martes, 29 de junio de 2010

Creencias poco coherentes

No te diré cuál es la medida. Las voluntades de tierras queridas nos llevan por creencias poco coherentes.

Gana la soledad

Representemos impulsos y buenos deseos. No hemos quedado en ese lugar que dijimos. La soledad gana.

En la misma onda

Avalamos algunas etapas que añoramos sin que sepamos el motivo. Hemos estado en la misma onda durante mucho tiempo.

En cada momento

No precipitemos esos amores que han de subir con la prontitud y la demora que se demanden en cada momento.

Mucho impulso

No podremos quedarnos en un lugar diferente. Querremos vernos. Nos daremos mucho impulso.

Aplicar en positivo

No negaremos nuestras miradas intrusivas en ese pasado que hemos de aplicar en positivo al presente, y, sobre todo, al futuro.

Sobrellevamos la vida

Nos sentimos emocionados. Hemos convenido arreglos de pensamientos candentes. Nos preferimos con otros gozos. Sobrellevamos la vida.

Provecho de todo

Las sospechas de otros momentos nos causan una perplejidad mucho mayor. Hemos intercedido tarde, pero no nos importa. Sacaremos provecho de todo.

Los superaremos

Aplaudimos las enterezas con las que nos movemos hacia el amor más que deseable. Los letargos se adivinan. Los superaremos.

Cálculos buenos

Nos hemos comentado algunas posibilidades que han de adivinar las tablas de amor. No sé si los cálculos serán buenos.

Estamos a tiempo

Hemos separado algunos deseos de una paces que nos obligarán a ver cómo llueve. Hemos acudido tarde, pero creo que aún estamos a tiempo.

Brindar por todo

Vivimos con atención esos momentos en los que debemos brindar por todo lo que vamos a disfrutar.

La comunicación justa

Tomemos tiempo para una reflexión sin aspectos añadidos. Recuperemos el consenso comunicativo. Las manos han de extenderse y tomar amigablemente las que encuentren en su camino. Emparejemos algunos términos que nos parecen cruciales para entender nuestro deambular. Comunicación es igual a deseo. Nos quejamos de soledades que luego expandimos. Hemos sentenciado las vidas con muestras que nos duelen, que se apoderan de las caídas en las que nos sentimos parte de un destino sensacional. Hemos separado algunas ideas para poderlas disfrutar mucho más. Nos agasajamos con unas monedas que nos reclaman unos cuantos cambios. Ultimamos las medidas que nos han de preferir en las nuevas actividades con las que aprenderemos. Las garantías son todas.

No detengamos el tiempo ahora que canalizamos tanta energía. Hemos añadido espacios. Las cautelas de las vivencias ásperas nos obligan a quedarnos en esos procesos que han de considerar las bases con las suficientes interpretaciones para dar con los canales pacificadores. No destaquemos las ásperas apatías de cuando las cosas fueron de otra guisa. Ahora hemos aprendido de los errores, y eso es bueno, nos parece bien.

Causemos los suficientes deseos para dar con las dudas que han de suponer la parte de un tesoro con el que vamos a consolidar los espacios de tiempos atrás. No separemos las voluntades que tanto bien nos hacen con los sentimientos de años que sirvieron para dar con las mocedades y los trasiegos más dispersos. Hagamos todo el bien posible. Las astucias nos requirieron para interpretar el universo con otras ópticas. Ahora pasamos de una era a otra con consideraciones maravillosas.

Retornemos a esos espacios que nos dirigieron la moral hacia esa etapa que vamos a entender como nueva. Lo es. La vida tiene tantas opciones que no siempre sabemos elegir con propiedad. Estamos entre conclusiones que, apenas comienzan, ya están terminando. El ritmo, en algunos momentos, nos ayuda a continuar como si tal cosa. No hemos fracasado en el amor, ni queremos. Tendremos toda la fuerza de antaño para dar con las aplicaciones de años mudos. Permitamos las sensaciones.

La existencia es en las trayectorias de mundanos planteamientos con los que hemos de aceptar los envites con y sin causas. No podemos quedarnos entre blandas posibilidades que nos tumban cuando las cosas no van como queremos. Hemos de implicarnos más y mejor con el afán de compartir las pequeñas y grandes conquistas traducidas a éxitos. Hemos asistido a las razones de quienes vienen con sus sombrajes penitentes que ahora repasan las conclusiones de los que esperan para tener más tiempo para hablar, para comunicar, para contar aquello en lo que creen. Iremos a donde haga falta. Los anhelos de juventud y otros que hemos hallado por el camino aguardan. Necesitamos la responsabilidad de las actuaciones que nos han de convocar al conocimiento y al entendimiento mismo. Reaccionemos con unas dosis interpretativas que incorporen la justa comunicación. Ella es el futuro, y el presente también. Las consideraciones amables nos apartarán del caos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Siembra comunicativa

Hemos de sembrar cada día esos ecos que hemos de transformar en realidades de cambios para mejor y mejorables. La fe mueve montañas, y, sobre todo, hace que funcionen mejor nuestras vidas. Hablamos de fe en el sentido de ilusión y entusiasmo en positivo. No aportamos más connotaciones subjetivas. Estamos buscando la salubridad comunicativa con una intención que ha de corregir los momentos más ahogados. Nos sentimos parte de una propuesta que nos asimila con sus gustos extremos, con sus fortunas más o menos conclusas. Nos personamos en las historias que nos han de servir de la mejor manera posible. No hagamos que las cosas no sean, no permitamos que sigan sin la sencillez de antaño, y aclaremos lo que nos sucede con una presunción cargada de inocencias. Poco a poco daremos con las señales de una identidad maravillosa, que nos esculpirá buenos sentimientos.

Nos hemos insistido con la pretensión que nos complace con esos humos de los que hemos de aprender para conocer dónde queda el fuego menos consistente. Hemos pasado de una voluntad a otra con una causa que nos elimina con sus criterios más o menos vencidos en los momentos de una fortuna mayor. Hemos avisado de una vuelta a las pretensiones de quienes nos dijeron que las prestaciones singulares sirven para dar con las premisas de otras caricias lentamente confortables.

Seguiremos un buen día de éstos con los entretenimientos que nos deberían ayudar a consumir las telas de unas mansas planificaciones que nos alterarán con motivaciones de planteamientos teóricos. Hemos avisado de lo que nos conviene con unas bravas facturas de unas paces inocentes. Nos hemos puesto en guardia ante las medidas que nos subrayan lo que deberíamos hacer de “motu proprio”.

Vamos dando brillo a lo que nos rescata en las etapas de sembrados que nos ofertan resoluciones a los conflictos que ennoblecen las conclusiones de unos aprendizajes convertidos en auténticos tesoros. Nos hemos pedido un poco de tiempo para asumir las consultas de quienes nos dijeron estar con unos asomos de pura nobleza. No negaremos las actitudes de los que atribuyen tiempo a lo conflicto y resuelven con mejorías lo que parece extraordinariamente dificultoso.

Tengamos en cuenta lo que nos transporta a escenas de felicidad. No dejemos para otro día lo que ha de ser apuesta diaria. Los sellos que nos dieron vía libre para otras navegaciones nos han de presentar los valores más intactos. Bailemos de contento con las pretensiones de quienes nos rescatan de coyunturas de marchas que se ofuscan. No podemos aceptar batallas perdidas. Hemos divisado algunos anhelos que formarán parte de las emociones más simpáticas. Sentamos cátedras ante lo que nos pareció deseable pero sin ánimo de ayudar a quienes son o pueden serlo. La comunicación irá limando asperezas y nos irá dictando sus mejores notas, que tocaremos para aquellos que confían, y también para aquellos que deben tener fe. La prosa de la vida tiene que ver con esas contemplaciones que aminoran los efectos negativos y potencian valores como la amistad y el amor. La comunicación, aquí, como en tantas cosas, es fundamental. Sembremos en cada jornada los mejores frutos para que, en su transformación vital, den con un futuro portentosamente lindo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 28 de junio de 2010

Ese regalo

Enlazamos con esas contemplaciones que son amistades con ese regalo que es el amor sin pedir nada a cambio.

Aliados positivos

Todo me sabe a tus dones, que me llegan con un embriagador deseo. La paz nos convierte en aliados positivos.

Como reales

Te dispones con un amor que nos perpetúa con unas gracias que hemos de asumir como reales.

Con la esperanza

Juramos estar unidos ante las voluntades de un destino incierto. Nos ganamos con la esperanza.

Una verdad genial

La existencia nos rodea con sus mejores brazos, y sentimos todo el camino de una verdad genial.

Tanta deferencia

Me siento parte de ese amor que tú has sabido mantener contra viento y marea. Te agradezco tanta deferencia.

Las oportunidades diversas de la comunicación

La comunicación nos oferta oportunidades de todo tipo, de todo género, con implicaciones manifiestas que hemos de vertebrar en positivo. No siempre son los objetivos de la comunicación fáciles de obtener. No obstante, los hemos de perseguir diariamente. Señalemos que la vida es la medida de todas las cosas, y sorteemos obstáculos que parecen entender que la existencia nos detiene casi sin darnos cuenta. Hemos embarcado las mejores ideas hacia lugares ignotos que no resumirán las cautelas de otros universos. Nos quejamos de cuanto hacemos, y hacemos lo que nos parece interesante con una bondad que es voluntad y media. No te podré decir nada de cuanto nos oferta devoción sin pedir nada a cambio. Nos hemos aburrido un poco, un tanto, pero hay una disculpa indiscutible con aquello que nos brinda oportunidades diversas.

Llegan las emociones con un escurridizo deseo de paz, de voluntad, de tesón y medio, y continuamos con unas grandes tretas que aterrizan donde es posible. No hemos eliminado ese valor que nos fue consentido entre grandes temores que nos dieron las mejores causas para no perdernos entre ellas. Hemos conseguido tanto en tan poco tiempo que ya no sabemos cómo agradecer estancias, aptitudes, buenos anhelos, algunas formas de compartir.

Atemperamos lo que sucede con una especie de hermosura que nos distrae. Nos preñamos de consecuciones con baluartes estupendos. Hemos seguido por ese itinerario de preferencias con inclusiones en lugares diferentes. Nos miramos y aceptamos las consecuencias de unas obras que nos divierten y enseñan a la vez. Nos hemos gustado. La existencia se acompleja cuando esperamos más de la cuenta. No daremos en modo alguno con los elementos de penetrabilidad indirecta. Nos hemos contemplado con luces que nos regalan los mejores rostros. Ultimamos las señales con sus dichas preferentes.

Nos tenemos ante tanta opción que se divisa desde cualquier punto del barco existencial, que hemos de llenar con todo lo que sea menester, y no en el afán de tener, sino de ser con los demás, entre los otros, que han de preferir aquellas naves que nos consintieron singladuras dispersas con las que ganar las astucias de quienes nos indicaron esos caminos de la libertad con los que nos gustaría crecer. Alimentemos los gozos sin dar con las sombras de quienes nos prestan cada día unos aburrimientos escorados. Hemos advertido presencias con sus fortunas más fugaces.

