatro horas y media. No difiere del resto de países de nuestro entorno La fragmentación de las audiencias por una oferta enorme de canales hace que la cadena que es líder en consumo no supere la cota (el share) del 17 o el 18 por ciento. Esto provoca que cada cadena, cada canal, tenga una determinada estrategia de programación. Lo que hemos de reclamar es que los intereses económicos no sean los únicos a tener en cuenta.

La publicidad

Gracias a ella, los medios pueden afrontar los enormes gastos de producción de sus diversos programas, ya sean éstos informativos, formativos o de ocio, presentados en formatos de lo más variados, desde los espacios especializados hasta los llamados “contenedores” de numerosos géneros y opciones. Está regulada. Debe cumplir unas normas éticas, y no puede sobrepasar unos porcentajes, de modo que haya una cierta proporción entre la programación que se brinda y los spots publicitarios ofertados.

La convergencia de los medios

Los medios están convergiendo en Internet, en la Red de Redes, y, como base tangible de ésta, en los ordenadores. La prensa, la Radio, la Televisión, el Cine y opciones de otro calado e importancia como la literatura en general, los blogs, las webs de todo género, etc. nos llegan a través del mismo soporte, como decimos, Internet, que está revolucionando las posibilidades de obtener información, de participar en los flujos comunicativos o de interactuar en lo que se conoce como Aldea Global. Hemos de tener una formación cuidada y amplia con el fin de poder elegir entre las numerosas opciones de información y de formación que se nos acercan. Hoy, más que nunca, precisamos una fortalecida cultura audiovisual y en la esfera de las nuevas tecnologías de la comunicación.

La responsabilidad

Todos somos responsables de lo que se emite por televisión y de lo que se consume. Los medios tratan de ofrecer lo que demandan los ciudadanos. Por ello, ante ofertas que son cuestionables, hace falta una mayor exigencia de calidad por parte de las Administraciones Públicas, de las propias empresas, de las asociaciones profesionales del sector, de la misma ciudadanía, a la cual hemos de ayudar a la hora de que ejerza un consumo responsable y ponderado. El aprendizaje y el consumo variado y equilibrado de contenidos se tercian básicos.

Defendamos el autocontrol y la responsabilidad de los propios medios, pero debemos recordar, en paralelo, a la sociedad que tiene en sus manos lo que John F. Kennedy llamaba el poder de los consumidores. Se nos ofrece lo que consumimos. Consumamos, pues, todo aquello que nos ayude a ser mejores personas. El buen juicio nos ha de acercar a la moderación y a menús variados y plurales, esto es, lo mejor es consumir diversos tipos de programas y cadenas, dejando a un lado los que se basan exclusivamente en estridencias, en el mal gusto, o en lo negativo.

El equilibrio

Decían los griegos que en el equilibrio está la virtud. Debe haber un consumo moderado de televisión en cantidad y en calidad. Los padres, el sistema educativo, los poderes sociales y políticos, las Administraciones en general, las Asociaciones y colectivos que tienen que ver con el sector, los propios medios, todos deben, debemos, poner su granito de arena para que la formación sea válida e integral en el campo audiovisual, sobre todo haciendo un especial hincapié en la protección de la infancia y de la juventud.

Recuerda que…

-El consumo excesivo de televisión nos conduce a ser personas solitarias y con menos habilidades para relacionarnos.

-La responsabilidad está en nuestras manos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

DÍA INTERNACIONAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA

Ante la jornada del 3 de Mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa

LAS LIBERTADES DE EXPRESIÓN Y DE INFORMACIÓN EN LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978

Hemos de resaltar la labor de servicio público que desarrolla la Prensa y los profesionales de la información

La Carta Magna española del año 1978 consagra el derecho a la libertad de información, así como a la libre expresión. Conviene, de vez en cuando, que sepamos exactamente lo que dice la Constitución al respecto, y por ello reproducimos a continuación el Artículo 20, que forma parte (lo recordamos) del Título I, correspondiente a los Derechos y Deberes Fundamentales.
Leámoslo con detenimiento tratando de comprender con exactitud lo que nos dicen unas palabras que son esenciales en cualquier Democracia que se precie como tal.
Debemos colocar en el frontispicio de nuestro quehacer periodístico esta literatura. En esta ocasión, destacamos el Artículo 20 y su relevancia social con motivo de la jornada del 3 de Mayo, consagrada como el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
Artículo 20.
1. Se reconocen y protegen los derechos:
a. A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b. A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c. A la libertad de cátedra.
d. A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La Ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
3. La Ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las Leyes que lo desarrollan y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
5. Solo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.
Tras su lectura, hemos de resaltar lo que, a todas luces, es obvio: sobre estas Libertades de expresión, de información y de opinión recae la esencia de la Democracia, y por ello cada día hemos de hacer el necesario esfuerzo para su conservación, mantenimiento y potenciación en la idea de que los Derechos solo se tienen cuando se ejercen. Rendimos homenaje con su defensa a ultranza a cuantos arriesgaron y/o dieron sus vidas para que se reconociera y hubiera en la Constitución las suficientes garantías para su sustento.

Sirva también esta pequeña publicación para reconocer la importancia de estas libertades que se fraguan, de manera primordial, en la Prensa, vehículo necesario para su cumplimiento y realización.

Cuando la precariedad laboral, los bajos salarios y la doble crisis que padecemos asolan a una parte muy numerosa de profesionales de la información, elevamos nuestra voz reclamando el fortalecimiento del sector, su defensa, su salubridad en definitiva, que ha de ser, sin lugar a dudas, la de toda la sociedad, a la que servimos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

martes, 14 de abril de 2009

Morir de hambre en el Siglo XXI

Siempre he pensado que una de las mayores tragedias del ser humano es morir de hambre. Es muy duro ver acercarse a la Parca con la lentitud y la agonía propias de ese ser del Apocalipsis que nos retrató algún evangelista y/o iluminado. Claro que debemos interpretarlo como un hecho tremendo, como también debemos observar y catalogar como una maldición el hecho de la tolerancia que, cada uno desde su atalaya, desde su responsabilidad, aceptamos desde un mal llamado Primer Mundo.

Miles de recursos son sobre-explotados todos los días, para todos los días acabar en un basurero. Es la locura del consumismo, que, por excesivo, produce más de la cuenta para tirar más de la cuenta, para que, como resultado de todo ello, falte lo más mínimo a cinco sextas partes de la Humanidad, un concepto que pierde en algunos territorios el valor de esta denominación.

Si hay algo (hay más cosas) que no se entiende en el Siglo XXI es el hambre, como tampoco es de recibo esa infamia de que haya ciudadanos y ciudadanas de segunda, tercera, cuarta o quinta clase a la hora de afrontar y sufrir determinadas enfermedades, para las que hay cuidados que implican su extinción o que, por lo menos, son de tipo paliativo. No hay derecho a que esto ocurra. No hay derecho a que lo aceptemos.

Hay iniciativas ciudadanas, que parten de multitud de Organizaciones No Gubernamentales, y que tratan de contener en lo posible esas consecuencias de la avaricia de unos pocos. Es claro que no ayuda el silencio de un porcentaje mucho mayor. El silencio nunca es rentable, y, en este caso, aún menos. Asistimos cada jornada a las frías estadísticas de unos informativos audiovisuales que buscan en el amarillismo y en lo truculento sus mejores y más atractivos menús. El hambre vende, como vende la opulencia y la descarnada soberbia de quienes se creen (o nos creemos) más por ser más afortunados en cuanto al lugar de nacimiento y las condiciones familiares.

