jueves, 30 de septiembre de 2010

Comuniquemos sencillez

Comunicamos esos pareceres que nos convierten en amigos para siempre. Portemos esa afabilidad que nos ha de endulzar con estampas más que creíbles y deseables. No pongamos obstáculos a esos momentos que nos deben enseñar a ser y existir con preferencias de todo género. Nos debemos manifestar con esas gracias que en todo nos han de ayudar con esas caricias que nos preferirán con complacencias de género ideal. No quedemos en dique seco. Pongamos manos a la obra para que los diálogos sean efectivos, reales, sinceros, con fortunas y formas de todo sesgo.

La existencia nos propone mudanzas que nos simplifican algunos caracteres con esos instantes de aprendizaje continuado. Sumemos cada vez que podamos con esas sorpresas que nos han de preferir ante las vacilaciones que otros nos han de regalar con una continuidad sorprendente y que nos permitirá edificar desde la misma experiencia, en la que creemos desde que estamos juntos.

Amoldemos los espacios para que tengan la suficiente empatía. No soslayemos los criterios que podrían otorgarnos paciencias y aprobatorios anhelos de libertad. Estamos listos para cualquier comunión especial que nos invite al festín de la alegría de ser entre los demás, con los otros, con los que se revisten de una fugacidad que todo lo ha de proponer para que también todo sea en relación al conjunto, en la propia globalidad que nos refiere desde el inicio de cada actividad humana.

Hablemos de lo que somos, de lo que sentimos, de lo que nos propicia una dicha basada en el conocimiento y en la afición por lo que goza de sentido y sensibilidad en partes suficientes. Tomemos nota para compartir y aprender de lo que nos sucede, que tiene un sentido que hemos de hallar. No olvidemos que las cosas son más sencillas de lo que, en principio, parecen. Comuniquemos ese sentir.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

El avance periodístico con las tecnologías informativas

El futuro ya es una realidad. Lo es en todos los frentes, y también en el periodístico. El avance tecnológico ha sido abrumador. Las tecnologías han variado el panorama mediático. Todos los medios de comunicación tienen, hoy en día, varios soportes. Se han convertido en auténticas corporaciones. Es una tendencia, más que una moda, una necesidad, una manera de actuar en los actuales tiempos de multi-oferta, de multi-media. Intentan jugar a varias posibilidades, habida cuenta de que buscan disponer de cuantas más opciones de captar audiencia, mejor. Recordemos que la misma competencia a través de los diversos canales, arropados por las nuevas tecnologías, conduce a una fragmentación que ocasiona que cada vez haya que competir por un menor número de consumidores de información en un trecho de pugna por llegar antes y en las mejores condiciones posibles. Además, con las TIC´s, todos los medios de comunicación que se tildan de masivos convergen en Internet, en los portales. Y todos aspiran a tener su hueco y cubrir sus objetivos de informar, formar y entretener.

Las informaciones que observamos en la Red de Redes tienen de todo: imagen, audio, textos, opiniones de los ciudadanos, pareceres de las diversas fuentes... Son más completas que nunca, pero también necesitamos, en paralelo, para llegar a ellas, más tiempo y esfuerzo que nunca antes, pues hay que buscar entre mucha oferta, y no siempre disponemos de esas horas necesarias para poder ver todas las aristas de una noticia, reportaje, informe, o lo que fuere.

La información, con la convergencia de todas las tecnologías de la información, con el avance de las telecomunicaciones y de la informática y de sus programas, es más inmediata. Llega casi al mismo tiempo que se produce. Todo se conoce en minutos. La existencia se presenta mucho más precipitada, con lo que ello supone de ventajas y de desventajas. Las tecnologías permiten el volcado paulatino de todos los eventos y de sus circunstancias conforme van llegando los datos, a medida que se conoce lo que va ocurriendo y que se dispone de información, de fotografías y de imagen y audio. El salto que se ha dado ha sido exponencial. No podíamos imaginar tiempo atrás que pudiera ocurrir algo así. El progreso invita a lo infinito.