Digamos lo que pensamos en cada momento, y aguardemos los pocos o muchos milagros de las vidas que nos quedan por saborear. Hemos dicho que el tiempo es escaso, y es verdad, pero aún tenemos el suficiente para aprender y enseñar en esos entornos en los que el destino nos otorga una gracia sin manuales de uso. Los tesoros están ahí. A veces necesitamos meses o años para darnos cuenta, pero lo importante es que advirtamos que los tramos son buenos o malos en función de la calidad y de la perspectiva con que revestimos los diversos instantes que usamos para contemplar cuanto ocurre. Hemos sellado el compromiso de una felicidad en calma. Intentaremos cumplirlo con el quehacer comunicativo. A veces no daremos con las claves, que se escurrirán y desaparecerán como el aire entre las manos, pero seguro que, antes o después, hallaremos algunas respuestas mágicas. Sintamos la necesidad de aprender con ese continuo proceso de la comunicación, que nos ha de plantear tantas preguntas como respuestas. Toca crecer como personas, en el mejor de los planos, y en eso lo comunicativo sí que es todo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 27 de junio de 2010

Bien y juntos

No vamos a ir a otra parte. Nos quedaremos aquí, con lo que pensamos, con lo que somos, con los derechos a estar bien y juntos, que es lo que queremos.

Amores densos

Te sugiero súplicas de señales con reservas y usos de amores que han de ser densos y más que profundos.

No presionemos

Reiteremos lo mejor de nosotros mismos. No hemos de regalar menos urgencias y más empatías. No presionemos para estimar.

Demos opiniones joviales

Acordemos lo que somos, lo que deseamos ser. Debemos desempeñar actividades diversas. Demos opiniones joviales.

Lo que hemos aprendido

Pasan los años, y nos damos cuenta que lo único que vale es lo que hemos aprendido. La experiencia ha de ser un grado mayúsculo.

Resistencias pasivas

Nos hemos imaginado más unidos que nunca, y eso nos ha dado una alegría que hemos de mantener con resistencias pasivas.

Formaciones diversas

No vamos a competir con el transcurrir de un tiempo que nos ayudará a convencernos de formaciones diversas.

Aspectos loables

Te presento todo ese respeto que nos llena de afectos. Nos daremos participaciones que han de inaugurar aspectos loables.

Números

Combinamos los procesos de antaño con los nuevos. No damos con los números que nos dijeron que sí.

Divisar lo que sucede

Vivimos entre accidentes que son pruebas con las que nos subimos a esos montes que nos ayudan a divisar lo que sucede.

Unidos

Nos daremos una unidad con futuro. Seremos una única persona con la diversidad y la independencia que nos mantendrán juntos.

Reactivaciones supremas

Desarrollamos aspectos que consideramos prioritarios y que luego no lo son. Nos damos reactivaciones supremas.

Por siempre lo estaremos

Excedemos con fortunas variables. No debemos recordar que estamos juntos. Lo estaremos por siempre.

Liberaciones constantes

Te aseguro mis límites con unas hermosuras de liberaciones constantes. Nos retiramos y vamos a otros territorios. Nos recordamos. Seguro que sí.

Superar obstáculos

Nos hemos pedido un poco de calma para superar los obstáculos que nosotros mismos hemos ubicado en mitad del camino.

Resultados supuestos

Planteamos las elevaciones más creíbles de esos amores que nos han de dar optimismos con resultados supuestos. No daremos con ese positivismo compartido.

Amistad callada

Versionamos los porcentajes que son incidencias con refuerzos nuevos que nos han de dar una amistad callada.

Buscar ilusiones

Vivimos un rescate permanente de las ideas que nos hicieron más felices. Salimos a buscar más ilusiones.

Con hermosuras

Doy por sabido que vienes, que me derrites, que me envuelves con esas sábanas de un blanco apasionado. Las obras son bienes que nos conforman con hermosuras.

No compraremos

Tenemos por delante un deseo que hemos de convertir en específico. No seremos en la nada que otros nos venden. Comprar no compraremos.

Letras de amor

Me regalas un fin que ha de servirnos para un progreso arraigado. Nos daremos unas letras de amor.

Toda una vida

Todo te diré ahora que guardo silencio para que seas tú quien me hables. Nos queda toda una vida juntos.

No con la gracia de antaño

Dudamos de ese retorno a los bloques que fueron progresivos y determinantes. No aparecemos con la gracia de antaño. Partimos otra vez.

Ecos que no advertimos

Nos enfrentamos con la visión de un arreglo que hemos de hacer permanente. Nos es fácil con ecos que no advertimos.

Pasos que no ves

Te despiertas ante una nueva realidad que distingue pasos que no ves con la suficiente ternura.

Imagina

Imagina que volvemos a vernos. Piensa que estamos juntos. Medita sobre ello. No hagas planteamientos que te aburran. Todo puede ser. Iremos de viaje.

Menos complejas

No me cuentes que podrás hoy. Las intenciones no bastan cuando hablamos de consideraciones menos complejas.

Demoramos la contestación

No podemos ni debemos darnos ese coraje de antaño. Hemos figurado donde nada es. La vida nos causa perplejidad. Demoramos la contestación.

Tiento y valor

Me ofreces un tiempo que ya no tenemos. Hemos parado las máquinas que nos dieron tiento y valor.

No nos precipitemos

Te agradeceré todo cuanto hagas por mí. Hemos aparecido en lugares que creíamos soñados. Ya estamos más cerca. No nos precipitemos.

Menos atrevida

Podría esgrimir un deseo de paz con una mirada un poco menos atrevida. No sé si funcionará otra vida.

Desencuentro

Lloro ante las causas que nos determinan en puestos polarizados y que fomentan el desencuentro.

Vivir con caricias

Vemos el sí con una suerte de amores entre profundas caricias que nos harán vivir de una mejor manera.

De los que no lo son

Adivinamos los juegos con los que podemos movernos de un lugar a otro. Hemos separado los momentos buenos de los que no lo son.

Ante cuatro soles

Tentamos una suerte que nos adivina con trazos de algodones que nos permiten tumbarnos ante cuatro soles.

Varias cátedras de amor

Pienso en todo lo que podemos vivir en este nuevo trance que nos señala como buenos amigos. Hemos sentado varias cátedras de amor.

Estelas comunicativas

Sigamos el carisma y los caminos indelebles que son difíciles de marcar pero que están ahí para que los exploremos. El tiempo es oro. Es una máxima que, por serlo, se ha quedado a menudo en un tópico que no comprendemos, y deberíamos. Las aspiraciones son legítimas, siempre que usemos las mejores intenciones y planteamientos en ellas. Hagamos caso a lo que portamos en el interior desde la franqueza y la honestidad de criterios, que han de embarcarse en razones que no vemos a la primera. La existencia admite, y eso es bueno, diversas percepciones. Hagamos que funcionemos sin demora, aunque tampoco hemos de imprimir una prisa especial. Crecer es una obra diaria. Con el tiempo, que transcurre sin darnos cuenta, llegamos al sitio apetecido antes o después, e incluso nos acercamos a menudo a puntos inesperados que nos producen placer y valentía en los objetivos.

La fe es necesaria para avanzar en el día a día. Necesitamos creer para transportarnos a lugares reales o imaginarios con los que poder significar lo que es, lo que nos importa. No prestemos apoyos elucubrados desde la futilidad o que estén faltos de fuerza y de valor. Hagamos que operen las sensaciones con sus tremendos aspectos de dichas y de suplencias entre cortinas que dejen pasar el aire fresco. Renovemos los entusiasmos, que nos han de invitar a pasear por doquier.

Sigamos las estelas de unas premisas estupendas, bondadosas, de ésas que nos gustan, y que han de adecuar órdenes y alternarlas también con unas prestaciones de periódicas caricias. No seamos unos insensatos incapaces de dar con las claves de aquello que nos debe proporcionar esas relevantes capacidades para amar y estimar todo lo que nos otorga líneas de variables direcciones en las que fomentaremos, o podremos, los diálogos y las concordancias dentro de un marco que acepta, o debe, controversias constructivas. No es bueno que los discursos sean planos. Las líneas han de tener curvas y pasiones.

Todos los días hemos de aprender de aquello que nos envuelve con sus finas capas de protección y de conexión con las cargas que han de enviarnos hacia el momento de una fuerza que establecerá las justificaciones, o, cuando menos, las explicaciones respecto de lo que nos sucede, que es, que será, grato, bueno, positivo, si somos capaces de mirar desde ese perfil. Aguantemos los procesos que nos pueden con sus persuasivas imposiciones, y no dejemos que las prestaciones nos olviden entre lugares de incautas sugerencias, que siempre han de tener una contemplación mucho mayor. La vida es una secuencia afortunada si no esperamos más de la cuenta. La pregunta es hasta dónde llega ésta.

Los sesgos de las entregas comunicativas han de postergar lo que nos delimita a conciencia. Una de las pocas conclusiones en las que nos podemos basar a priori es que el amor y la empatía hacia los demás contribuyen a escenarios mucho más comunicativos y menos competitivos. Las acepciones han de partir de las buenas voluntades, con toques de atención suficientes para no despeñarnos. No desperdiciemos el tiempo, que ha de ser entre consejos sabios que atañan a todos. Ahí debemos estar, con suspiros comunicativos. Aprovechemos ese tiempo escaso que nos ha de prestar la logística suficiente para resolver dudas, conflictos y desconocimientos. Persigamos esas estelas que nos enseñan a amar, a vivir, a entender entre resolutivos momentos de una paz que todos los días ha de ser el sostén de cuanto realicemos, sobre todo en comunicación.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Lo mejor que podamos, gracias a la comunicación

La mejoría es un tránsito, una evolución, por la que podemos trabajar cada día. Debemos hacerlo. El proceso es necesario: nos puede dar la semblanza y el resultado más constructivo en los territorios intelectuales. Hablo de ti. Eres comunicación, amor, deseo, ansias de libertad. Pongo y expongo con razones de diverso género. Intento que la comunicación nos lleve a navegar por lugares conocidos y doctos en los que las materias nos impriman buenos caracteres. Seamos entre derechos que hemos de realizar desde la profundidad de los eventos, que han de planear con absoluta dicha. La fortuna de vivir se ha de trasladar a todo lo que nos brinda un carácter maravilloso. Hemos sentido que el momento puede ser éste, y por él vamos a trabajar.

La autonomía de aprendizaje nos hace experimentar en una primera persona. No dejemos que la apatía o el desdén nos ganen esa partida que otros quieren jugar con sus propios tiempos y ademanes. La indiferencia es una guerrera sutil que apenas se ve y que, por lo tanto, es difícil de vencer. Por eso nos debemos animar en el afán de perpetuar las consideraciones más nobles. Permitamos las mejores prácticas. No dejemos, no consintamos, que el destino nos devore con afanes rancios.

Las vicisitudes de otros instantes nos han de consolidar con sus fermentos más gustosos. Hablemos con esa lealtad que nos anima a quedarnos en el sitio del trance superado. Comuniquemos los sentidos con los que laboramos, y hagamos caso a todo cuanto nos enreda, que puede ser edificador de contenidos. No paremos en esa noria que tanto nos marea. Los tercios han de ponderarse en el objetivo máximo de dar con la altura que beneficie al colectivo.

Aminoremos los enfados, y también procuremos estar lo mejor que podamos. Las actitudes se contagian en el sentido más hermoso, y por eso hemos de intentar que lo positivo sea lo que viaje por un universo lento y variopinto. Las convenciones no contribuyen a que funcionen esas estructuras que hemos de planificar para que tengan un objetivo magnífico. Hagamos caso a cuanto nos sucede y saquemos provecho de todo, de lo que ha ido bien y de aquello que no ha resultado como queríamos. El balance suele ser más lindo de lo que imaginamos a primera vista.