Además, miles de recursos energéticos, miles de toneladas polucionantes infectan un planeta azul que cada vez es menos azul por la acción de unas sociedades que miran por encima del hombro a los que menos tienen. Por eso quizá les regalamos una buena dosis de nuestra contaminación. Aquí sí somos solidarios, y la hacemos suya igualmente. Las técnicas comunicativas fallan a la hora de contar que todos somos iguales de verdad y que debemos alejarnos de quienes piensan, como en la fábula de George Orwell, que algunos son más iguales que otros. Con este último aserto nunca podemos estar de acuerdo, pues, antes o después, la diosa fortuna nos lo puede explicar en negativo y en forma de esos últimos que nos decía Bertolt Brecht.

Es difícilmente explicable el hecho de que millones de personas, y, especialmente, niños padezcan y mueran de hambre todos los años. Hay recursos en esta sociedad desarrollada para que ello no sea así. Aceptar esa simiente dolorosa e injusta es someternos a un destino donde la mirada se tercia horrorizada. Podemos hacerlo todo para cambiar, para cambiarnos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

El universal, lo universal

El conocimiento, siempre nos dijeron, no ocupa lugar. Hemos entendido con el paso de los años que se trataba tan solo de una expresión, de una forma de hablar. Claro que ocupa un sitio determinado, aunque no lo veamos. Lo que ocurre es que, con el transcurrir del tiempo, parece que, cuando menos, las formas de almacenarlo o de interpretarlo se han hecho más minúsculas y más llevaderas en cuanto a peso y tamaño. La era de lo virtual, de Internet, de los chips prodigiosos nos ha conducido por escenarios anteriormente impensables, o, mejor dicho, únicamente soñados por las mentes más privilegiadas.

Todo el compendio de las ideas, de los eventos, de lo que ha sucedido, de lo abstracto, conforma una entidad difícilmente reseñable, pero que está ahí con sus fortunas más o menos entendibles para el común de los mortales. Lo hallamos en la Red de Redes, en ese espacio virtualmente real. Se ha descubierto la piedra filosofal, si bien no en el sentido que comprendieron o elucubraron nuestros ancestros.

Ahora todo es de otro modo. La ciencia se auto-alimenta, nos regala auténticos saltos de vértigo que nos invitan a comunicar todo con todo. El sentido de lo universal, de la conexión entre todo lo creado se advierte con una singularidad que nunca antes tuvimos al alcance. Es un tesoro difícil de evaluar, pues seguramente tiene todo el valor del mundo. No hay precio posible para las garantías y las opciones que ahora nos toca vivir y saborear. No siempre lo contemplamos de este modo, pero lo cierto es que las posibilidades son inmensas.

Todo el saber

Quizá, como somos seres de costumbres, con ellas dejamos de ponderar en su genuina valía las oportunidades de esta era imparable. Sin embargo, nadie puede negar que gozamos de ventajas que anteriormente no se poseían. Estamos a años luz de generaciones precedentes. Además, cada año, cada década, el salto es infinitamente mayor que el dado en el estadio anterior. El crecimiento es exponencial. Hace décadas que estábamos avisados de ello.

Por lo tanto, gracias a las nuevas tecnologías, todo el saber universal llega a toda la población, o puede arribar, pues a nadie se le escapa el hecho de quedan importantes cuotas de vacío en los países menos desarrollados, donde la economía sigue siendo la gran batalla perdida. Pese a ello, desde el punto de vista científico, la información, la formación y el uso del entretenimiento en nuestro tiempo de ocio son asequibles en virtud de las nuevas tecnologías y de Internet, que han universalizado todo a todos, como conviene repetir. De nuevo, la utilización de un hallazgo invita a pensar en sus resultados en función de los elementos equilibradores o de los afanes solidarios que se puedan dar, que no siempre se presentan. A menudo nos falta generosidad.

Cuando menos, digamos que, en teoría, todo el conocimiento universal (el que existe, el que existirá) está más cercano que nunca a ese sujeto universal de la información que considera José María Desantes, esto es, el público en general. De este modo, hay una convergencia de tecnologías, de medios, de recursos, y también de fines: lo universal llega al universal (al sujeto, al ser humano, al eje de la creación, según la vieja teoría griega). Cualitativamente y cuantitativamente esto es importante, pero ha de serlo más cuando el acoplamiento de opciones y de realidades se aproxime al porcentaje de ese 100 por 100 que tanto anhelamos, porque, además, es posible, y deseable… Podemos, amigos y amigas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 12 de abril de 2009

Información de la Junta Directiva del Colegio de Periodistas

Queridos/as compañeros/as:

Me dirijo en una nueva ocasión a todos vosotros con la idea de reiteraros mi firme convicción y confianza en las posibilidades que tiene el Colegio Profesional, una realidad que, en adelante, nos puede llevar a un fortalecimiento de todo nuestro colectivo.

Estamos ante una oportunidad excepcional, como repetimos constantemente. Seguro que coincidís en ello. Nos hallamos en una coyuntura organizativa histórica, y hemos de aprovecharla como esos cuantos trenes de nuestras vidas que aparecen de cuando en cuando y que marcan las trayectorias subsiguientes.

Tenemos la suerte de contar con ese nuevo instrumento de trabajo que es el Colegio. Se han aprobado sus Estatutos, como nos marcaba la Ley constitutiva. Ahora caminaremos conjuntamente de la mano la Asociación de la Prensa y el Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia. Intentaremos sacar partido a las dos entidades, a la más que centenaria Asociación, y a ese Colegio que nos otorga un nuevo vehículo en el viaje de este oficio nuestro tan controvertidamente maravilloso.

Uniremos a la Historia de la Asociación las capacidades organizativas del Colegio, así como de acceso a ayudas, de fortalecimiento del sector, de mejoras formativas, de más visibilidad, de organización de eventos, de consolidación de un mayor y más amplio espacio, etc. Ambas entidades representarán bastante bien al colectivo.

Hay muchas expectativas. Procuraremos, sin prisa, pero sin pausa, ir afrontándolas desde el espíritu de la colaboración y de la entrega a nuestros compañeros y compañeras y al resto de organizaciones que también defienden y luchan por nuestros intereses. Hemos de caminar unidos, en el afán y en la seguridad de que esa conjunción de propósitos nos dará la fuerza que necesitamos para enfrentarnos a la crisis que nos rodea, doble para nuestra profesión. Se dice que, entre el año pasado y éste, más de 6.000 puestos de periodistas se van a perder. Es un desastre. Lo es para nosotros, y también para la sociedad a la que representamos.

La gran apuesta es no quedarnos parados ante ello, ni ante la precariedad sempiterna, ni ante el intrusismo, ni ante aquellas actuaciones que carecen de ética o de deontología profesionales, ni tampoco ante situaciones que nos han ido quitando el prestigio y la reputación que antes teníamos y que ahora tanto nos cuesta mantener.

En fin, puede que sea una lucha romántica, titánica, desequilibrada en sus fortalezas y debilidades, pero ahí estaremos, y cuantos más seamos, mucho mejor. Os acompaño el informe que presentamos en la última Asamblea de la Asociación y el Colegio con las ventajas de la puesta en marcha de esta nueva realidad en nuestras organizaciones, dando cuenta de un contexto complejo, en el que nos ubicamos, y de las actuaciones y esperanzas que hemos puesto en esta nueva singladura.