Por otro lado, la información es también más asequible, más rápida, más barata. No se necesitan los soportes costosos del papel, ni las grandes ni cuantiosas instalaciones de un periódico tradicional, de una radio o de una estación de televisión. Estas flamantes condiciones tienen sus pros y sus contras. Conviene que haya un equilibrio: la información ha de tener un justo precio, ya sea a través de pago, de patrocinios y/o de publicidad. La inmediatez está bien, pero es necesario emplear el tiempo necesario para poderla contrastar. No nos equivoquemos, no por no hacer bien los deberes.
La accesibilidad de la información es una clara evidencia, que universaliza en el mejor de los sentidos lo que han dicho hasta ahora las Constituciones democráticas. Lo que no nos debe faltar, en esta tesitura, es una conveniente contextualización, así como hemos de defender el avance en las rutinas de un aprendizaje que ahonde más y más en las diversas cuestiones que podemos considerar principales. Optimicemos, pues, las tecnologías en el Periodismo. Los resultados son palpables. Demos cuenta de ellos. Lo importante es que saquemos partido, sobre todo, a los intangibles. El progreso ha de vivirse desde la perspectiva de lo humano. No lo olvidemos.
Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Agradecimiento a Ángel Bernal

No es fácil hallar palabras de agradecimiento ante personas que tienen casi de todo en su forma de ser: capacidad, buen hacer, posibilidades, deseos de enfrascarse, y bien, ante menesteres variados… Nos puede a menudo el pudor, puede que no hallemos la ocasión para dar con la franca oportunidad para decirles gracias por ser como son, y ya está.

Suelo repetir, porque es verdad, que he tenido mucha suerte de conocer a gentes muy interesantes en mi periplo como Decano del Colegio de Periodistas. Una de ellas, y la señalo por la cercanía en el tiempo, es Ángel Bernal, persona de bien que ha ayudado y ayuda a nuestro colectivo en su visibilidad y en varios de sus proyectos como es su revista taurina y la Corrida de la Prensa.

Sé que le sorprenderán estas palabras, porque Ángel es persona humilde que quiere pasar desapercibido, pero su trayectoria y sus obras están ahí, y no es bueno que no las destaquemos. La confianza que deposita en lo que hace, en los que le rodean, tiene sus raíces y sus consecuencias en las directrices que nos llevan por consideraciones nobles y espontáneas, como la que surge de todo corazón en este momento y que le traslado con un sencillo e intenso sentimiento que nace directamente del corazón y que se traduce en la honda palabra "¡Gracias!".

Por si no lo sabes, Ángel, te lo digo: en lo que podamos responderte, sabes perfectamente dónde estamos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Comunicaciones amigas

Conquistamos las paciencias que nos ponen en bretes de consideraciones compuestas de comunicaciones hacia el mismo centro del universo que estamos constantemente construyendo. Nos iremos, antes o después, por lugares que nos invitarán a atravesar las raíces de esos consensos que son la base de la misma convivencia, que nos aguarda con sus mejores grados de espontaneidad.

Hagamos acopio de las experiencias que nos complican y nos complacen con regustos por las razones más complejas, más precisas, más necesarias, dando y asumiendo que las construcciones tienen lo que tienen, que siempre es, ha de ser, algo más. Debemos salir de esas cárceles que nos consuelan sólo a medias. Demos con las expresiones de una amistad que nos prevenga con sus toques más necesarios. Hagamos caso al tanteo de unas inteligencias que hemos de cultivar cada día.

Pensemos en las conversaciones que nos pueden dar toques de asentimientos que se dirigen a lo más profundo de esos corazones que nos ponen alas para volar cuanto más lejos mejor. Hagamos que la tonalidad de las caricias nos sirva para consumar ese plano de amistad que nos ha de endulzar la propia vida con sus regulaciones más destacadas.

Concluyamos desde la experiencia medida y con reforzamientos de una claridad que nos ha de poner en lugares oportunos. No secuenciemos lo que no comprendemos, y hagamos caso a todas esas premisas que nos han de prevenir con sus impresiones más dulces. No quedemos donde nada tiene sentido. Todo será donde permanezca con destellos que nos planteen una ruta clarividente. Mantengamos en orden las ideas y busquemos comunicaciones amigas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Momentos reservados