Actuemos teniendo en cuenta lo que acontece, y veamos brillos y fortunas en todo cuanto nos rodea. La virtud tiene que ver con la mesura, y ésta nos ha de sustanciar lo subjetivo para que veamos todo con la relatividad que se merece, que nos merecemos. No salgamos hacia un lado equívoco, al menos no de manera consciente. Consigamos una versión maravillosamente bonita donde el cuento sea para nosotros, para explicarnos cosas, para vivir de verdad, para hermanarnos con la sinceridad de una espléndida comunicación, que hemos de activar cada día, en consonancia con los fines de un bienestar común. Detectemos todos los procesos posibles, y saquemos en claro que todos juntos, contando lo que vemos y lo que sucede, podemos convivir en plenitud de esperanzas y de hechos. Hagamos todo lo que esté en nuestra mano, y, con esa postura, con ese principio, abordaremos una existencia mucho más feliz.

Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 25 de junio de 2010

Por ti, Marta

Se llama Marta. Ha sido despedida tras 30 años de entrega a una profesión y a una empresa que siempre le dijeron que era de servicio público, de interés general, de defensa democrática, de garantías de pluralidad y de independencia. Se lo dijeron, y ella, como yo, lo creyó, y aún lo cree, como yo.

Es una licenciada universitaria que, por su actitud ante la vida, será una eterna joven, una motivadora de conciencias (la primera de ellas, la suya). Tiene gracia, garbo, fuerza, garra, y asume protagonismos anónimos que le hacen didáctica y divertida a la vez. No obstante, sabe mostrar ese espíritu de guerrera que también le confiere, como digo, juventud. Es una “combativa-pacifista” nata. Así fue, así la conocí, así sigue, y espero que continúe por muchos, muchos años.

Ha sabido disfrutar de su profesión como pocos, y a ella se ha entregado en cuerpo y alma. Tanto ha sido así que ahora le han dicho adiós, y no termina de entender cómo se agota el amor en una relación tan fructífera. Quizá ha sabido estar demasiado oportunamente en su sitio. Ha sido un ejemplo del periodismo con preguntas, y me consta, al menos en la faceta que le conozco, que ha sido una gran defensora de la profesión, de la calidad de la misma y de la actuación con criterio. No es la única: hay toda una labor de magníficos profesionales que se esfuerzan en este campo de manera tan anónima como firme.

Ahora, sin embargo, a Marta le han arrebatado lo que más quiere: su trabajo. Es la maldita crisis, y maldita sea, sí. Ella no entiende esta interrupción tras 30 años, y yo tampoco, y, como yo, muchos de nosotros, de nosotras, de sus compañeros de profesión periodística, tampoco lo comprendemos. Les cuento que, como Marta, hay demasiados casos de compañeros periodistas que han perdido sus trabajos por culpa de una crisis a la que ya, por desgracia, se anticipó este sector.

Probablemente, esta muestra de apoyo la debí de escribir antes y sobre otros que también la merecían. Siento que voces como Marta, como otros y otras como Marta, se vayan, se hayan ido, se sigan yendo a la lista del desempleo. Con mi apoyo incondicional, y el de tus compañeros y compañeras, este escrito va por ti, Marta, con todo mi reconocimiento. Por ti y por otros como tú.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Sosiego necesario

Tomemos lo que nos parece seguro y promovamos las sensaciones más estimables. Nos hemos dado un sosiego muy necesario.

Palabras que no pronunciamos

Olvidamos lo que fuimos con una entrega de noches iluminadas por palabras que ni pronunciamos.

Preferencias distinguibles

Nos debemos divertir con lo que nos falta en este universo de preferencias distinguibles.

Tonos estimados

Superamos los momentos con un reconocimiento de verdades con las que subir los tonos más estimados.

Desde la buena comunicación

La comunicación buena y certera nos ha de procurar un estado de felicidad y de equilibrio. Seamos honestos con nosotros mismos. Intentemos mirar con el corazón, con una absoluta bondad hacia los sucesos, actos, posibilidades y pensamientos, que han de fluir en pura comunicación. Superemos el hielo comunicativo. Descongelemos las voluntades que se han quedado quietas y hagamos caso a los pensamientos, al corazón, a cuanto llevamos dentro. No permitamos que las cosas sucedan como si no tuvieran importancia, que siempre la tienen. Nos debemos tomar en serio esas sensaciones que nos previenen con sentimientos variados. Sigamos.

Saltemos para superar las desdichas que hemos de convertir en alegría gracias a la buena comunicación. Aceptemos esas notas que nos vienen de la experiencia. No cesemos en esas pretensiones que nos han de llevar a cotas de buen humor. Lo precisamos. No lleguemos tarde. Tampoco hace falta que nos aceleremos y aparezcamos antes de tiempo. Marquemos una horquilla en la que nos podamos mover, y seguro que daremos con trayectos hermosos. Son referencias inequívocas.

Nos revolucionamos con los extremos que nos presentan consideraciones con las que traer momentos de escenas considerables. Nos tomaremos un algo bueno. No debemos quedarnos en esos escenarios que no edifican la existencia como antes, como al principio. Nos tomaremos el suficiente tiempo para un homenaje de respuestas en las que añoramos etapas de una cierta autonomía, quizá porque los años pasaron sin poner huellas que nos condicionaran. Pienso en ti, como espero que tú medites sobre lo que fuimos, acerca de lo que no hicimos. Hagamos que el paseo merezca la pena. La vuelta de la esquina ya se ve.

Racionalicemos los instantes que nos dejaron claro que la amistad y la comunicación, para fomentarlas y sostenerlas, están en el frontispicio de las relaciones que queramos mantener con el paso del tiempo. No ubiquemos en saco roto lo que podría ser un deseo más o menos hilvanado de paz. Nos hemos de poner en ese brete que asume riesgos con impresiones que nos hagan avanzar por territorios donde la sorpresa y las ganas de aprender se han de colocar por todas partes.

Suspendamos las astucias que otros nos quieren relatar con unas sentencias de volúmenes positivos, sentidos, sinceros. Hagamos caso a todo cuanto nos rodea, a sus caricias, a los análisis que nos indican que las cosas han de salir por los senderos más cautelosos y simpáticos. No dejemos al albur de los días lo que habría de ser un efímero instante.
Comuniquemos. Tengamos valor y coraje, y pura templanza también. Miremos con otros ojos, o puede que tengamos que hacerlo con los mismos de siempre. Adelantemos faena y tratemos de ganar ese territorio que, una vez conseguido, se ha de compartir. Todo es posible, no lo olvidemos, desde la buena comunicación, desde su búsqueda y consecución serena, sencilla, sosegada, moderada y cimentada. No es poco.

Juan TOMÁS FRUTOS.

jueves, 24 de junio de 2010

Por sencilla definición

Lo habitual se convirte en referencia de todo aquello que nos queremos relatar en este día que es nuestro, que debe serlo, por sencilla definición.

Naturaleza querida

Nos seguimos con cordura, con asentimiento de presencias que nos han de pedir ese sí que nos invitará a tenernos con una naturaleza querida.

Algo puede ser

Nos incorporamos a esa existencia que soñamos cuando todo parecía posible. Al final, contigo, parece que algo puede ser.

Más arriba

Nos comprendemos sin pedir nada a cambio. Eso es amistad. La calidad de nuestra relación gana enteros. Sigamos mirando más arriba.

Música especial

Tomaremos la fe que nos contamos con una versión superadora de aspectos infantiles. Nos hemos dado un concierto de música especial que nos subraya todo el amor que llevamos dentro.

Que lleguen las mejoras

Te podría decir todo en este nuevo estadio en el que nos hallamos, pero prefiero que las mejoras vayan llegando poco a poco.

Esa mirada, esos ojos

Sabes que te señalo sin verte, y que exprimo cada segundo con tus ojos, con esa mirada que me abriga.

Ansias recíprocas de comunicación

Fomentemos la retroalimentación de manera constante, tranquila, imperecedera. La vida tiene muchos lados, y hemos de advertirlos. Seamos precisos en la balanza de la comunicación, y aderecemos el proceso con gusto y complacencia. Versionemos la realidad para darle un poco de color, de ritmo, de salsa que nos invite a entendernos con pasión, con gustos de suprema factura, con nuevas plantas con las que poder erigir lo que nos interesa y construye como sociedad. No dejemos lo bueno atrás, y procuremos dar con otros elementos de cuño flamante y fructífero. Nos debemos preparar para saber guardar lo que nos interesa. Hemos de afrontar con total sanidad, con brillante salubridad, lo que ha de ser coparticipado en sociedad.

Viajemos con el afán de dar con las claves de unas relaciones que han de moverse con unas ciertas garantías. Sigamos consejos con las actitudes más rutilantes, más sinceras, las más bondadosas. No ultimemos los procesos con operaciones de laboratorio y juguemos a arriesgar un poco. Creamos. Merecemos otro tipo de objetivos, unos quehaceres más constructivos.

Hemos abandonado la sed con un criterio de ansias recíprocas que nos han de poner en los trasiegos de unas lecciones con las que hemos de edificar la estructura más sólida. Comuniquemos cada vez que podamos: aprenderemos, eliminaremos entuertos y haremos favores relacionales que nos consolidarán en nuestras naturalezas humanas. No aceptemos la muerte en vida con las incomunicaciones que nos entretienen sin que demos pasos de verdad.

Los cánticos de aquellas edades mozas han de transformarse desde la experiencia en una mudanza que avance, que nos tonifique. Hemos de sentir como propias todas las iniciativas que nos previenen y nos desarrollan aspectos que creíamos olvidados, desconocidos o imposibles. Ponernos en marcha es vivir un poco más. No es necesario apretar el acelerador. Tan sólo hay que sacar provecho a cuanto sucede desde una óptica de crecimiento pausado y sin ansias de dar con logros superficiales. Hemos de salir del hastío. El crecimiento intelectual ayuda en el avance tonificador de lo físico.

Simpaticemos con lo que nos regala el destino, que tiene mucho de caprichoso, y también mucho de mimetismo respecto de lo que le hemos sembrado. No esperemos, aunque ocurra casualmente, lo que no hemos perseguido con ahínco y fortaleza. Cuando las cosas no salgan, cuando no sean como deseamos, comuniquemos para dar con los vectores y caras que justifican muchos derroches de energía que, pase lo que pase, nunca está mal utilizada si nos mueve la buena intención. Dejemos las líneas de comunicación libres. Al otro lado, siempre al otro lado, hay mucho que decir y escuchar. Dispongamos con precisión y pausadamente. La sensatez y el sentido común han de mostrarnos las actitudes con las que movernos cada día, y cada día seremos más personas. Procuremos ser dichosos mirando por todos lados, con ojos tan complacientes como críticos. Cristalicemos las amistades como base de todo cuanto hacemos, fundamentalmente en materia comunicativa.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 23 de junio de 2010

Una placidez que gusta

Aguardo tu disposición. Hemos sellado acuerdos que entendemos bien. Nos comunicamos una placidez que gusta.

Asuntos cruciales

Nos dividimos para abordar los asuntos que nos parecen cruciales. Abarcamos un poco de fracaso que conviene sobrellevar un poco mejor.

Saborear los momentos

Nos damos mucha fuerza. Hemos apremiado a nuestros sentimientos, como si eso funcionara. No puede ser así. Los buenos momentos hay que saborearlos.

Un auténtico flechazo

Todo el recorrido que hemos compartido nos hace consolidar ese momento que fue fugaz y un auténtico flechazo.

Mensajes sin botellas

Presentimos que las participaciones de cariño irán más allá. Nos daremos mensajes sin botellas. Esperaremos al otro lado del mar.

Amistades que nos superan

Tendremos que desbordar esos sentimientos que desde hace mucho tiempo quedaron atrás. Nos proyectamos con amistades que nos superan.

El instante de pasión

Tendremos que recoger las mieles de una voluntad que nos convoca para dar con instante de pasión que todo lo justificará.

Nuevos vínculos de amor

Añadimos esos pasos que nos envuelven con sus dones más sagrados. Hemos hablado de sentir, y seguramente es así. Nos damos nuevos vínculos de amor.