Recordad que contamos con todos. Aquí no sobra nadie. Por supuesto, tratemos de ser más. Ánimos no nos faltan.

MIEMBROS DE LA CANDIDATURA A LA JUNTA DIRECTIVA DEL COLEGIO OFICIAL DE PERIODISTAS DE LA REGIÓN DE MURCIA Y DE LA ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DE MURCIA

Juan TOMÁS FRUTOS es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Está en posesión de sendos masters de Producción en Radio y en Televisión, y es especialista en Comunicación Audiovisual y Publicidad por la Universidad de Murcia. Desde el año 1.996 es Jefe de Programas e Informativos de TVE en Murcia. Previamente ha tenido un intenso y variado currículum por diversos medios Audiovisuales y de Prensa. Ha compatibilizado su actividad profesional con la docencia, y, en este campo, ha sido profesor-investigador en la Universidad de Madrid y en la Universidad Católica "San Antonio". Actualmente es profesor de "Programación Audiovisual” y de “Comunicación Interna” en la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia, y está, igualmente, adscrito al Programa de Doctorado. Ha sido hasta ahora Presidente de la Asociación de la Prensa de Murcia. Colabora en su Anuario como encargado de la Secciones de Internacional y de Educación. Participa en distintas actividades solidarias, y ha estado vinculado a numerosas ONG´s. Específicamente es un estrecho colaborador de la Embajada del Ecuador en temas de inmigración, y empieza a consolidarse como un experto en la educación dirigida a niños extranjeros. Ha escrito varios libros de manera individual y colectiva de comunicación, de relatos y artículos, y de poesía.

Francisco M. Martinez-Campos y Sanchez
Nacido el 27 de Febrero de 1958
Estudios de Periodismo y Magisterio.
Periodista desde 1985
Técnicos en radiodifusión y televisión desde 1978.
Miembro de la Academia de la Televisión
Profesor de la facultad de CC.II en Madrid en los años 1984-85 y 85-86
Redactor fijo en RNE en 1982
Director de Informativos Comunidad de Madrid desde 1985 hasta 1987
Coordinador de Sociedad de 1989 a 1993
Director de RNE en Segovia en 1993
Director de RNE en La Rioja en 1995
Director de TVE en La Rioja en 2000
Editor de Informativos TVE Canarias en 2004
Director de Informativos 7 RM en 2006 hasta la actualidad.

María Arroyo Cabello

María Arroyo es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, profesora acreditada, y desde 1997 docente en la Facultad de Comunicación de la Universidad Católica San Antonio de Murcia. Profesora invitada en la Universidad de Coimbra y miembro de la Asociación de Historiadores de la Comunicación y de la Sociedad Española de Periodística.
Ha publicado: El periodismo cultural en Murcia (1900-1932), Instituto de la Comunicación, Murcia, 1994; El artículo como arma política. La prensa y el declive de la Restauración (1905-1930), Port-Royal, Granada, 2001. Ha coordinado y escrito un capítulo del libro Los medios de comunicación en la democracia (1982-2005). Prensa, radio y televisión. Internet y grupos de comunicación, Fragua, Madrid, 2006. Y ha publicado trece artículos en revistas de su especialidad.

Lola García Abellán

(Alcantarilla, 1970). Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad, es redactora jefa del Diario La Opinión de Murcia, donde lleva trabajando más de una década. Empezó su andadura profesional en Onda Regional de Murcia, emisora en la que trabajó casi un lustro y en la que desempeñó, incluso, la tarea de corresponsal de esta radio en Madrid mientras estudió los dos últimos cursos de la licenciatura. También ha trabajado en el Gabinete de Prensa de la Federación Regional de Asociaciones de Padres y Madres de la Región de Murcia, en el Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Murcia y en radio Sintonía de Alcantarilla.

Alberto Castillo Baños

(Murcia 22-Octubre de 1956)

Sus comienzos fueron en la desaparecida Radio Juventud de Murcia.
Lleva veinticinco años de actividad profesional ininterrumpida en la Cadena SER.
Ha sido Director de la emisora de Cieza (1985-1986)
Jefe de Programas de la emisora de Málaga (1986-1994)
En la actualidad Director Regional de Contenidos e Informativos en la Cadena SER en la Región de Murcia.
Columnista diario en el desaparecido diario “El Sol” en su edición de Andalucía (1990-1993)
En la actualidad sigue colaborando en el periódico de información cofrade “Frente a la Tribuna” (Málaga)
Ha publicado numerosos artículos costumbristas y de religiosidad popular (Semana Santa y Romerías) en revistas y publicaciones nacionales y regionales
Autor del libro “Murcia la Pasión del Barroco”
Primer premio de literatura Ciudad de Jumilla con “La Murcia del XVIII-aparición de la Prensa periódica”
Forma parte de la Asociación de la Prensa de Murcia desde el año 1995

Juana Aguilar Mediavilla
Madrid, 28 de Noviembre 1957

DATOS ACADÉMICOS.
Licenciada en Ciencias de la Información, por la Universidad Complutense de Madrid.
Obtención de la Suficiencia Investigadora, por la Universidad de Murcia.

DATOS PROFESIONALES.
Desde junio de 1980 a agosto1989. Productora de Video, en el Centro de Medios Audiovisuales de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

De marzo de 1990 a noviembre de 2003. Jefa de Prensa del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia.

De noviembre de 2003 a marzo de 2004. Directora de Comunicación de la Secretaría Sectorial de Atención al Ciudadano, Calidad Asistencial y Drogodependencias de la Consejería de Sanidad.

De marzo 2004 a febrero 2008. Jefa de Gabinete y Prensa de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, nombramiento por Consejo de Gobierno de 18 de marzo de 2004.

De febrero 2008 al momento actual, Jefa de Prensa del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia.

María José Montesinos Pérez (Murcia, 1960).

Jefa de Sección de Local de 'La Verdad'.
Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutendse de Madrid. Ha desarrollado diversos comentidos en la Redacción del periódico, con mayor incidencia en el área de información Local y de Corresponsales. Fue responsable de las páginas de 'La Verdad Joven', publicación periodística infantil y juvenil de 'La Verdad'. También fue colaboradora en 'La Hoja del Lunes'.


Mariano Manzanares Cañavate (Cartagena, 1954).

Editor de Actualidad y Cierre.
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutendse de Madrid. Ha desarrollado siempre su trabajo periodístico en la plantilla de 'La Verdad', especialmente en la Redacción de Noche, pero también ha desempeñado diversos cometidos redaccionales como resonsable de Números Extraordinarios y Monográficos o de las Publicaciones Gratuitas de 'La Verdad' en la región, especialmente 'Vecinos'. Fue impulsor y responsable durante diez ediciones consecutivas de las páginas especiales del periódico dedicadas a la Vuelta Ciclista a Murcia.

Concha Pérez Álvarez

Nació en Almendralejo (Badajoz) el 10 de enero de 1969.
Licenciada en Ciencias de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense de Madrid en el año 1992.

Su vida profesional ha girado sobre todo en torno a la prensa escrita, desde sus comienzos como corresponsal del diario Hoy de Extremadura hasta llegar a tierras murcianas donde trabajó en el Diario 16, más tarde en el departamento comercial del diario La Verdad y, posteriormente, en La Opinión.