En comunicación hemos de acoger los mejores momentos, todos los que podamos, para nosotros y para los demás. Pensemos con el afán de dar con la dicha. Busquemos las intenciones con unas moradas de consejos que nos han de adelantar con resortes poderosos. Hagamos que todo funcione con una viabilidad de aseguraciones plenas. No colguemos los anhelos de conocer en lugares donde no comprendamos que la vida es lo que es con sus reforzamientos constantes.
No hagamos acopio de lo que no comprendemos. Sigamos con las intenciones de unas paces que nos han de adecuar los discursos mientras pueda ser. La existencia nos ha de preferir con sus consumaciones más ciertas y válidas. Hagamos que todo funcione. No hemos alterado lo que fueron rastros de poderes basados en el aprendizaje solidario.
Prefiramos los mejores afectos con sus insistentes planos de gozo y de lucha para dar con las alturas de miradas consumidas en las voluntades de superación, que han de seguir ahí, con gozo, con sus plenos poderes sin instrumentos vacíos. Sintamos los reflejos de las existencias que nos rodean con sus toques de atenciones básicas. Nos hemos de insistir con sus imágenes más queridas, que nos han de alimentar desde egos aconsejables para dar con los elementos internos de los demás.
Nutramos con experiencias ese camino que ha de indicar los momentos álgidos en los que nos hemos de hallar con experiencias de complacencia conseguida y consentida. No hagamos caso a miradas distintas y distantes de ese espacio donde hemos de estar. Nos confundiremos, en la medida de lo posible, para buscar palabras de consenso.
El encuentro es ese escenario en el que nos gustaría movernos, y así debe ser. Aprendamos a empatizar con los demás, a coaligar ideas, a infundirnos respetos de trasiegos comprensibles. Todo será en la medida en que nos esforcemos con secuencias medio mágicas. Reservemos los mejores momentos, los espacios de liderazgos anónimos que nos inviten a reflejar que las cosas son cuando imaginamos y deseamos que lo sean. El esfuerzo es un cimiento básico para todo lo que contribuye, o debe, a que seamos más humanos en lugares de felicidad. Están, aunque a veces no lo parezca, por doquier. Nuestros momentos aguardan.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Reconocimientos comunicativos

Reconozcamos lo que nos sucede, lo que nos llega por doquier. Todo ha de ser por la amistad, por el llevarse bien con las buenas gentes. Cada día miramos ese mundo de sensaciones que son los medios y que constituyen lo periodístico. No nos fuguemos de las razones que nos ponen en esos preámbulos que nos complacen con gustos de todo tipo. Aprendamos a existir con la paz que nos transfieren quienes vienen con reconocimientos que consideramos desconocidos pero que, poco a poco, nos gustarán de algún modo.
Rescatamos y refrescamos los intereses que fueron modelos en los insertos de unas vidas que nos han de traspasar las almas. No hemos negado evidencias ahora que todo viene con las razones más ciertas. Hagamos caso a los corazones con los sentimientos más profundos. Nos hemos de sentir parte de los testimonios de quienes cargan las tintas más bonitas.
Nos deleita todo con un placer que nos ha de endulzar la vida con un trasiego sensato. Pidamos ese momento que nos ha de confabular con el mundo. El aprendizaje tiene muchos momentos, y con ellos hemos de estar desde el inicio hasta el final, que hemos de fecundar con ilusiones variadas.
Hagamos caso a ese tono que nos ha de enfrascar en la memoria más cierta, en las señales de un amor con gustos supremos. Visitemos espacios en los que nos hallemos a nosotros mismos con parejas de enormes linajes. No descubramos todo en la misma nada que nos ha de inundar de preferencias medio comprensibles. Tapemos los anhelos con unas voluntades más que aprendidas desde el lado mismo del corazón de antaño.
Contemplemos todo cuanto tiene un sentido estricto desde la naturalidad de lo mismo de ayer. Sintamos lo más profundo con una cautela de ánimos preconcebidos y consultados desde la amistad que nos ha de unir del todo, porque sí. Miremos más allá: algo podemos ver. Reconozcamos la necesidad que tenemos de afectos, de dar con ellos, de vivirlos en comunicación.