Vemos mejor

Hemos acudido a ver lo que nos da la vida con refuerzos no escritos. Nos hemos puesto en un sitio desde donde vemos mejor.

Fraguar ocasiones comunicativas

Pretendamos, sin perseguir, las suficientes ocasiones comunicativas, que han de determinar los mejores estados de ánimo. La voluntad en el transcurrir vital es síntoma de acercamiento a las supuestas conclusiones comunicativas y de relación a las que queremos llegar. Seamos con toda la sinceridad que mueve un mundo de sorpresas con resortes de los que aprender. Hemos atemperado la belleza con una comunicación de enganches permanentes con los que debemos crecer como personas y a todos los niveles. Hagamos caso a los corazones, que nos han de llevar por sendas adecuadas, por límites sellados con antesalas maravillosas de aprendizajes no vencidos. Nos hemos de disponer a salir adelante con todas las consecuencias y posibilidades de una existencia estupenda. Agradezcamos todo lo que albergamos, y sintamos muy plenos por las amistades que nos rodean, que son las que justifican la mayoría de las intenciones y de los anhelos.

Calibremos los motivos y sus criterios, y sonriamos ante ese porvenir que nos ha de traer los mejores presentes y teniendo como referentes los pasados y sus actividades y experiencias. No deseemos en vano lo que ha de tener límites sensacionales. Separemos las consultas de aquellas expresiones que nos han de permitir superar las lindezas extremas. Consumamos las pacientes caricias con unas normas que nos han de especializar con sus razones y registros más potentes. No hagamos caso a lo que no tiene sentido. Respondamos.

Nos enganchamos cada día de nuestra existencia a una versión que ha de recordar las pacientes dichas con las que asumir el reto del vacío. Las conclusiones nos han de llevar por las cálidas aguas de un pedestal sincero y creíble. Hagamos que las certezas nos ayuden con sus invitaciones más o menos permisivas. No paguemos con monedas inadecuadas lo que ha de ser una paciente docencia en la que todos nos debemos ver involucrados desde la pluralidad y la amplitud de nuestras visiones.

No cercenemos el futuro. Tenemos tantas ocasiones como seamos capaces de fraguar ante un universo de prestaciones más o menos periódicas. Singularicemos las actividades con unas consecuencias de posturas versionadas con unas actuaciones de frescuras totales. No paremos las máquinas ahora que nos han de dar el todo con el momento de una lucha que hemos de hacer eterna, casual, superior. No neguemos las evidencias.

Las implicaciones nos han de llevar por las sendas de unas escuchas de las que hemos de extraer las consideraciones más empáticas y duraderas. Nos debemos exponer a esos riesgos que nos deben otorgar beneficios solidarios. De ellos podemos advertir muchas conclusiones tan relativas como aleccionadoras. Las proezas de las comunicaciones están en sus capacidades de resolver todo, incluso los conflictos más ásperos. Es cuestión de voluntad, de querer, de esa estimación que cada jornada se convierte en poder en cuanto nos decidimos a ello. Salpiquemos de señales y de conocimientos todo nuestro entorno con unas solventes palabras, con su flujo, con sus directrices más estimulantes. Las premisas que nos arman de valor pasan por deseos y superación de obstáculos. Lo que pensemos y hagamos define de manera primordial lo que puede ser el resultado, en este caso comunicativo. Las oportunidades se hallan en todas partes. De lo que se trata es de poner todos los medios para que vayan cristalizando, para que vayan siendo, para que nos consigan.

Juan TOMÁS FRUTOS.

martes, 22 de junio de 2010

Sacar partido a la comunicación

Aprovechemos los pronósticos, las experiencias, las dudas, las respuestas a las diversas cuestiones y procedimientos en las relaciones sociales, que son también comunicativas. Tenemos motivos para disfrutar del contento producido por la comunicación. El criterio es sacarle partido, con templanza, a cuanto hacemos en comandita con la sociedad. Hagamos caso a los que nos rodean. Ellos son nuestra razón de ser. Animemos los deseos, los débitos, los elementos con cursos de claves preferibles y preferentes. Nos debemos adecuar a los momentos, a sus situaciones, a los instantes que nos producen pasiones con avisos a navegantes con los que podremos viajar hacia sensaciones flamantes, renovadas al menos.

No dejemos para mañana esos idealismos que antes nos obligaron a tocar con respuestas anteriores a las preguntas. No neguemos las emociones de cuando fuimos infantes. Fue una buena etapa, en la que aprendimos mucho, aquello que tiene sentido de verdad. Todo irá por ese trayecto más que requerido entre pacíficos fines con los que alimentar los egos de cada cual.

Nos debemos entusiasmar con los lenguajes empleados, que han de persistir con sus tonalidades y tonos de facturas diversas. Tomemos tiempo. Es bueno ir de manera pausada. Al final, éste, el tiempo, el nuestro, el de cada cual, nos coloca en el sitio que merecemos, en el que necesitamos, en el que somos un poco más lindos y mejores. Aboguemos por ese trayecto que nos pone en el sitio de vanguardia.

Tomemos con fulgurantes caricias lo que nos pareció diestra emoción con sus fugaces formas. Poco a poco daremos con las claves sencillas, que hacen ese conglomerado que supera los conflictos. Olvidemos los fracasos, y apoyemos nuestros espíritus en esos logros en positivo que justifican y contextualizan lo que nos place. Nos hemos de poner a la faena con unos preferibles anhelos de pura libertad. Hemos de agasajar el momento que nos justificó cuando fue. La rueda sigue con sus obligaciones sinuosas que hemos de combatir con la sal de la vida, que ahí está.

No presentemos los instantes de gozo con fuerzas que no son o que no están. Hemos de servirnos con una fortaleza que ha de aparecer donde todo fue con un estímulo de permanencia. Los símbolos simpáticos son esos primeros peldaños de la escalera común que hemos de utilizar. La comunicación nos hará mucho bien. Sin prisa, pero sin pausa, conoceremos lo que sucede y veremos el porqué de una existencia que ha de florecer con gusto.

Superemos tormentas o amagos de éstas y seamos en la sensatez de una ilusión que no ha de quedar cautiva. Pidamos ese honor que es paso obligado entre simulaciones y querencias con resoluciones de dudas y de obstáculos. Removamos los espacios y veamos con más claridad. Para eso podemos comunicar. Para eso, y para mucho más. Brindemos por ello. Nos aguarda una gran fiesta, que hemos de aderezar de estímulos y de las mejores vibraciones posibles. Los destellos nos marcarán dónde tiene lugar la celebración. El que vayamos en tiempo y forma, el que maniobremos con el mejor de los propósitos, depende de nosotros. No ha de faltar el ánimo. Éste es el sostén de todo cuanto pensamos y hacemos. No consumamos energía inútilmente, pues eso produce frustración, auténtica enemiga de los procesos comunicativos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 21 de junio de 2010

La gloria del entendimiento

Una parte, o una fase, o un instante o estadio del paraíso terrenal viene de la dicha de la comunicación. Podemos mejorar nuestro intelecto, y, por ende, nuestro estado físico a través de los procesos de interacción informativa. Hagamos que la comunicación nos sane, que nos divierta con sus toques mágicos de sensaciones concordantes y con bases más o menos sólidas, siempre flexibles. No olvidemos los adelantos de glorias floridas. Nos hemos de presentar con un deseo o dos que sean básicos, con los que poder construir la morada en la que queremos estar. No destaquemos errores sino aciertos con los que todos podamos avanzar. Nos hemos de enderezar con los anhelos más coherentes.

Simplifiquemos los procesos y los conceptos con aires de lindas libertades con las que armar relaciones y negociaciones de variopintas gracias. Hagamos que el todo sea en el tránsito hacia una voluntad de resúmenes consumidos desde los mejores planos y deseos. No sé si podremos hacerlo todo con un afán de pura autonomía con la cual poder aprender desde la consideración más equilibrada. No nos pongamos en tesituras que no tengan salida.

Vayamos a ver los paisajes de viajes que emprendimos en su día sin saber los motivos. Todo ha de ser de algún modo no previsto. Las vencidas actitudes de otras etapas han de consumarse con un poco de criterio de finalidades preferentes y preferibles. Nos hemos de añadir a esa dinámica de olvidos supremos con los que nos hemos de poner a añadir unas bases de negociaciones implicadas en las versiones más auténticas. No prestemos atenciones que hasta ahora nos han diseñado actividades de posturas inciertas.

Todo es en la medida que lo vamos percibiendo con la premisa de un conocimiento que perseguiremos como globalizador. Enterremos esos pasos que nos han de adivinar las causas y también las consecuencias con las que nos moveremos hacia el lado más sencillo. No prediquemos con ejemplos armados de valores constituidos de insistentes felicidades con las que podremos ir hacia la causa de todas las razones implicadas en unas haciendas de conocimientos que nos sostendrán con sus pregones de estimaciones cariñosas que iremos mudando hacia joviales realidades. Llegarán las tardes, y con ellas las ocasiones.

Prefiramos abrir ventanas y puertas con unos entusiasmos de tendencias hacia la plenitud de escuchas donde todos tendremos mucho que referir. Hagamos caso a los buenos corazones, que nos dirigirán las sorpresas con humos sin apatías. Hemos aplaudido una serie de novedades con las que querremos ponernos en los barcos que transportan conocimientos con procesos en marcha de comunicaciones y aprendizajes desde el ferviente objetivo de una paz que nos trasladará a una comunión de intereses pacíficos con los que acuñaremos una especie de gloria en el entendimiento mismo. Ahí hemos de estar. Recordar que la información y sus procesos de interacción constituyen salud es decir lo obvio, pero a menudo no es malo refrescar lo conocido. También eso es comunicación. Ejercerla es una obligación magnífica con la que podemos aderezar el destino, o, cuando menos, la singladura de eso que llamamos existencia.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Un campo nuevo

Temblamos de pacientes dichas que nos previenen de cambios singulares. Hemos abierto un campo nuevo.

No nos quedemos solos

Considero que eres mi mejor opción. Te lo digo sin rodeos. Hace falta que no nos quedemos solos.

Volver a empezar

Restauro mi forma de ser con una cautela que me lleva donde el mundo es un poco más señero. No damos crédito a las formas de volver a empezar.

domingo, 20 de junio de 2010

Sentimientos convencidos

Hemos recordado lo que fuimos y el porqué. Nos levantamos con causas pequeñas que nos elevan hacia otros sitios. Convenceremos a nuestros sentimientos.

No platos de gusto

Superamos los envites de unas circunstancias que nos mandaron muy lejos. Las propinas tampoco son platos de gusto.

Felicidad y hermosura

Nos miramos con unas fantasías que nos recuerdan lo que fuimos. Hemos señalado varios caminos que nos han de regalar felicidad y hermosura.

En cuanto vuelvas

Tendré que contestarte antes o después. No sigo en la otra cara de una noche que nos muestra uñas y dientes. Todo pasará en cuanto vuelvas.

Rastros negados

Nos dedicamos a ser con caracteres diversos. Nos hemos puesto a compartir y a economizar rastros negados.

Accesos fungibles

Formalizamos unos aspectos que son las imágenes de lo que nos gustaría tener con accesos fungibles.

Tabla de salvación

Repaso mi corazón, y encuentro un minúsculo deseo que creí soñado. Lo defenderemos como una tabla de salvación.

Emigrantes del amor

Nos atacan con sus respuestas de noches infructuosas. Nos dedicaremos a vivir como emigrantes del amor.

El contexto de siempre

Corremos con un sí entre vueltas de imágenes nuevas. No hemos dado con el contexto de siempre.