Durante una etapa compaginó su labor de periodista con la práctica de la enseñanza. También ha trabajado en varios gabinetes de comunicación de la administración y del ámbito privado.
En la actualidad es la responsable de prensa del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Murcia, cargo que desempeña desde el año 2004.

Antonio Ángel Botías Saus

Murcia, 1975
Casado, con dos hijas
Licenciado en Periodismo
Licenciado en Medios Audiovisuales
Doctorando

Trayectoria profesional (resumen)

Redactor/locutor de la Cadena Ser; redactor de La Verdad de Murcia; presentador y redactor de Canal 6. Colaborador del diario ABC, El Semanal, El Correo Vasco y los diarios El Comercio y El Mercurio (en Ecuador), entre otros. Autor de tres libros sobre historia y tradiciones de Murcia y medios de comunicación. Director de varios documentales para las cadenas del Grupo Vocento. Ha recibido diversos premios por su carrera periodística (Procesionista de Honor del Cabildo de Cofradías, Pregonero Oficial de la Navidad en Murcia, Premio Internacional de Turismo, Insignia de Oro del Carnaval de Cabezo de Torres, entre otros). Fue uno de los primeros periodistas murcianos en acreditarse ante el Parlamento Europeo y ha sido responsable de las visitas de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI a España.


José Miguel Colmenero García (Murcia, 1972)

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y Diplomado en Empresariales por la Universidad de Murcia.

Después de trabajar durante unos años en distintos medios de comunicación (principalmente de prensa escrita) crea en 1998 Vinci Project, S.L , empresa Consultora en Comunicación Empresarial e Institucional y Gestión Cultural, con oficinas actualmente en Murcia (España) y Leeds (Reino Unido).

Desde esta empresa, Colmenero ha diseñado planes y estrategias de comunicación para diversas empresas e instituciones regionales, nacionales e internacionales (Mitsui Co, Embajada de Libia, Instituto Egipcio de Estudios Islámicos y Mediterráneos, INFO, Colegio oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de la Región de Murcia, Club Náutico Dos Mares, EMAC, etc.)
También ha desarrollado una importante labor como gestor cultural traducida en el comisariado de medio centenar de exposiciones, coordinación y edición de publicaciones y otros actos culturales.

Marta M. Martínez

Irún (Guipúzcoa), 1959.- Estudia bachiller en el colegio Asunción Cuestablanca, de Madrid, y realiza la carrera de Ciencias de la Información, rama Periodismo en la Universidad Complutense. Inició su carrera profesional en Efe Madrid, donde se especializó en la sección España para Iberoamérica, y posteriormente en Nacional, dentro del área de Política.
Se trasladó como redactora a la Delegación de Efe en la Comunidad Valenciana, con sede en la capital, donde se encargó entre otras de las informaciones de Laboral, Economía, Política, Bolsa y Sucesos.
De nuevo en Madrid es redactora de la sección de Economía y Empresas, en la que se especializó en información de Mercados y Bolsa y posteriormente en los temas de Agricultura, Pesca y Empresas Agroalimentarias.
En verano de 1996 es nombrada delegada de la Agencia EFE en Murcia, donde ejerce en la actualidad como redactora.


Mª Carmen Cañete Vera

-2006 : LICENCIADA EN PERIODISMO

- MEDIOS DE COMUNICACIÓN
-1993-1995. Colaboración en Telecable Jumilla
-Informativos, entrevistas, programas especiales,
reportajes y retransmisiones en directo.

-1995. Colaboración en TeleYecla.
-Presentación de un programa infantil.

-1996-2000. Radio Jumilla
- Hasta 1999 como redactora, realizando entrevistas,
magazines, programas musicales, elaboración y
grabación de cuñas publicitarias.
- 1999 a 2000. Directora y encargada de los departamentos de Publicidad y Administración.


-2000-2002. Semanario El Faro de Jumilla
-Tres primeros meses como redactora y después
como delegada.
-Responsable de la gestión, redacción, fotografía y
maquetación. Realización de entrevistas, reportajes,
noticias, etc.

-2002-2003. Colaboración en SoloRadio Murcia.
-Programa en directo de cuatro horas diarias.

-2002-2003-2004-2006. Colaboración- los meses de verano- en el Faro de Jumilla

-2005. Prácticas de verano en RNE (Murcia)

-2006. Colaboración con RadioIntereconomía-Murcia.
Grabación de cuñas

-2007. Programa semanal en directo en Telecable Jumilla.

- 2007. Abril. Retransmisión en directo, a nivel regional, de una
procesión de Semana Santa de Jumilla para Canal 7
Región de Murcia

-2006. Desde Octubre, Puesta en funcionamiento y Responsable
del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Jumilla

Francisco Fuentes Llamas

Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas.
Licenciado en Periodismo
Curso de Adaptación Pedagógica (CAP)
Actualmente cursando el Master de Doctorado en Periodismo
Colaborador de la Asociación de la Prensa de Murcia desde 2007

Javier Adán García

Licenciado en C.C.de la Información en la UPV
Curso de Adaptación Pedagógica (CAP) en la UPV
Suficiencia investigadora en la UMU
Redactor en Diario de Mallorca, Diario 16 Mallorca, La Opinión de Murcia
El Mundo Siglo XXI, Director de Servicios Informativos de Murcia, Responsable de Gabinete de Comunicación del Colegio de Economistas de Murcia, Colegio de Fisioterapeutas de Murcia, Asociación de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones.

Manuela Zamora Ramos

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid desde 1986. Comenzó a trabajar como corresponsal en Cartagena de la Agencia Efe y RNE. Es redactora de TVE desde 1989 realizando actualmente labores de editora de informativos y presentadora. También dirigió y presentó un programa sobre Medio Ambiente, otro sobre Asamblea Regional y el magazine de verano.

TRES ÁREAS DE ACTUACIÓN

Vamos a definir algunas áreas en las que debemos incidir. Junto a las funciones definidas en los Estatutos, y en la Ley (no lo olvidemos), y guiados por la filosofía anteriormente señalada de defensa de los intereses de los compañeros y de deontología profesional, la Junta de Gobierno del Colegio prestará especial atención e interés a tres áreas primordiales, que permitirán el arranque e impulso del Colectivo de periodistas y su consolidación. Sin esa nueva realidad no llegaremos a parte alguna. La experiencia anterior corrobora lo que estamos indicando.

Es bueno que poco a poco vayamos poniendo negro sobre blanco, esto es, lo que pensamos en torno a lo que es o debe de ser la nueva realidad del Colegio Oficial de Periodistas. En el debate, en la discusión, en el análisis, siempre sosegado, podemos hallar soluciones a los sempiternos problemas de la profesión. Conviene que todos opinemos sobre lo que sucede o acerca de lo que debería acontecer.

Las 3 áreas mencionadas en las que debemos basar nuestra actuación son, o habrían de ser, la Económica, la Formativa y la Social. Conscientes de su destacada importancia, de su relevancia en diversos planos e iniciativas, se crearán 3 vicedecanatos, cada uno con un comentido, y directamente vinculados a cada una de ellas, en apoyo y en algunos casos como representación del propio Decano y siempre con la participación del resto de la Junta Directiva, organizados todos ellos en base a comisiones y grupos de trabajo (en los que también estarán invitados a colaborar todos aquellos colegiados que estén interesados, como no podía ser de otro modo). Conviene resaltar que en esta etapa no sobra nadie. Todas las manos serán buenas, y hasta necesarias, para abundar en aspectos ya emprendidos y para llevar a feliz término otros nuevos. En este sentido, hemos de recalcar que estos objetivos y pretensiones son una base sobre la que generar y gestar unas más amplias ofertas y propuestas.