Juan TOMÁS FRUTOS.

martes, 7 de septiembre de 2010

Consultas comunicativas

La existencia nos oferta respuestas y reposiciones con informaciones claves. Vivamos las causas comunicativas como si el interés fuera posible y común para todos. Nos enfrentamos a los procesos de la comunicación cada día, y cada día somos en las mismas entregas que nos ponen a prueba. Aceptamos lo que somos, y como somos en la misma creencia de un amor por la palabra y por los hechos. Nos insistimos con unos abrazos que nos ponen en ese trasiego que nos plantea qué hacer en la misma cadena de un mando que hemos de ejercer colegiadamente. Nos alargaremos en las pretensiones de estima.
Nos hemos de poner en la “briega” que es arreglo con flores que nos aportan aromas que actúan con resortes nuevos. Hemos apetecido mucho y bueno. Nos afirmamos en lo más fácil, en lo sencillo, en la voluntad que es pasión por estar y por ser en las mismas finalidades que nos recogen el arte de una pasión liderada por resortes más que posibles. Llegan los rayos de las esperanzas.
Nos hemos de asistir con unos recursos que pueden reaccionar en tiempo y forma. Nos daremos de todo y en todo momento. No hemos visto lo que sucede ahora que nos resolvemos con paños de algodones supremos. Ganamos y perdemos casi al tiempo con unos vestigios que nos ponen en la sombra que es duda con sus toques mágicos. Nos clasificamos con sus refuerzos más queridos.
Tendremos que vernos en esas épocas que nos señalarán las consultas con las que ganaremos día tras día. Hemos apetecido esas mudanzas que nos consuelan con sus influencias más sufridas. Nos tendremos que ver en otros juegos. Calaremos en esos momentos con sus correspondientes dichas, que hemos de potenciar.
Las conclusiones nos insisten con decenas de creencias que nos ponen en ese lado de ocurrencias entretenidas y muy dichosas. No hemos aplicado todas las opiniones contrastadas y complementarias, pero lo haremos en el afán más maravilloso. Ya sabemos que comunicar es plenitud, y con ella nos hemos de expandir interior y exteriormente. Apostemos por las consultas comunicativas, que nos pueden relatar mucho y bueno.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 6 de septiembre de 2010

El enorme futuro de la TDT

La TDT y las derivaciones actuales de la televisión son los ejes del nuevo sistema en el que nos estamos moviendo en el ámbito audiovisual. La Televisión Digital Terrestre es el resultado de todo lo que ha sido la trayectoria televisiva en los últimos 80 años, esto es, es el compendio de sus orígenes, de su evolución histórica, y del actual estadio con la incorporación de los últimos avances tecnológicos.

La mayor penetración y una mejor cobertura, amén de evitar situaciones ilegales en cuanto a los puestos emisores, son algunas de las consecuencias de todo este cambio que estamos experimentando con el apagón analógico. Asimismo, la interactividad, lo multimedia, las ofertas variopintas y variadas de temas y de canales son los grandes valores añadidos del nuevo sistema audiovisual resultante.

Desde el punto de vista informativo y del entretenimiento, como bien se indica en recientes trabajos, hay mucha más oferta, más variada, más segmentada por audiencias, y con valores multimedia añadidos, como son los títulos, los subtítulos, el uso de otros idiomas, el poder ver varios canales al tiempo, el poderlos grabar, el uso de portales y de emisiones, etc.

A partir de ahora se abre todo un mundo de posibilidades en las difusiones audiovisuales al poder transitar mucha más información por las flamantes autopistas de la información y de la emisión que se han creado, que se están gestando.

La TDT, sin duda, permite más inmediatez, y nos invita a complementar los diferentes lenguajes del soporte audiovisual, es decir, en los ámbitos sonoros, de la imagen y de los textos escritos.

Las posibilidades económicas son ingentes con este nuevo panorama. Además, los periodistas y profesionales de los medios en general deberán adaptarse a estas nuevas tecnologías, con los oportunos reciclajes, y, sobre ello precisamente, tenemos la confianza, aún no constatada, de que puedan mejorarse poco a poco sus condiciones laborales.

Igualmente, la TDT supone cambios que, paulatinamente, irán sustanciándose y definiéndose respecto de otros modelos surgidos al amparo de las nuevas tecnologías informativas. En todo caso, es un avance en cantidad y en calidad, si somos capaces de racionalizar las posibilidades, que son muchas, que son todas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Comunicación: mesura y fortuna

Todo ha de servirnos de referente en cuestiones comunicativas. Combinemos conocimiento, exposición, pro-actividad, reflejos, consideraciones, contextos y azar, mucho azar. Repasemos los parámetros que nos pueden hacer fuertes y seamos en la sensatez que nos pone palabras quietas y de largo alcance. Medimos esas palabras que nos han de transportar hacia el equilibrio de unas cuentas que nos deben presentar las mejores templanzas como axioma de una vida que nos hará eternos. Procuremos que las actitudes sean salubres.