Carencias absurdas

Solucionamos desde la inspiración unos quehaceres que nos recuperan con sus previsiones situadas ante las carencias más absurdas.

Nos volveremos reales

Vivimos una compleja actividad que nos ha de devolver al entusiasmo de siempre. Nos volveremos reales. También eso da miedo.

Periodismo y TIC´s

Los avances nos llevan por derroteros y territorios extraordinarios, muy fundamentalmente en lo que concierne al Periodismo. Las Nuevas Tecnologías de la Información son la gran revolución en todas las esferas humanas, y, por supuesto, en el campo de la Comunicación. Una de las propuestas de análisis que recomendamos fervientemente es en torno al llamado “Periodismo Participativo” y la utilización que éste hace de las nuevas tecnologías de la información como base y sustento de su desarrollo. Nos debemos fijar, en primer lugar, en ese determinismo que pueden suponer las TIC´s y avanzar el papel que incluso ya están jugando los ciudadanos/as en el ámbito periodístico. Con sus contradicciones, creamos firmemente en sus funciones constructoras.
Sobre si son o no contenidos periodísticos planteemos un tema de debate arduo. A veces lo son, y otras no. Depende de cuestiones que tienen que ver con el uso de fuentes fidedignas, de los propios intereses de publicitación, sin olvidarnos de la calidad y de la validez de cara a la sociedad. En todo caso, insistamos en que son proveedores de contenidos.
La renovada controversia sobre los inventos en el mundo de la escritura en general y del periodismo en particular se produce cada cierto tiempo, en cada etapa, y lo lógico es que, con los necesarios estudios, dejemos el lapsus oportuno para ver por dónde transcurren las emergentes aplicaciones.
Subrayemos, asimismo, la competencia que se está dando en algunas esferas del Periodismo, pues se facilitan contenidos que ya no están tan profesionalizados. Esto ocasiona, ya lo está haciendo, una merma de la calidad y, sin duda, una pérdida de trabajo de los periodistas que viven de este oficio.
Apostemos por el uso de fuentes muy ricas, que seguro que ofrecerán una impronta de mucha conveniencia. Hilvanemos bien los discursos, con reflexiones muy relevantes, que hemos de tener presentes, sobre todo en este universo de constante evolución que es el Periodismo en Internet.
Abundemos, igualmente, en varias conclusiones que ya empiezan a subrayarse por parte de expertos en la materia. Por un lado, el papel del periodista profesional es incuestionable; por otro, es preciso saber convivir; además, necesitaríamos una especie de manual que ayude a aquellos que se introducen en este mundo en el convencimiento de que eso no les hace informadores del oficio (leer un manual de medicina no te hace médico: te da conocimientos que pueden ser necesarios, como aquí); y, finalmente, no nos ceguemos por audiencias y por poderes fácticos: éste tipo de periodismo (o en lo que devenga, cuando haya pasado un tiempo) será lo que tenga que ser.
Por todo ello no caigamos en estériles complejos o competencias. Esperemos con un afán positivo, y siempre defendiendo a los periodistas profesionales, a su buen hacer, que es de servicio público a la sociedad, y en ese plano y sentido lo hemos de intentar sostener y mejorar. En el frontispicio de las democracias están las tareas informativas plurales, libres y de calidad. Abogar por ellas es básico. Indagar y analizar las nuevas tendencias emergentes puede y debe ser clarificador. Entendemos que el uso de los progresos tecnológicos es, cuando menos, una ventaja. Procuremos que lo sea aprendiendo de la experiencia y de los posibles errores y/o imprecisiones.

Juan TOMÁS FRUTOS.

sábado, 19 de junio de 2010

Más ilusión y confianza que aspectos negativos

La fe mueve montañas, y lo hace porque es mayor que otro tipo de actitudes o sentimientos. Lo bueno es, al menos a día de hoy, en todos los ámbitos, más. Lo que ocurre es que hay minorías que hacen más ruido. Estamos convencidos de que los brillos son superiores, y ello también ocurre en el sector de la comunicación. La situación del sector periodístico es crítica, con muchos cambios, con reducciones de plantillas, con medios en coyunturas complejas en lo económico y en lo laboral. La pérdida de credibilidad y la misma saturación y fragmentación de los mercados y de los consumos comunicativos hacen que estemos ante una etapa de emergencia en varios sentidos, de dudas y de vacilaciones, y también de cambios hacia un nuevo modelo, donde Internet será, más pronto que tarde, el “Gran Medio” como convergencia de todos los demás. Las perspectivas son muy abiertas, con multitud de opciones.

Todos sabemos que querer es poder, que asumir compromisos es parte de la decisión para cumplirlos y que, todos en comandita, podremos llevar a cabo la enorme tarea de recuperar algunos prestigios perdidos por el camino y sentarnos para afrontar y mejorar una serie de situaciones señeras en las que deberíamos ponernos de acuerdo, como son la situación laboral, la necesidad de un reciclaje permanente, la lucha por derechos y condiciones económicas, etc.

La ilusión, la fe y la confianza no son los últimos sentimientos que hemos de perder. Son las condiciones indispensables para poder encarar el futuro inmediato, que precisa de altura de miras y de fortalezas donde antes hallamos debilidades o apatías. Las nuevas promociones de periodistas, con una formación estupenda, vienen empujando fuerte, y creemos que les debemos las suficientes oportunidades ante el que para todos es un quehacer dotado del brillo de poder servir a la sociedad. Hagamos, como un compromiso voluntario, todo cuanto esté en nuestras manos para que el sector tenga viabilidad, visibilidad en positivo y un futuro prometedor.

A pesar de todas las vicisitudes, el nuestro sigue siendo un gremio, un oficio, hermoso, atractivo, que ejercemos con vocación y con entusiasmo. También es cierto que, en estos momentos, y para eso también está el Colegio de Periodistas, debemos estar más unidos que nunca. Algo en lo que insistimos en los últimos años es en la formación y en ganar crédito y en reforzar los diversos aspectos éticos que siempre han arropado a nuestra profesión. En ese trabajo, que es bastante, contamos con todos/as vosotros/as.
La crisis está ahí. No podemos ni debemos negarla, pues sólo con su reconocimiento podremos llegar a determinadas conclusiones. Todos precisamos de los brillos de la profesión, que aún permanecen, que son muchos, que pueden ser incluso la mayoría, pero que, en todo caso, deben superponerse a los numerosos ruidos y filtros que otros, en minoría probablemente, tratan de colocar. Apostemos claramente por lo que es más coherente y por lo que, asimismo, nos puede hacer más felices. Es evidente que hay más ilusión y confianza que otros aspectos menos nobles. No sólo debemos pensarlo: como hacemos ahora, hay que resaltarlo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 18 de junio de 2010

Miradas que nos atrapan

Perdimos los deseos con afanes que se precipitaron al vacío. Nos elegimos con miradas que nos atrapan.

Sonrisas cómplices

Saboreamos las intenciones de quienes nos regalan sus presencias, sus miradas, las sonrisas cómplices.

Trayectos que nos pueden

Viajamos para estar más juntos que antes, para ser en los trayectos que nos ofuscan, que nos pueden.

Más deseables

Contamos criterios de amores, y lo cierto es que es mejor que fluyan sueltos. Son más y más deseables.

Sortearemos obstáculos

Pedimos ser dueños de nuevas realidades. Nos hemos puesto a saltar de alegría, y eso nos hace un poco mejores. Sortearemos obstáculos.

Con otro sí

Situamos el todo entre partes que nos atemorizan con refuerzos de nuevos sueños. Nos hemos gustado con otro sí.

Repartir felicidad

Nos hacemos acreedores a más felicidad de la que pensamos, que, obviamente, hay que repartir.

En más plenitud

Superamos esos momentos de dudas que nos hacen emprender caminos diversos. No estamos en esos caminos de silencio de antaño, y por eso nos sentimos en más plenitud.

Comunicaciones y apreciaciones flamantes

La renovación es una cuestión de perspectiva. Por eso debemos hacer el esfuerzo permanente y gozoso de ir hacia delante gracias a ella. Con una cierta constancia hemos de activar y de reactivar la comunicación, sus procesos y sus resultados. Hagamos que funcione la mejor de las comunicaciones. Nos hace falta, y nos hará más felices. Nos debemos enseñar las motivaciones comunicativas con las que poder acelerar todos los cambios que seamos capaces de gestar. Animemos las experiencias con unos tonos simpáticos que nos han de ayudar a ser y a vivir entre tendencias renovadas. Hagamos que los instantes sean. Nos daremos realidades poco a poco, pero sin lentitud excesiva, y con figuraciones comprometidas desde el pacto y el consenso. Investiguemos para darnos con apreciaciones flamantes. No neguemos los impactos, sino que procuremos que sean para mejor, y siempre buenos y excelentes, si cabe.

Debemos compartir todas las esferas del universo simpar con unas aceleraciones de señales con normalidades estupendas, gratas, prestas a que todo vaya y mejore hacia el lado más sincero y aleccionador. Las prácticas y los aprendizajes nos han de permitir que las cosas funcionen y que las comunicaciones sean todo lo fructíferas que necesitamos para que la credibilidad y la cercanía sean conceptos que funcionen muy de veras. Nos debemos impulsar en el mejor de los sentidos y con los niveles afectivos y racionales que precisamos en un sano equilibrio.

Debemos simbolizar y hacer realidad los cánones de unas emociones con refuerzos destacados hacia el universo de intenciones que nos han de desgranar las comunicaciones con las que podremos ir hacia el escenario más grato. Nos hemos de perfilar hasta dar con los elementos más importantes. Hemos de presentar los deseos con unos volúmenes de señales que han de hermosear con los convencimientos plenos de emociones interesadas en los cambios y en las mudanzas de destinos más que universales. Seamos entre sensaciones estupendas, con unas complacencias en las que todos hemos de estar hasta guarecernos de insensateces y poder apoyarnos en las más lindas preferencias compartidas.

Salgamos al encuentro de las dichas que nos prefieren con sus pros y sus contras, con sus dudas y sus luces, con las sombras que aparecerán con brillos estelares más pronto que tarde. No cancelemos el compromiso de avanzar y de superar cualquier destello extraño. La vida nos conmina a salir de los atascos que nos detienen en etapas de solvencia y de querencias que todo lo sanan. “Fidelicemos” las ofertas con unas creencias e idealismos que nos han de trasladar a esas realidades señeras que tanto nos construyen como personas y como colectivos.

Comuniquemos lo que nos llena, lo que nos hace reactivarnos, lo que nos sugiere potencialidades con las que podremos asumir que las cosas son y serán con esfuerzos en directo. Tengamos la fiesta como referente de una felicitación que ha de saber a una jovialidad en expansión que nos hará pasar ratos muy felices. Consideremos que podemos tener actitudes de fantasía. La comunicación nos da nivel e ilusión con ordenamientos de ese caos que nos rodea. La vida es esto y un poco más. Tendamos manos y brazos, y puentes, y consideraciones en pleno. Las premisas y las conclusiones se unirán a través de la línea indeleble que une los puntos de partida y aquellos otros de llegada. Las comunicaciones, con sus oportunas apreciaciones, si las divisamos con constancia y procurando refrescarlas y que estén como nuevas, son las garantías de diversión y aprendizaje.

Juan TOMÁS FRUTOS.

jueves, 17 de junio de 2010

Relaciones posibles

Marcharemos hacia ese momento que será ejemplo y apuesta de futuro. Nos planteamos prevenciones que nos harán vivir relaciones posibles.

Improntas sin desvíos

Viajamos todo lo juntos que podemos con amistades que nos influyen con improntas sin desvíos.