Capítulo Formativo:

El aprendizaje y el reciclaje son sustentos fundamentales. La precariedad laboral del sector ha hecho que se hayan descuidado muy mucho. Entre las distintas acciones que hay que desarrollar en este punto, avanzamos, de manera sucinta, las siguientes, sin perjuicio de ir añadiendo otras:

- Creación de títulos propios del Colegio y puesta en marcha de un Master con consideración universitaria que sea referente de prestigio en nuestro ámbito de influencia regional (y con vocación nacional). Éste puede ser un punto crucial. La imagen de marca hay que fomentarla. La ciudadanía en general, y el sector en particular, han de entender quiénes somos, lo que pretendemos, y cuáles son las nuevas apuestas.
- Foro de la Comunicación. Con el patrocinio y el apoyo económico de una empresa destacada, o de varias, se programarán 3 o 4 charlas – coloquio de importantes periodistas. Aquí podemos contar con el concurso de los propios medios. Hay que estar pendientes de visitas de profesionales descollantes. Esas sinergias debemos optimizarlas.
- Política de becas y de ayudas para colegiados en paro o con rentas bajas y también para pre-colegiados. Esta última figura está contemplada en los Estatutos de ambas entidades, el Colegio y la Asociación. El apoyo social, como diremos a continuación, es básico para que compactemos al sector.

Capítulo Social. En 2 vertientes o caras, la externa y la interna. Ambas se han de complementar de manera coherente y procurando un desarrollo armónico y corporativo.

- En la externa, el Colegio debe ser marca de prestigio y profesionalidad entre los ciudadanos y organizaciones empresariales e institucionales. Para ello hay que diseñar una imagen corporativa y desarrollar una serie de acciones que permitan al Colegio consolidar su nicho de influencia y reconocimiento. Tenemos el punto de partida de la Asociación de la Prensa, lo que garantiza un buen comienzo, pero hemos de afanarnos en llegar mucho más lejos. Aquí tampoco debe haber pausa. Debemos seguir trabajando en la dotación de la máxima visibilidad que podamos. Debemos ser conscientes de esa máxima que a menudo aplicamos en otros ámbitos: lo que no se cuenta no existe.
- En la interna. Cohesión de los colegiados mediante actos de hermandad, tertulias, etc. En otros momentos, nuestro colectivo ha tenido algún acto que hemos de recuperar en conjunción con otros de nuevo cuño. Aprovechemos experiencias edificantes de otros momentos para rescatarlas e incrementarlas en cantidad y calidad.
- Captación de nuevos colegiados. Las Facultades de Comunicación de la Región o de las comunidades autónomas cercanas han de ser nuestro referente inmediato para intentar que los futuros licenciados y licenciadas nos conozcan. Hemos de darnos a conocer todo cuanto podamos entre ellos.
- Convenios con entidades para ofrecer ventajas a los colegiados. En este sentido, hemos de seguir con la política emprendida hace años por la Asociación de la Prensa y la propia FAPE. Estas ventajas son un añadido al resto de cuestiones, que son mucho más vertebradoras y cimentadoras del colecctivo.

Capítulo Económico. Es fundamental encontrar vías de financiación estables que ofrecerán al Colegio una mayor libertad de actuación. Hemos de evitar situaciones de penuria de otras etapas. Además, una dotación económica suficiente nos ha de permitir indepedencia y más posibilidades de emprender actuaciones en todos los perfiles que hemos explicado. Aquí se trata de crecer de manera paulatina, sin forzar el ritmo. Lo importante es ir consolidando los esfuerzos y mantenerlos año tras año, con considerables incrementos.

LOS COLEGIOS DE PERIODISTAS: UNA NECESIDAD, UN IMPULSO

I. La formación de los periodistas: hay que compatibilizar la formación teórica con la adquisición de experiencia práctica

¿El periodista nace o se hace? Pregunta clásica para el debate, que además lleva aparejada una cuestión que ha afectado desde siempre a esta profesión: el intrusismo. Hemos que decir que, al menos según los últimos estudios de la profesión (es verdad que no siempre somos realistas en ellos: no nos atrevemos a contar todo lo que vemos) el intrusismo parece haberse convertido más en un mito que en una realidad. Bien puede ser –lo damos por seguro- que esta situación se deba a la proliferación de las facultades de periodismo en toda España. Con cientos de licenciados en comunicación todos los años en las universidades es difícil creer que un empresario se vea en la necesidad de contratar a una persona no titulada. No obstante, sí ocurre, pero creemos que es, sobre todo, en los ámbitos rurales o de menor desarrollo económico, y quizá también se da el caso de personas que son contratadas en los medios porque les aportan un nombre o un prestigio.

Tal vez la cuestión estribe en que hay que dotar a la profesión periodística del valor que se merece a través de la asignación, con base legal, de una serie de competencias profesionales que deben adquirirse en las facultades. Nos atrevemos a decir que estamos en el momento perfecto para luchar por esta causa, con la introducción paulatina en la que nos hallamos de los estudios de grado en todas las facultades españolas, aunque nos tememos que puede ser otra oportunidad perdida. Es la única forma de acabar con el intrusismo, en la medida en que esté extendido; un intrusismo que, por otra parte, no puede existir -no se permite- en otras profesiones, al parecer más valoradas por el legislador, o tal vez más unidas y mejor representadas. Nos referimos a profesionales como los arquitectos, los ingenieros o los médicos. El final no puede ser otro que el hecho de que sólo un profesional del periodismo, es decir, un licenciado, pueda poner su firma a una noticia, una entrevista o un reportaje.

¿El periodista nace o se hace? Digamos que sólo puede ser una mezcla de ambas cosas. Para empezar, porque sin una verdadera vocación es difícil que muchos continúen en una profesión en la que lo que más extendido son los sueldos bajos y los horarios excesivos, incluidos fines de semana. Para continuar porque el periodista debe adquirir un andamiaje teórico y cultural en la facultad. Y, para seguir avanzando, porque esta formación teórica debe complementarse con la necesaria experiencia práctica. Y siempre continúa, porque el aprendizaje, y muy especialmente de esta profesión, no puede ser sino permanente durante toda nuestra carrera laboral.

Esto que decimos nos conduce a dos reflexiones más: la exigencia de acercar las universidades a las empresas y a la profesión, es decir, al mundo real, y, por otro lado, de una continua formación del periodista a través de cursos de reciclaje. Con respecto a lo primero, es evidente que hay que dotar a los estudios de periodismo de más herramientas prácticas que se traduzcan en competencias profesionales, en experiencia, al fin y al cabo, para los estudiantes. En lo que se refiere a los cursos de reciclaje, ya hemos comprobado en un muestreo de 2008 que son pocos, aunque bien instrumentalizados. Esta formación es, sin lugar a dudas, imprescindible, habida cuenta de que en nuestra profesión debemos estar siempre pendientes de actualizarnos para acometer las nuevas demandas. En definitiva, si la universidad no puede dejar de dirigirse más al mundo real de la profesión, tampoco ésta puede olvidar la formación continua de los profesionales.