Nos hemos de mantener con una gracia que nos infundirá todo el respeto que precisamos para dar con las claves más autóctonas. Nos hemos confundido en las reglas, pero, poco a poco, iremos aprendiendo. No tengamos prisa.

Las fortunas nos han de poner en ese trance que nos dictará las calladas respuestas como síntomas de todo cuanto está por acaecer. Nos hemos de contemplar con luces en los rostros. No hagamos caso únicamente a los objetivos superficiales.

Nos hemos de poner en la bruma de unos detalles que nos han de alcanzar con las ocupaciones más hermosas. No pongamos curtidas apariencias en los lugares de destilaciones en proceso. Vayamos hacia delante.

Ocupemos esos espacios que nos han de complacer con unas reparaciones de esos tiempos que nos dijeron por dónde ir. No quedemos en un punto trasero cuando hemos de hacer tanto por esos caminos de la eternidad en los cuales confiamos para nuestra estima, base de la comunicación que vamos a sostener.

Movamos las fichas que nos permiten entender el juego. Seamos capaces de conseguir que todo vaya un tanto mejor. Será. Convenzamos a nuestros espíritus contando lo que sucede. La comunicación está llena de sensaciones que hemos de poder alimentar con mesura y fortuna. La una y la otra, en justas medidas, nos han de abocar a las razones para vivir felizmente.

Juan TOMÁS FRUTOS.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Son los panes

Simpatizamos con esos honores que nos muestran las voluntades en las que nos movemos. Los panes son.

Sirven de unión

Nos demostramos querencias con unas intenciones que nos ofuscan pero que, al final, nos sirven de unión.

Brillante y hermoso

Saldré con otras cuentas que nos decantarán hacia el amor más brillante y hermoso. Nos confundimos.

Momentos definidos

Nos vecemos hacia un lado que nos puede con sus calladas agonías, con sus momentos más que definidos.

El amor, todo

Tenemos que comentar ese todo que nos dictará las razones de un amor que es y será casi todo.

Un universo nuevo

Dime que nos podemos calmar ahora que los tránsitos nos llevan donde el mundo es un universo nuevo.

Motores

Confundimos la realidad con un calentamiento de esos motores que nos transportarán muy lejos.

Divisas comunicativas

Recibamos los principales momentos con confirmaciones que haremos cercanas. Las esencias del entorno nos permiten que los procesos de la comunicación funcionen más y mejor. Nos gozamos, o debemos, con señales que nos lanzan al final de todo un proceso que puede ser benigno. No podremos quedarnos en ese lado que nos dispone todavía con acuciantes desdichas. Nos miramos, y somos, y pedimos un poco menos.

Las consultas nos sacan del quicio de una puerta que es recia curiosidad que nos encumbrará donde haga falta. No hemos quedado en ese momento que nos pudo parecer oportuno. Giraremos con otra cautela.

Nos mostramos con ausencias que nos dispondrán con unos instantes de rupturas supuestas. Diremos lo que pensamos, y eso nos ayudará.

Las idas se quedan en impresiones que nos previenen con sus toques medio equilibrados y con unas ansias serenas de libertades que nos relanzan hacia el mismo lugar de antaño.

No podemos descansar con las ideas que nos rompen los amores que fueron auténticos. Las señeras divisas han de ser conservadas en lo que haga falta. Vivamos el presente, el anhelo de una libertad que se quedará sin calles.

No dejemos para otro día lo que ha de ser deber de cada momento. Escudriñemos los hechos y las cifras y saquemos conclusiones. Podemos juntar muchas piezas que conformarán el plano de la querencia.

Las palabras han tenido su eco, y ahora se trata de no abandonarlas al mejor postor. La Naturaleza nos da energía e impulsos. Hemos averiguado que lo que llevamos en el interior es el mejor aliado para conocernos, para comunicarnos, para seguir por el mejor de los entendimientos. Seamos próximos en todas las partes por las que nos toque transitar. Convengamos las divisas comunicativas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Interpretar los valores comunicativos

Analicemos lo que hacemos, lo que decimos, cómo lo manifestamos. Apostemos por el valor y por el bienestar en cuestiones comunicativas. Continuemos. Mantengamos el tipo en los procesos de comunicación que nos ponen en ese trayecto donde la voluntad moverá absolutamente ese anhelo de conocimiento y de libertad en las relaciones humanas. Separemos la paja de lo importante en los negociados que nos proponen ansias de gran auge y autonomía. No seamos insensatos en las largas esperas que nos descomponen las imágenes de quienes vibraron con cuanto hacemos en un nuevo fin con reglas que iremos aprendiendo y practicando. No fijemos posturas.