De premio

Jugamos para vernos con una perspectiva mayor. Hemos combinado respuestas con una brillantez de premio.

Sin trasiegos

Rivalizamos en todo lo que hacemos, en lo que somos. Acudimos a contarnos un sí sin trasiegos.

A toda costa

Seremos auténticos campeones en este amor que nos ha venido rebotado, pero que sostendremos a toda costa.

Tonos ligeros

Agarramos las influencias con unas demarcaciones que nos insisten con reflejos de tonos ligeros.

Mudarse un tanto

Rondamos por sentimientos que hemos visto desde la abstención de las mejores intenciones. Todo debe mudarse un tanto.

Las cosas van y vienen

Quiero que estés en ese sitio donde te sientes cómoda. Nos hemos quedado sin algunas referencias, pero, en el flujo de la vida, las cosas van y vienen. No lo olvides.

De un puro vacío

Impresionamos esos amoríos que nos dejan en lugares que fueron el resultado de un puro vacío.

El cariño es todo

Suenan músicas celestiales que nos hermanan, o que deberían. Aprovechemos esos cultivos del pasado. El cariño es todo.

En todas las líneas

Vamos a competir en lo espiritual para que aprendamos de loables moralejas que serán referencias en todas las líneas.

Agilicemos todo

Pactamos con todo tipo de necesidades para solventarlas con sumas que nos han de presentar presencias estimadas. Agilicemos todo.

De otras chisteras

Negociamos con unas voluntades que nos ponen en pruebas diversas. Sacamos más certezas de otras chisteras.

No seamos tardíos

Damos algunos momentos más. Nos hemos quedado sin esos nortes que aumentaron las prudencias. No seamos tardíos.

Fugas de resultados

Nos registramos los corazones para ver lo que portamos en unos momentos de tránsitos con fugas de resultados.

Consolidar la felicidad

Custodiamos las sensaciones con unos amores que son sinceros. No pretenden más que consolidar la felicidad.

Con cambios dirigidos

Contemos todo en tiempo y forma. Tratemos de entender las dispersiones en las que nos movemos. Hemos sido con cambios dirigidos.

Sincerarnos cada día

Nos acercamos con pasiones que encienden velas con las que podemos armarnos de otros valores. Nos vamos a sincerar cada día.

Ansiedades estimadas

Determinamos las intenciones con unas paces que nos promueven con sus visiones de ansiedades estimadas.

Bueno, fungible

Nos sinceramos con todo lo que es descarte con funcionalidades queridas. Nos estimammos con un sí eterno, bueno, fungible.

Varios fines

Regimos un destino que nos promueve con sus invenciones más necesarias. Hemos agarrado varios fines.

Sin demasiados largos plazos

Tentamos la suerte. Es bueno el riesgo con moderaciones variadas. Nos hemos puesto a vivir sin mirar atrás y sin demasiados largos plazos.

Para ser

Hemos mirado hacia lugares que son sombras con unas reglas de finitas facturas que haremos más grandes. Nos conjuramos para ser.

Son tuyos

Recojo muchos dones que son tuyos. Los voy a custodiar hasta que me los pidas. Son tuyos. Lo soy.

Sabores comunicativos

Busquemos los sabores de los procesos comunicativos mirando todas sus improntas, sus posibilidades, lo que son, lo que no son. Tomemos las referencias más melosas, las que más nos incitan a rescatar los aspectos dulces de la comunicación. Vivamos con audacia para dar con esos toques mágicos que nos alivian con condiciones de conocimiento que se implantan sobre la base de la comunicación discreta y partiendo del término medio como dinámica singular y casi como virtud permanente. Nos agasajamos cada día con impresiones que han de adecuar los discursos para superar cualquier derrota. Los ánimos han de apoyar lo que podemos hacer, lo que realizamos, para imponernos a los inconvenientes que explicable o inexplicablemente se repiten. Estamos unidos para cuanto sea necesario.

Nos debemos dar ese paño sin lágrimas para alimentar los egos propios y ajenos. Nos hemos de prevenir. Las voluntades son esas cartas que lo mismo que aparecen no están en su sitio. Hemos de ser buenos como superación de algunos frenos con los que deberemos comulgar, o no, a la menor ocasión. Sigamos sin que nada nos detenga. Utilicemos los diversos sentidos para dar con aspiraciones maravillosas. Las consultas han de ser con sus hermosos anhelos. Están para algo, están por y para todos nosotros. Los planes irán saliendo si no estamos todos. Nada de valor se mantiene si no actuamos como comunidad de seres humanos.

Las presunciones nos han de servir para adentrarnos por túneles que no han de ubicarnos en soledades sin criterios. Tengamos razones. Motivemos lo que hacemos. Debemos sincerarnos para dar con esos toques que ayudarán a que las atenciones nos permitan que las causas y los inconvenientes nos impresionen con sus reubicaciones más o menos entendibles. Tenemos que adentrarnos en las simbologías que nos pueden hacer vivir de una mejor guisa. Sorprendamos a nuestro entorno, y, de paso, a nosotros mismos. Hemos de allanar el territorio que nos rodea para que la visibilidad de lo que interesa o podría interesarnos sea lo más alta posible. Aguardemos a que las cosas sean.

No sabemos siempre lo que pasa. Tampoco será buena la perfección, a menudo fruto de accidentes más o menos consentidos. En esos casos en que no conocemos hay que preguntar. Nos debemos ganar sin ventajas. Añadamos conocimientos sin más, y ahí ya tendremos un triunfo que hemos de compartir con aquellos y aquellas que nos quieren de verdad. No todos los éxitos han de ser materiales. Lo intangible nos suele alegrar más la vida que lo ponderable que, por serlo, se entiende y se consume más atrozmente. Hagamos honores a cuanto solventa pasiones más o menos comedidas.

Olvidemos todo lo que nos descoloca. La simiente de la vida misma nos ha de preñar de exactas caricias con las que uniremos, o deberemos, las tareas que sumarán y dictarán resultados de envergaduras apetecibles. Las llanuras de otras etapas nos han de procurar salidas hacia situaciones de mansas adecuaciones a lo que se espera y a lo que será. Las grandiosidades de las eternas reiteraciones han de quitarnos las piedras de caminos que no conocemos. Miremos sin gravedad y con el deseo de aprender. Seguro que daremos con aspectos dulces y aleccionadores. Los buenos aromas, sin duda, ayudan a la buena comunicación. Retomemos las experiencias mimosas, las equilibradas, las templadas, las que nos dicen y dictan lo mejor. Al menos, procuremos el intento. Los diversos sabores nos aguardan para que los exprimamos y los valoremos en todos sus perfiles, en todos sus momentos, con todo cuanto nos ofrecen.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 16 de junio de 2010

Conversar y aprender

Realicemos cada día esos procesos comunicativos que nos imprimen un aprendizaje acompañado de felicidad. Vivamos, experimentemos, seamos en la comunicación, con ella, procurando construir una realidad en evolución tranquila. Destaquemos las verdades relativas con las que podemos navegar un día y otro también. Hagamos que las soluciones funcionen. Las vertientes han de planificar el momento de una gloria compartida. Las direcciones son múltiples, y, como tales, hemos de asumirlas. Soldemos las relaciones con la libertad que nos puede hacer cómplices de derechos y universales con los que zarpar por océanos de aprendizajes sencillos.

Somos en la experiencia más manifiesta, entre recortes comunicativos que hemos de multiplicar para que se perpetúen los mejores aspectos. Hemos de aplicar alimentos intelectuales que nos edifiquen buenas y fuertes construcciones cognitivas. Debemos señalar multiplicidad de caminos con lo que asumir los riesgos de una grandeza de espíritu. Negociemos para dar y para aprender de lo que nos sucede, que ha de eliminar muchas asperezas.

Queremos y podemos dar una serie de directrices con las que coger hojas de cariños comunicativos. Todo puede ofrecernos ricos frutos, si somos capaces de enterrar pasividades y entendimientos negativos. Pretendamos el lado más señero, más gustoso y complaciente. Hemos de amortiguar lo pésimo para convertirlo en un trayecto de planteamientos convenidos desde la misma unidad. La acción nos espera. Pensemos que podemos constatar algunas versiones cuando llegan los amores que nos podrían consolar desde el rico plato de las emociones que saben a pláticas y a paraísos. Hablemos desde el propio corazón.

Llevemos el aprendizaje hasta sus primeras y últimas consecuencias en el afán primario de conocer, y convencidos de que podemos asumir todos los cambios con las razones y los criterios objetivos y subjetivos que ennoblecen el alma. Hemos juntado durante mucho tiempo multitud de piezas que pueden predecir los hábitos con sus visiones menos finalistas. Agotemos los esfuerzos hasta dar con el asombro que no será duda, sino empuje para mejorar el talento.

Fusionemos la astucia con la picardía, con la negociación hábil y con los criterios subjetivamente compartidos. No segmentemos las realidades y realizaciones donde todos podemos aportar y beneficiarnos de buenos sentidos. Comunicar es experimentar el pálpito de lo que nos puede llegar con reglas de compromisos que no lo son. Conversemos con nosotros mismos, y, claro está, con los demás. Daremos con datos y detalles tan loables como interesantes. Éste puede ser un buen día para disipar dudas. Podemos y debemos cada jornada, al ritmo que seamos capaces, llevar a cabo esas comunicaciones que nos convencen a todos, cediendo y procurando que nos integremos como grupo, como colectivo, y haciendo del aprendizaje el motivo principal.

Juan TOMÁS FRUTOS.

martes, 15 de junio de 2010

Señales que no descifro

Me quedo un poco solo en esa falta de cordura que me presenta solvencias confundidas de camino, de lugar, entre señales que no descifro.

Hacia el genuino amor

Sugieres que vaya. Sabes que no me quedaré a tu alcance. Necesito que me promuevas hacia el genuino amor.

De manera autodidacta

Hemos tomado en broma las razones de quienes vienen entre sonidos que son músicas que aprendimos de manera autodidacta.

Sostener actitudes

Multiplicamos algunos deseos con las paces que nos utilizan para sacar beneficio de actitudes que, con todo, hemos de sostener.

En lo divino y en lo humano

Hemos prevenido unos corazones que podrían alentarnos con rescates de primeras horas en lo divino y en lo humano.

Con otras caricias

Orientamos algunos deseos que antes fueron con unas noches de calma chicha. Nos topamos con otras caricias.

Reinventar la vida desde la comunicación

La vida es comunicación. Así de absoluta puede ser esta definición. Debemos procurar que ni la una ni la otra puedan caer en la repetición o en el hastío. Las relaciones humanas tienen como sustentos y ejes centrales las implicaciones respecto de lo que hacemos. Superamos -no lo olvidemos- esos momentos de incertidumbre gracias a la comunicación que nos puede hacer plenos, que nos convierte en seres animados desde la independencia y las autonomías reales. Nos planteamos cómo superar suspiros que otros nos dan con respuestas de negatividades profundas. Iremos donde sea menester con una bravura especial, que nos inculcará los hechos en los que nos movemos con situaciones brillantes.

Tendremos que demostrarnos que las implicaciones son las bases para todo cuanto ha de ir llegando en tiempo y esperemos que en forma. No pongamos en tela de juicio las voluntades que nos previenen de cambios sin disimulos. Hemos asumido despertares que nos han de comunicar sentimientos y aprendizajes conscientes. Lo tremendo, lo impactante, que no lo tremendista, nos otorga más beneficios que dudas ante lo que nos imprime desde ya el carácter más honesto.