En el terreno de la formación, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación ocupan un puesto privilegiado. Su contemplación en los planes de estudio de las universidades ha dado un giro de 180 grados en la última década. Y lo mismo ocurre en el terreno profesional.

No olvidemos la necesaria formación en estas tecnologías, para conseguir las competencias digitales adecuadas para un manejo también más eficaz. Tampoco obviemos su uso racional como fuente de información, pues Internet se ha convertido en una fuente fundamental en el trabajo diario de los medios. Como cualquier otra fuente, hay que contrastarla, y es ésta una carencia grave que se ha recogido en algunos estudios nacionales.



II. Las condiciones laborales del periodista: superar la precariedad, conciliar el trabajo con la vida familiar

El perfil del periodista podría definirse como hombre o mujer en número casi idéntico, aunque esta tendencia puede invertirse en el futuro, habida cuenta de que el número de mujeres supera con creces al de hombres en las facultades de periodismo-, joven –se accede a la profesión con una media de 24 años-, soltero, y sin perspectivas de tener descendencia y de formar una familia a corto plazo. Su remuneración no suele ser muy alta, pues, tal y como concluimos en el estudio que realizamos en la Universidad de Murcia en 2008, sólo uno de cada cuatro tiene un salario decente en concordancia con el alto nivel de vida que existe en España. Los datos de este citado estudio no son del todo malos, pero nos tememos que la realidad puede ser bastante peor.

Los horarios excesivos, incluidos muchos fines de semana, pueden muy bien ser la razón por la cual es tan difícil conciliar la vida familiar con el ejercicio de esta profesión. Los medios nunca descansan, y los periodistas van a la par. Precisamente, en la tarea de superar la precariedad laboral del periodista deben jugar un papel fundamental las Asociaciones y los Colegios Oficiales de Periodistas.

III. Trabajar unidos: la importante labor de las Asociaciones y Colegios de Periodistas

Ante los problemas planteados por los profesionales, y, tal y como se ha indicado, una de las posibles fuentes para mejorías y dirimir conflictos (quizá son unos términos excesivos, pero lo cierto es que recogen muchas esperanzas), una de las fuentes de solución o de resolución de problemas en todo caso, son los Colegios Oficiales, e incluso las mismas Asociaciones de la Prensa que van a derivar (están en ese proceso) en los citados Colegios. Entidades que serán los interlocutores básicos con los que trabajar de cara a la lucha común y unida frente a la precariedad laboral, los bajos salarios, el intrusismo, las presiones, las deficiencias y carestías en el ejercicio de la profesión, la falta de regulación, el incumplimiento de las leyes, la necesidad de apoyar a determinados colectivos y de amoldar, por ejemplo, horarios y quehaceres, etc.

Hay mucho por realizar, y es muy poco lo que se ha llevado a cabo desde estas entidades, incluso en los últimos años. Se reclama por parte del propio colectivo unión, y unión hay que conseguir para salir de este estancamiento en el que estamos.

Los Colegios, como se suele decir, serán lo que quieran los profesionales. No son obligatorios, ni lo serán. La normativa europea, y específicamente la española, no marchan por y con esa dinámica. Hasta los que eran obligatorios en otros ámbitos y esferas dejarán de serlo, y nos parece bien. Los colectivos y sus representantes deben ganarse una credibilidad que, en el caso específico de los periodistas, es el arma concreta con la que poder afrontar los grandes problemas de falta de prestigio con que están siendo calificados socialmente en los últimos años.

Entre las funciones de los Colegios estará el definir qué es ser periodista, y, sobre todo, qué o quién no lo es; poner en marcha Estatutos de la profesión, consensuar códigos deontológicos, definir y hacer seguimiento de buenas y malas praxis de este oficio, poner en marcha Observatorios del funcionamiento de los medios y sus trabajadores, y colaborar con los sindicatos y las Administraciones en la dignificación y mejora de un quehacer comunicativo que, recordemos, es básico para una sociedad democrática.

El quehacer de los Colegios Oficiales de Periodistas es básico y fundamental para un crecimiento digno y acorde con los cánones y las responsabilidades de una profesión que ha cedido demasiado de un territorio que no es suyo, sino que más bien toma de la propia sociedad, a la cual se debe y a la cual sirve en una clara función pública (la misma que le confieren el sentido común y las leyes).

Los Colegios deben, pues, estar atentos a lo que ocurre e ir sumando con el resto de organizaciones de la esfera comunicativa en el deseo de que la mejora de lo periodístico lo sea también de toda la sociedad. El papel es arduo, y, seguramente, a largo plazo, pero también los resultados serán interesantes y muy atractivos para todos.

Los Colegios Oficiales de Periodistas

Los nuevos retos de la profesión periodística están ahí, y por ello, entre otras actuaciones, se están transformando las Asociaciones de la Prensa, o bien, en paralelo, se están generando otras entidades cercanas, como son los Colegios Oficiales, que, sin duda, no van a ser, como se puede suponer, ninguna “panacea” a la hora de solventar los problemas del gremio. No obstante, van a ser un revulsivo necesario. Como quiera que no es imposible recuperar el tiempo perdido y ese maltrecho prestigio, vapuleado por un ejercicio de la profesión que, en algunos ámbitos (léase, por ejemplo, la mala Prensa del corazón o la telerrealidad, repetimos), no es el más certero, o por una coyuntura de crisis que nos ataca de una manera particular, es necesario que estas nuevas entidades aglutinen toda la fuerza que sea posible del sector y de sus profesionales en aras de mejoras sustanciales que también redundarán en la sociedad al completo. No olvidemos que los medios y sus trabajadores se deben a los ciudadanos y ciudadanas, a quienes sirven a través de la labor pública que desempeñan.

Entre otras, en todo caso como algunas de las más sobresalientes, las ventajas de estos colegios serán:

-Van a dar mayor presencia al colectivo de los periodistas.

-Supondrán un instrumento de actuación, de formación y de reivindicación más útil y ágil para los profesionales de la comunicación.

-Dotarán de mayores relaciones y de otros instrumentos de presencia y de presión, como pueden ser los Observatorios sobre la situación del sector o las Comisiones de Trabajo en ámbitos como los éticos y deontológicos.

-Calarán más en la sociedad, y esperemos que también en el colectivo.

-Generarán y brindarán mayor cercanía a los problemas del gremio.

-Como no serán obligatorios, recalcarán la necesidad de estar más unidos.

-Procurarán un impulso de estas entidades y de los colectivos que aglutinan.

-Su ámbito específico será la defensa de los derechos profesionales, uniendo esfuerzos con los sindicatos, que han de abordar, en lo que es su papel fundamental, la defensa de los derechos laborales.

Éstas serían las ventajas, por así decirlo, de carácter filosófico-funcional. No obstante, parece evidente que habrá mejoras, cambios y aprovechamientos mucho más tangibles. Indefectiblemente serán los siguientes:

-Aumentarán la representatividad social e institucional de los Periodistas y de sus entidades de proyección, ya que los colegios son órganos reconocidos como instrumentos de participación social de los profesionales, según prevé el artículo 36 de la Constitución.

-Mejorarán la propia organización interna de estas entidades. Se avanzará en las normas del buen gobierno, ya establecidas, por otro lado, en el seno de la FAPE, pero que, en algunos casos, encuentran ciertas dificultades para su aplicación. Las exigencias legales que prevén las leyes autonómicas de los colegios, con el fin de poner orden en las cuentas y un mayor control no solo del buen funcionamiento democrático sino también de su régimen económico, supondrán un acicate para el colectivo en global.