Abramos con tranquilidad ese afán que es portentoso con unas fórmulas de divinas apariencias con soniquetes de pasión. Los instrumentos de libertad tienen su eje en el conocimiento, en esa sabiduría que se cruza con la experiencia y que lo es porque debe serlo. Evitemos los rompedores deseos que nos impulsarán para estar en ese desván donde las causas nos serán las mejores imágenes de licitación por saber y por dar parte de ese saber.

Nos debemos amparar con esas estampas que son resúmenes de los momentos de contento que fueron con normas sacadas de su sitio. Nos situamos en el suelo con posiciones que presentan polarizaciones que han de derivar hacia amistades conseguidas. Superemos con esmero las razones que nos hacen litigar inútilmente, y tratemos de entender lo que ocurre en un camino sin trampas. Los elementos nos han de soportar en las creencias que nos tocan de lleno, o que incluso nos rozan.

Hagamos acopio de todo lo que hemos conocido, de cuanto hemos dado con aprendizajes superiores. Todo ello se ha de realizar con tranquilidad, con calma, con vueltas para saber con precisiones de cada día que hemos de juntar para que tengan un valor sin enfrentamientos. Pongamos que todo irá bien. Será. Las señales comunicativas han de ser interpretadas y rentabilizadas para el compromiso común. Los resultados nos nutrirán a todos si las intenciones también son conjuntadas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Buenos pronósticos comunicativos

El futuro es halagüeño, y con esa visión lo debemos acompañar. Tenemos retos por delante que irán saliendo manifiestamente bien. Afinemos lo que realizamos y sus versiones con el fin de dar con la complicidad y con la confianza que precisamos. Nos contamos esas cosas que nos nutren con las esperanzas de quienes se encumbran con razones que no terminamos de ver con la plenitud de antaño. Nos hemos visto con las voluntades de quienes vienen con los instantes más queridos y apasionados y con las cumbres más estimadas y definidas entre caminos de conclusiones personales y sentidas.

Nos damos esos avisos que nos notas en el aire, notas que viajan para contar lo que sucede en los rincones de los diversos mundos, incluso de aquellos con una existencia corregida con esperanza y buenas maneras. Hagamos caso a los estadios en los que nos movemos con prestaciones de diversos géneros experimentados con los volúmenes menos pasajeros. Tendremos que ir donde sea menester para entendernos con los afanes que nos envuelven con sus rodeos destacados.

Hemos consentido el valor de las palabras con las causas que nos ponen en brechas y bretes más que queridos. Nos ponemos en esos instantes que apasionan con el trasteo de verdades que nos hacen sufrir con los momentos de fuerzas mayores. No hemos consultado las conformaciones de otras realidades que fueron con razones de trámites diversos, que fueron, sí, y que están en ese trámite que nos consiente con impresiones variables. Ganemos con tesón las sensaciones que antes nos parecieron fugaces.

Tememos. Ese pavor lo hemos de superar con comunicaciones nobles, experimentadas, señaladas con suficientes motivaciones, que nos han de brindar los espacios más estimulantes. Los olvidos son frutos de olvidos, claro, de falta de interés, de no enfrascarnos en los deberes que tenemos que hacer con realezas y con derivaciones de todo género. Ganemos en oportunidades con unas garantías que nos fortalezcan mediante rescates de emotivas sinceridades que nos llevarán donde sea menester.

La existencia nos oferta complejas consecuencias en los momentos más dispares. Los hemos de aprovechar sin darles más vueltas de las debidas. Los pensamientos en abierto y constructivos nos pueden ayudar a que los resultados nos oferten buenos propósitos, mejores fines, todo cuanto precisamos en definitiva. Suspendamos, pues, las miradas de desdén, y procuremos marcar la diferencia haciendo que todos seamos más iguales gracias a los procesos de relación y de comunicación en los que creemos. Comencemos por dar los avisos correspondientes, los más certeros. Afinemos en las pretensiones, en los pronósticos y en las conclusiones. Nos parecen, a priori, y por carácter, buenos, muy buenos los quehaceres que se podemos afrontar.

Juan TOMÁS FRUTOS.