Simpaticemos con lo que nos embellece el alma, con lo que nos rescata de una pesada carga que nos olvida en los mismos inicios de un sistema que nos previno en cuanto las coyunturas se nos fueron de las manos. No entendemos el porqué, pero hemos de darnos tiempo para conseguir conocer qué ocurrió. Supongo que, en el corto y medio plazo, fue mejor así, aunque fuera difícil verlo al principio. Hemos de interpretar teniendo todos los factores desde los inicios de una era que hemos de bendecir con sus aglutinaciones de empeños sin grandes aspavientos. Las necesidades se han de solventar lentamente, poco a poco, en cuanto podamos. La existencia tiene muchos aspectos que hemos de consolidar.

Superemos cualquier vicisitud con un entusiasmo de apetencias nobles con las que hemos de tomas las riendas de unas aficiones que compartiremos para ser las luces que apaguen el calor de las sombras que no son, que no terminan de estar donde esperamos. Hemos agarrado el anhelo de una amistad que fue profunda por unos brillos que ahora nos han de planificar sin esfuerzo. Hemos comunicado menesteres con los que nos hemos de edificar como personas.

Tanteemos todas las inquietudes más contrastadas en el anhelo de experimentar el conocimiento como base de una gracia que nos devolverá a la cordura de los momentos menos calculados. Tendremos que sobrellevar los envites de una existencia que nos asombrará con sus complejas sinceridades. Todo puede ser cuando partimos del puerto de la comunicación válida. Adquiramos la cosecha anticipada de los días de lluvia, que sellan muchos de los frutos que aparecerán en cualquier momento. La confianza ha de fomentarse, y con ella nos acercaremos a esos cumplimientos comunicativos que nos apañarán ese cuadro existencial que, por dejadez quizá, se hallaba un tanto deteriorado. Es cuestión de tiempo que nos veamos con una cierta mejoría. La lluvia nos ayudará, ya lo hace. Ese frescor, ese reinventar la vida, en este caso con la comunicación, nos convencerá de su misma hermosura. Busquemos todas las tonalidades e intenciones (buenas) que podamos, y seguro que superaremos muchos ocasos que hasta ahora dábamos por inevitables.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 14 de junio de 2010

Voluntad no entera

Consolidamos los aspectos más nobles, y con ellos nos abocamos a otro destino que se marcha a la fuga de otra voluntad no entera.

No me importan los fracasos

Me encuentro en tus mismas sombras, pero trato de ver un poco de más luz que tú. No me importan los fracasos.

En una relación de provecho

Tentamos esa suerte que nos saca del quicio de una puerta con la que nos enfrascaremos en una relación de provecho.

Sones de pura paz

Ayudamos a quienes vienen entre sones de una pura paz que nos asimila sin que veamos nada. La vida sigue.

Con raíces profundas

Enseño mis deseos con el amor de ese niño que todos llevamos dentro. Nos hemos conformado con raíces profundas.

Aquello en lo que creemos

Hemos mantenido ese nivel que nos podría cobijar de muchas situaciones no comprendidas. Nos daremos el sí. La eternidad tiene que ver con aquello en lo que creemos.

Varios cambios

No somos capaces de consolidar las áreas que nos plantean recuerdos nuevos. Nos presentamos como lo que somos. Hemos aderezado varios cambios. Quiero que estemos juntos.

Con un sí

Sabemos de ese amor que nos previene con unas formulaciones de capacidades y entendimientos mutuos. Nos tendremos con un sí.

Derivaciones de amores

Me enredo en ese pelo que nos consiente la vida con una tregua que nos repartirá derivaciones de amores.

Cuidemos la comunicación

Hagamos que funcionen las relaciones a través de los diversos lenguajes. Optimicemos lo más valiente y bueno de cada uno de ellos. Situemos la comunicación sin barreras, presta a discurrir hacia todas las partes, en todas las direcciones. Hagamos caso a esa primera impresión, que hemos de utilizar de sustento ante lo que ha de ocurrir, o lo que debe. Nos debemos soportar con la gratitud de quien cree y tiene esperanza, y para eso debemos movernos cada vez que podamos. No paremos. Hagamos caso a lo que sentimos con el mejor de los pronósticos. Tiremos hacia delante con una formación constante, integral, comunicada de arriba a abajo, en todos los órdenes, con carácter humanista, y con todas las dudas del mundo plenamente abiertas.

Hagamos esas visitas a los corazones que nos llegan con ambientes diversos, superando las dispersiones. La vida tiene mucho que relatar, y todos tenemos que entregarnos a las mejores causas con las voluntades que nos acercan a las improntas más maravillosas. Tenemos que capear esos destinos que, en otras ocasiones, nos han dado valentías y tesoros en forma de conocimiento y de tolerancia. Demos ocasiones, todas las que podamos.

No asustemos a esos espíritus que vienen con el afán de ayudar. Pueden y deben. De todos ellos nos empapamos con resultados centrados. Embellezcamos el itinerario más incierto con una razón de causas y de beneficios no soldados a una solución, sino a muchas. Tenemos que compensar todo lo que sucede. Hemos hablado de tener fe, y seguro que la mantendremos durante todas las etapas. Hemos realizado obras que tienen objetivos universales, y con ellos hemos de viajar sin pedir nada a cambio.

La magia del aprendizaje nos llega con sus vehementes dichas, que son los estímulos para el medio plazo, para el corto incluso, siempre para el largo, que nos ha de ilusionar, en este último supuesto, con sus canjes nos ponderados. Todo irá sobre las ruedas de un porvenir portentoso. No pensemos en negativo. Hemos reclamado tiempo, y eso es lo que tenemos gratis. Nuestro altruismo consolará muchos momentos, que aparecerán casi por sorpresa.

Gustemos de las superaciones de las apariencias, con las que no conseguimos nada de valor. Nos hemos de asomar a las tierras de unas voluntades que nos harán firmes candidatos a la amistad con la que hemos de adelantar a quienes ya no creen en los valores humanos. Son minoría: no dejemos que nos adelanten, que nos superen, que nos ahuyenten. Nos hemos de proponer miles de conversaciones como exponentes de todo cuanto será ansia divina para dar con el toque superador de las diferencias, que, aunque existan, han de ubicarnos con el mejor bienestar posible, no tanto el material, como el espiritual. La paz interior es más duradera. Consigamos contarlo. Por ello, de vez en cuando, hay que hacer y experimentar una visita verdaderamente comunicativa. Debemos entenderla y atenderla hasta en sus más nimias pretensiones y creencias. Conformemos un tesoro que siempre nos otorgará buenos momentos, incluso en aquellas ocasiones en las que no lo veamos a bote pronto. Cuidemos esa comunicación. Lograremos ecos y resoluciones por encima de lo esperado. El grado de satisfacción será excepcional.

Juan TOMÁS FRUTOS.

domingo, 13 de junio de 2010

Los corazones que necesitamos

Nos salvamos de unos deseos que vuelven con una recurrencia frenética. Iremos por soluciones frecuentadas por los corazones que tanto necesitamos.

No analicemos todo

Nos aceptaremos como somos en cuanto caigamos en la cuenta de lo que es la vida. No analicemos todo.

Del hastío

Hemos señalado algunos caminos que nos podrían activar por frentes de pura felicidad. Nos sacamos de la desdicha y del hastío.

Mudanzas y reformas

No pensaré en cómo irán las cosas en el futuro. Viviré el presente con las mudanzas y reformas que poco a poco vayamos precisando.

Suficientes alegrías

Saldremos a aumentar los fines con los que justificar esas vidas que nos deben dar las suficientes alegrías.

No al compás

Resolvemos las dudas a última hora, y entre miradas sonrientes cuajamos una relación excepcional. No iremos al compás.

Lo que fue habitual

Retenemos el mundo desde sus propios albores. Hemos adecuado lo que fue habitual. Nos caemos, y nos levantamos de algún modo.

Posturas silentes

Bajamos por unas sonrisas que nos imprimen caracteres de posturas silentes. Nos daremos unas funciones nuevas.

Un cierto sentido

No te voy a decir lo que es ahora que no comprendo lo que nos podría otorgar un cierto sentido.

Creencias flamantes

Me siento muy honrado con tenerte. Hemos adecuado los momentos más auténticos con presunciones de creencias flamantes.

Campeones en el amor

Nos conectamos con amistades que nos ofrecen unas secuencias maravillosas. Somos campeones en el amor.

sábado, 12 de junio de 2010

ABONADOS A LA COMUNICACIÓN

Debemos insistir en la obligación y en el compromiso de comprendernos con el fluir comunicativo. Lo que nos puede hacer que nos entendamos no es otra cosa que la palabra y su proceso, esto es, la comunicación misma. Hagamos que la vida funcione. La felicidad ha de ser la premisa. Todo tiene su principio y su final, y hemos de contribuir a que opere aquello que parece albergar un sentido ideal e idealista. Nos hemos de presentar con presunciones de inocentes consolidaciones de ese bien con el que queremos convivir. La paz, con el amor a la cabeza, es el camino extraordinario.

No vayamos deprisa. Las distintas vertientes aparecerán a su hora. Las cautelas están bien, pero aceptemos los compromisos con unas miradas sabias. No dejemos que las vertientes con aristas funcionen de cualquier modo. Planificar y prever nos ayuda a que los resultados estén más cerca de los apetecidos. No hablemos más allá de lo que conocemos, o correremos el riesgo de no tener lo que anhelamos. Singularicemos y entronquemos con las soluciones a los posibles problemas de soledad. Nos hemos de poner a cabalgar cada día con un asomo de pura esperanza. Nos pondremos a soñar cada vez que lo necesitemos. La existencia se cuadra con círculos especiales.

Simulemos resoluciones con afectos y premisas que nos han de llevar hacia la sensación más suculenta. Hagamos que los honores nos funcionen con fermentos consolidados. Debemos aplicar remiendos serenos y firmes a las dudas que nos vayan invadiendo. Poco a poco todo irá estupendamente. Somos más capaces de lo que nos indicamos. Los factores que aderezan las sorpresas nos infunden más hermosura.

La vida nos ha de ofrecer un campo abonado ante las causas que serán cautelas con sus inversiones más hondas. No paremos. La táctica, la estrategia que vayamos desarrollando, nos debe sorprender con unas versiones de perfiles calmados. Todo es en el universo de cuanto nos envuelve con mantos de calidez relativa. Quedémonos con el usufructo de lo que nos suple muchas carencias de afectos.

Nos hemos de enamorar de los diferentes quehaceres con unas sonrisas que nos impliquen en las conversiones más auténticas. Lo genuino funciona. No paremos en las diversas iniciativas en las que intervenimos. Tenemos derecho a una dicha que ha de surtir todo tipo de efectos. Hemos de conseguir el suficiente tiempo para desplazarnos a las moradas donde proveernos de posibilidades realistas, conformadas a las posiciones que queremos ocupar. Estamos unidos de cabeza a corazón, y eso compacta mucho.

No causemos baja en lo que nos complace con una hirviente vicisitud que nos ha de complementar en otra era. Nos hemos de enamorar de lo que sucede, y también de aquello que no comprendemos. Poco a poco limaremos esos desaguisados que, durante tiempo, no se entendieron convenientemente. Hagamos honores a los sentimientos reales con los que podremos ser personas. Lo humano ha de manifestarse cada día. Aquí la comunicación vence y convence. Debe. Lo esperamos. El diálogo, en sí, es parte de la solución, a menudo la solución misma. No es posible nada a priori sin él. Y tanto. La tolerancia, la paciencia, el contar con el parecer del otro, incluso del extraño, del no conocido, es la garantía de un éxito que no nos viene desde otras premisas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

viernes, 11 de junio de 2010

Sensatez y buenos propósitos comunicativos

La serenidad y la sensatez nos han de inculcar señales de aprendizajes intensos. Ganemos todo cuanto sea menester a través de la comunicación diaria. La coalición de objetivos, de versiones, de interpretaciones, de docencia e intelectualidad nos confiere una mejoría excepcional. Vivimos una plataforma de entendimiento que ha de ayudarnos a crecer en unas condiciones que esperamos óptimas. Fomentemos que sean así. Hagamos que el honor sea la base de una altura de miras con las que afrontar el mejor de los anhelos. Fortalezcamos las actividades con unos miramientos de periodicidad sugerente. La sensatez nos ha de conformar en un nuevo planteamiento lleno de requisitos.