-Las funciones deontológicas quedarán reforzadas. La Comisión de Quejas, como esboza la propia Ley, por ejemplo, de Murcia, tiene un reconocimiento expreso, y con seguridad que tendrá una mayor proyección pública e institucional. Habrá que trabajar en ello.

-Conviene recordar que no mermarán el papel y los objetivos de las Asociaciones actuales. Como en el caso de Murcia mantendrán su papel y protagonismo en las funciones que los propios miembros consideren oportunas. Es bueno que se perpetúen como herederas de un maravilloso legado histórico y/o patrimonial.

-Reiteramos el papel de acercamiento y de motivación que pueden realizar y que, sin duda, ya proyectan en los más jóvenes. Cada año cientos de egresados salen de las universidades en busca de un trabajo digno: les podemos ayudar, al tiempo que, si los entusiasmamos, podemos llegar mejor a las Redacciones, a lo que son en realidad, a cómo viven los periodistas, a los problemas…

Seguro que, poco a poco, podremos ir incorporando más funciones y más anhelos. Lo importante es su inmediata puesta en marcha en el afán (esperamos lograrlo) de conseguir estar más unidos y de optimizar las muchas capacidades y posibilidades que tenemos. Lo primero de todo es que creamos mucho más en la profesión. El milagro de una vuelta al prestigio y a la dignidad es posible. También es deseable por y para toda la sociedad, que es la beneficiaria del quehacer periodístico.

IV. Cronograma de los pasos a seguir para crear los Colegios Oficiales de Periodistas

-El primer paso es el contacto con todos los miembros de la organización profesional de referencia, que ha de ser la Asociación de la Prensa de la Región, en el caso de las uni-provinciales, o las diversas asociaciones existentes, en el caso de las multi-provinciales. Si en este último supuesto existe una Federación es claro que ésta es el referente de partida. La idea es que se celebre una Asamblea que impulse ese movimiento de creación del Colegio Profesional desde la propia Asociación o Federación. Hay que limar asperezas y mostrar a todos que se trata de un movimiento integrador y nada excluyente, donde la idea es perseguir una mayor dignificación de la profesión, a través de los Colegios, a los cuales solo se accederá desde las titulaciones que ofrece la Universidad.

-Es clave también el contacto con el poder Ejecutivo, y, a continuación, con el Legislativo. Ellos han de garantizarnos su apoyo. Hemos de convencerles de que estamos en el mismo barco y de que el Colegio, como ya se ha dicho, va a suponer una mayor unión del sector y una mejora cualitativa y cuantitativa del mismo a través de órganos de asesoramiento y arbitraje incluso.

-La experiencia nos dice que en un plazo de tres a seis meses, si el Poder Ejecutivo y Legislativo están por la labor, se debe aprobar la Ley marco que establece la creación del Colegio en la comunidad que fuere. Aportamos la Ley aprobada en Murcia, que es muy sencilla y que especifica que la Asociación de la Prensa es el punto de inicio, esto es, aparece como promotora y se asume, desde la propia norma, a todos los asociados que existieran hasta ese momento en esa entidad centenaria y de enorme calado social. Es una ley sencilla que nos entronca con FAPE, a la que se referencia como un bastión para dirimir conflictos de acceso desde la Comisión de Garantías: eso nos parece fundamental, pues los Colegios nunca han de ser elementos disgregadores de la Federación.

-El siguiente paso será la elaboración de los Estatutos, como explicitará la propia Ley del Colegio, para lo cual se convocará la Asamblea Constituyente del mismo, compuesta por los miembros de la Asociación de la Prensa que fuere. Una vez reciban el visto bueno asambleario, se remitirán a los Servicios Jurídicos de la Comunidad Autónoma para que sean visados y aprobados. Superado este trámite, se convocarán elecciones para decidir quién será el primer Decano y cuál ha de ser su primera Junta Directiva.

IV.1. Recomendaciones

-Todas las Asociaciones de la Prensa y/o Federaciones regionales de las mismas deberían plantearse convocar en el primer trimestre del año 2009 esas asambleas de impulso que hemos citado, y cuya labor sería la de servir de locomotoras de sus respectivos Colegios. En paralelo, las Juntas Directivas deberían reunirse con los poderes Ejecutivos, y contactar también con los representantes políticos en las correspondientes cámaras autonómicas, a fin de ir preparando el terreno y de que vayan empezando a confeccionar y a consensuar las oportunas Leyes para erigir los Colegios Oficiales de Periodistas en cada Comunidad Autónoma.

-En cuanto a las regiones donde no existe federación, una propuesta, que no tiene ningún afán reduccionista, ni excluyente, ni pretende generar controversias (es una posibilidad a tener en cuenta, sin perjuicio de las que se propongan por las propias Asociaciones de la Prensa), podría ser la convocatoria de una asamblea de todas las Juntas Directivas de las asociaciones existentes en la Comunidad que fuere, con el fin de elegir a una “Comisión de Notables”, consensuada por todos, y que actuaría por delegación, que se encargaría de encauzar los trámites y contactos conducentes a la constitución del Colegio. Sería bueno que esta Comisión estuviera tutelada por la propia FAPE en la idea y con el objetivo de contribuir a una representación lo más plural y aceptada posible.


V. ANEXOS

Presidencia

4911 Ley 5/2007, de 16 de marzo, de Creación del
Colegio Oficial de Periodistas de la Región de
Murcia.
El Presidente de la Comunidad Autónoma de la
Región de Murcia

Sea notorio a todos los ciudadanos de la Región de
Murcia, que la Asamblea Regional ha aprobado la Ley
5/2007, de 16 de marzo, de creación del Colegio Oficial de
Periodistas de la Región de Murcia.
Por consiguiente, al amparo del artículo 30.Dos, del
Estatuto de Autonomía, en nombre del Rey, promulgo y ordeno
la publicación de la siguiente Ley:

Preámbulo

El artículo primero del título preliminar de la Ley Orgánica
11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria,
establece, en su apartado b, que es función de la
Universidad al servicio de la sociedad: “La preparación
para el ejercicio de actividades profesionales que exijan
la aplicación de conocimientos y métodos científicos
o para la creación artística”.

Por su parte, el artículo veintiocho de esta misma
norma determina, en su primer punto, que “El Gobierno, a
propuesta del Consejo de Universidades, establecerá los
títulos que tengan carácter oficial y validez en todo el territorio
nacional, así como las directrices generales de los
planes de estudio que deban cursarse para su obtención y
homologación”.

Al amparo de la referida Ley Orgánica se promulgó
el Real Decreto 1.497/1987, de 27 de noviembre,
por el que se establecen las Directrices Generales Comunes
de los Planes de Estudio de los Títulos Universitarios
de Carácter Oficial y Validez en todo el Territorio
Nacional.

Y en consonancia con el mismo vio la luz el Real Decreto
1.428/1991, de 30 de agosto, por el que se establece
el título universitario oficial de Licenciado en Periodismo y
las directrices generales propias de los planes de estudios
conducentes a la obtención de aquél.

La Constitución española, en su artículo 149.1.18, reserva
al Estado las competencias sobre las bases del régimen
jurídico de las administraciones públicas, y el artículo
36 prevé que la Ley regulará las peculiaridades propias del
régimen jurídico de los colegios profesionales.

La legislación básica estatal en esta materia se encuentra
recogida en un texto normativo preconstitucional,
la Ley 2/1974, de 13 de febrero, de Colegios Profesionales,
modificada por la Ley 74/1978, de 26 de diciembre, y
por la Ley 7/1997, de 14 de abril, de Medidas Liberalizadoras
en Materia de Suelo y de Colegios Profesionales.

Por su parte, el Estatuto de Autonomía de la Región
de Murcia, reformado por Ley Orgánica 1/1998, de 15 de
junio, en su artículo 11.10, determina que esta Comunidad
posee competencias de desarrollo legislativo y ejecución,
en el marco de la legislación básica del Estado, en materia
de colegios oficiales o profesionales. En el ejercicio
de tales competencias, se promulgó la Ley 6/1999, de 4
de noviembre, de Colegios Profesionales de la Región de
Murcia, en cuyo artículo 3.1. se establece que la creación
de nuevos colegios profesionales sólo podrá realizarse por
ley de la Asamblea Regional.

El artículo 20 de la Constitución española afirma que
todo ciudadano tiene derecho a comunicar o recibir libremente
información veraz por cualquier medio de difusión;
ese derecho fundamental no estará realmente protegido si
no existen sistemas de autocontrol en el ejercicio profesional
del informador y organismos que garanticen el ejercicio
digno de la profesión frente a los poderes públicos
y empresariales. Por otro lado, el papel que la legislación
confiere a los periodistas, a quienes la propia Carta Magna
atribuye mecanismos de defensa tales como la cláusula
de conciencia y el secreto profesional, es motivo más que
suficiente para la vertebración de la profesión de periodista
en una estructura colegial.

Desde el punto de vista del interés público, el singular
carácter de la profesión de periodista, cuya labor
incide en derechos fundamentales como el descrito de información
o el relativo a la intimidad, entre otros, justifica
la creación del Colegio Oficial de Periodistas que, aunque
de adscripción voluntaria, integrará a los profesionales
que disponiendo de los conocimientos y titulaciones necesarias
y suficientes ejerzan esta profesión. Todo ello
para una mejor defensa de la observancia de las reglas
y código deontológico de la profesión, lo que redundará
en un mejor servicio a los ciudadanos y a sus derechos
fundamentales, al tiempo que el Colegio se convierte en
un cauce idóneo para la colaboración con las administraciones
públicas.

La creación de un Colegio Oficial de Periodistas de
la Región de Murcia como entidad de derecho público deberá
servir, además, para ampliar y consolidar la tarea en
defensa de la libertad de expresión que los periodistas de
Murcia han venido desarrollando, tradicionalmente, desde
la Asociación de la Prensa de Murcia, a lo largo de sus
cien años de historia.

Artículo 1.- Objeto.

Se crea el Colegio Oficial de Periodistas de la Región
de Murcia como corporación de Derecho público, con personalidad
jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento
de sus fines y de cuantas funciones le sean propias,
de conformidad con lo establecido en la legislación
vigente en la materia.

Artículo 2.- Ámbito territorial.

El Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia
tiene como ámbito territorial el de la Región de Murcia.

Artículo 3.- Ámbito personal.

1. El Colegio Oficial de Periodistas de la Región de
Murcia agrupará a aquellos profesionales que se encuentren
en posesión de la titulación universitaria de Licenciado
en Ciencias de la Información, rama de Periodismo, o
titulación declarada equivalente, así como aquellos que
se encuentren en alguno de los supuestos contemplados
en la disposición adicional y disposición transitoria tercera.
2. Aquellas personas que tengan superado el primer
ciclo de Periodismo podrán inscribirse en el Colegio, pero
no adquirirán plenos derechos de colegiados hasta que no
finalicen sus estudios.

Artículo 4.- Relaciones con la Administración
regional.

Para el cumplimiento de sus fines institucionales o
corporativos, el Colegio Oficial de Periodistas de la Región
de Murcia se relacionará, para las cuestiones institucionales
y corporativas, con la consejería competente en materia
general de colegios profesionales, y, en lo relativo a
los contenidos propios de la profesión, con la consejería
competente en materia de comunicación y con cuantos departamentos
de la Administración regional sean necesarios
para sus actividades profesionales.

Artículo 5.- Régimen jurídico.

1. El Colegio Oficial de Periodistas se regirá por la
legislación de colegios oficiales y profesionales así como
por sus estatutos y, en su caso, por el reglamento de régimen
interior.
2. Los estatutos regularán aquellas materias que determine
la Ley de Colegios Profesionales, observando para su
elaboración, aprobación o modificación los requisitos que determine
la legislación vigente.

Disposición adicional

Con independencia de su titulación, podrán ser
miembros de pleno derecho del Colegio Oficial de Periodistas
de la Región de Murcia aquellos que pertenecieran
a la Asociación de la Prensa de Murcia con anterioridad a
la promulgación de esta Ley.

Disposiciones transitorias

Primera

Los miembros de la Junta Directiva de la Asociación
de la Prensa de la Región de Murcia, actuando como comisión
gestora, deben aprobar en el plazo de diez meses
a partir de la entrada en vigor de esta Ley los estatutos
provisionales del Colegio de Periodistas de la Región de
Murcia. En estos estatutos deberá regularse la asamblea
colegial constituyente, determinando la forma de su convocatoria
y el procedimiento de su desarrollo.


Segunda

1. Se deberá garantizar la máxima publicidad de la
convocatoria de la asamblea colegial constituyente mediante
la publicación en el Boletín Oficial de la Región de
Murcia y en los diarios de mayor difusión de la Comunidad
Autónoma de la Región de Murcia.

2. Las funciones de la asamblea colegial constituyente
serán:

a) Aprobar los estatutos definitivos del Colegio.
b) Elegir a las personas que deben ocupar los cargos
correspondientes en los órganos colegiales.
3. Los estatutos definitivos, una vez aprobados, junto
con el certificado del acta de la asamblea colegial constituyente,
deberán remitirse al órgano competente de la Comunidad
Autónoma de la Región de Murcia para que dictamine
sobre su legalidad y, en su caso, ordene su inserción
en el “Boletín Oficial de la Región de Murcia”.

Tercera

Con carácter excepcional, podrán solicitar su admisión
en el Colegio quienes, sin encontrarse en los supuestos
previstos en el artículo 3 y en la disposición adicional,
acrediten de forma fehaciente ante la Comisión de
Garantías y Asuntos Profesionales de la Federación de
Asociaciones de Prensa de España, una profesionalidad
contrastada, antigüedad y continuidad en el ejercicio de
la profesión y la realización de funciones específicamente
periodísticas.

La Asociación de la Prensa de la Región de Murcia,
en su carácter de miembro federado de la Federación de
Asociaciones de Prensa de España, será la encargada de
elevar estas solicitudes ante la Comisión de Garantías y
Asuntos Profesionales.
Se establece un plazo de seis meses, a partir de la
entrada en vigor de esta Ley, para la recepción de las solicitudes
de ingreso. Transcurrido dicho plazo sin presentar
la pertinente solicitud quedará cerrada esta vía para hacerse
colegiado.

Disposición Final

La presente Ley entrará en vigor el día siguiente al
de su publicación en el “Boletín Oficial de la Región de
Murcia”.

Murcia, 16 de marzo de 2007.

El Presidente, Ramón Luis Valcárcel Siso.