Nos hemos de presentar con un amor sencillo por las cosas que hacemos. Nos debemos subir al carro alado de una afición con fermentos de noches estupendas en las que nos confesaremos alternativas a todo lo que no comprendemos. Hagamos que el buen humor funcione. Nos ayuda el positivismo con el transcurrir de esas etapas que hemos de considerar didácticas porque lo son. Nos hemos de proponer todos los cambios del mundo.

Fortalezcamos los intereses de una aventura que nos ha de explicar los mejores sentimientos de un universo en evolución permanente. Prestemos atención a todo lo que nos envuelve con mansedumbres diversas y dispersas. Nos hemos de congratular con las razones más o menos variables y variopintas. Hemos de simular para dar con las evoluciones más lindas. Hagamos caso a todo cuanto tenemos. Neguemos las evidencias que nos distraen con sus intenciones más o menos rutilantes.

La fiesta del aprendizaje ha de subir esos enteros que nos han de comprender con sus fabulaciones más estupendas y hermosas. Nos hemos propuesto empatías que han de acelerar los instantes que fueron fotografías sanas de las que hemos de obtener un poco de intelecto. Nos debemos sumar a esa secuencia de movimientos sinceros y diestros. Las implicaciones nos han de añadir a las fervientes posturas de defensa y de cariño.

Todo en el universo de lo entendible nos confunde con sus inquietudes y sus intenciones más bellas. No aceptemos cualquier cambio sin dar con las enterezas más sólidas. La vida es. Hemos comprendido todos los pasos con unas empresas de sentimientos y de empatías espirituales. Daremos con ese crédito que nos permitirá avanzar en los planos intermedios, que han de ser ese sostén que nos sacará de incordios y de controversias no instrumentalizadas desde el ámbito de la verdad. Salpicamos la vida con experiencias no entendibles, y, en ese sentido, hemos de incrementar lo que llevamos en el interior, que ha de comunicarse para apostar por lo mejor de lo mejor, que ahí está, presto para que lo conservemos y lo potenciemos. Practiquemos, en las dosis que podamos, esa comunicación que nos ha de alertar y dulcificar, que nos debe procurar razones y buenos propósitos. Con ellos iremos a cualquier parte. No olvidemos tampoco que no es tanto tener fines sino, más bien, convencidos deseos de llegar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

jueves, 10 de junio de 2010

Proponemos una radiografía de los blogs

La información está más al alcance de todos que nunca antes. Internet es la causa primera de ello. Destacamos, entre otros soportes y opciones, los blogs, que son un fenómeno de enorme extensión y de un constante consumo, que sube enteros y que complementa, o puede, o debe, el panorama mediático. Proponemos análisis de expertos y aficionados sobre una realidad muy potente, sobre una actividad intelectual que crece exponencialmente en relación con el mismo viaje rápido que realizan las nuevas tecnologías.
El estudio ha de ser multidisciplinar, teniendo en cuenta asuntos variados y aspectos como la presentación gráfica, y, sobre todo, el lenguaje periodístico en algunos de los blogs informativos que aparecen en la Prensa Regional de Murcia. Sin lugar a dudas, con una factura elaborada pausadamente, sin premuras, pero afianzando los conocimientos, puede convertirse, sin duda, en una obra de referencia para posteriores trabajos sobre este ámbito, situado en una esfera tan emergente como necesitada de análisis.
Como punto de arranque se ha de plantear el dilema del papel que desempeñan los blogs en los portales informativos. De algún modo son competencia, y, a veces (quizá esto es más deseable), un complemento a lo que se realiza desde los mismos portales. Una de las posibles conclusiones a las que se podría llegar es que la mayoría de los responsables de blogs de esta índole son periodistas titulados, pero se insiste en una obviedad: no tendrían necesariamente que serlo. Hay un poco de todo.
Debemos ser optimistas y creer que estos blogs no van a cambiar el panorama y el perfil del periodista, algo, sin duda, sujeto a discusión, pero también es bueno que se dé ese debate, pues la supervivencia del profesional de la información pasa por una mayor visibilidad de su situación, así como de sus competencias y/o problemas. El callar las situaciones, el silencio en éste y otros menesteres, no es rentable.
Sobre si el bloguero ejerce o no de periodista, hay bastante controversia: con el fin de no polemizar digamos que periodista es el que consulta varias fuentes. Creemos que no se tienen presentes muchas fuentes en este ámbito, el cual suele tener una carga “opinativa” y subjetiva importante. En todo caso, pensemos y desmenucemos lo que va ocurriendo en este campo.
Es, la de los blogs, una gran cultura, en expansión. Se propone confeccionar una buena radiografía sobre ese fenómeno. Los blogs que sean consultados, las referencias a algunos de los blogueros más señeros, la propia bibliografía, todo cuanto se desarrolle podrá hacer de este estudio que defendemos una magnífica y necesaria aproximación a estos asuntos. Además, deseamos que esté bien escrito y estructurado. Merecerá la pena como inicio de lo que está por suceder. La docencia que podremos compartir seguro que nos conducirá por bellos y hermosos vericuetos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Por la mejor visión ante los ruidos comunicativos

La visión más acorde exige tiempo, y no premura. Vayamos al ritmo que nos permite divisar con razones y criterios de solvencia. No vale todo. No debe valer todo. Tengamos en cuenta un cierto orden, y procuremos que la coherencia sea la máxima con la que nos relacionemos cada jornada. En toda comunicación, lo primero y principal es dar con las claves de aquello que queremos contar, así como disponer también de las llaves necesarias para llegar a la potencial audiencia. Creemos que, en ese tránsito, no vale todo. Hay que empatizar con los consumidores de la información, pero no a cualquier precio. Hay una responsabilidad formativa y de carácter deontológico con la cual los periodistas hemos de trabajar constantemente. Los valores de cesión, de entendimiento mutuos, de intermediación, de equilibrio, de templanza, de moderación, de generación de una determinante pro-actividad en ambos lados del proceso comunicativo, etc., son aspectos fundamentales que hemos de trabajar y de defender, siendo conscientes de la necesidad de escuchar a los demás, a los otros, así como de tener en cuenta varias fuentes de conocimiento, y de cuidar, igualmente, tanto las formas como las aproximaciones a la realidad misma que queremos retratar.

No es fácil esto que señalamos, fundamentalmente en este mundo de prisas, de instantaneidad y de propósitos cuantitativos más que cualitativos. Las propias estructuras de organización empresarial y de funcionamiento mediático-social condicionan muy mucho los mensajes en su elaboración y/o presentación. Acerca de ello reflexionamos cada día, o procuramos hacerlo, sabiendo que dejamos muchas incógnitas, que abrimos muchos caminos, que planteamos muchas dudas. Quizá con ellas, y con la propia complicidad de la ciudadanía, seamos capaces de arbitrar algunas fórmulas de acercamiento y de realización del oficio diario del periodista, que, como no hemos de olvidar, está al servicio de la sociedad al completo.

En los deberes del profesional de la información, debe haber un eje principal: ante todo, creo que debe servir, esencialmente, para concienciar a toda la ciudadanía, y, antes que eso incluso, para cohesionar a todos los que tenemos interés, relación o anhelos de trabajar por mejorar la presencia de los diversos colectivos en los medios de información masiva, que han de respetar unas reglas y de proteger los intereses colectivos y, asimismo, los de los más débiles.

Creo que, globalmente, se cumplen las funciones encomendadas de formar, informar y entretener desde la responsabilidad, pero lo que ocurre es que hay determinados formatos, soportes y programas que gozan de más presencia, predicamento y seguimiento por parte de audiencias mayoritarias, y eso hace que haya distorsiones en las apreciaciones que llevamos a cabo. Hay demasiados ruidos. La visión es que todos los programas son malos a la hora de presentar a la audiencia a las víctimas de una serie de acontecimientos. Lo cierto es que muchos de los que tienen “óptimos shares” no hacen las cosas todo lo bien que deberían, pero hay mucha información e ingentes procesos comunicativos con un escaso seguimiento, poco rentables económica y socialmente, que pasan desapercibidos, a pesar de hacer una loable labor. Debemos cambiar algunos de los hábitos en el consumo comunicativo y procurar que tengan más visibilidad los espacios más deseables. Es una manera de protegerlos y de hacer que se expandan más y más.

La existencia de foros comunicativos puede ser un cimiento vertebrador. Conviene que hagamos un repaso de lo que estamos haciendo y de por qué. Mudemos los usos que dañan nuestro trabajo informativo y realicemos todo lo posible por mejorar los tonos, las formas y los mismos mensajes. Desde luego hay que huir de excesos y de estridencias, y para eso hemos de advertir la tarea del periodista como lo que es, de puro servicio público, dejando atrás la premisa de que sólo está para alcanzar las máximas cotas de seguimiento por parte de una audiencia desnaturalizada a conciencia. Indudablemente, podemos mejorar en abundancia y en calidad. Sigamos adelante. El intento de acercarnos, de negociar, de ser en las mejores condiciones comunicativas posibles es mucho más que una iniciativa. Veamos sus resultados. Ante los ruidos y obstáculos de los procesos de comunicación, de la vida misma, pongamos la mejor contemplación.

Juan TOMÁS FRUTOS.

miércoles, 9 de junio de 2010

Amores sensacionales

Tenemos que cortar esas líneas que nos detienen en un lado que no es el nuestro. Prefiramos esos amores sensacionales.

Una serie de opciones

Nos situamos en un frente con símbolos que laboran en favor de varias paces. Nos daremos una serie de opciones.

Nos querremos siempre

Nos declaramos satisfechos de este amor que estamos propagando por un universo abstracto y anónimo. Nos querremos siempre.

Vivir de otro modo

Configuramos el proceso que nos incluye en unas estancias que se aprestan a vivir de otro modo.

Algo de respeto

Nos autorizamos algunos anhelos que organizan calidades de preferencias supremas. Nos daremos algo de respeto.

Cierto hastío

Llegamos a esos momentos que nos confunden, no sabemos si por repetidos o por estar llenos de un cierto hastío.

Sentimientos hondos

Me permites un bien que nos ultima en los procesos que preparamos para consolidar los sentimientos más hondos.

De gloria

Resistimos ante las ignorancias de un futuro que, antes o después, pronto quizá, nos llenará de gloria.

El destino más universal

Destacamos la realidad que nos confiere un convenio entre partes que nos resaltan lo mejor del destino más universal.

Servir de futuro

Configuramos una estructura que nos ha de servir a futuro. Compartimos buenos planteamientos.

Señales de verdades

Nos permitimos una felicidad que ha de consolidar las señales de verdades relativas. No hemos visto todo.

No es poco

Nos hemos influido con principales anhelos que hemos de laborar en comunión y con el contento de estar juntos. No es poco.

Más realismo

Te escucho cada día con presencias que nos ordenan con posibilidades que haremos sinceras. Tenemos que darnos más realismo.

Lo mejor de lo que sentimos

Sumemos esas miradas que nos ubican en la misma dirección. Hemos conservado lo mejor de lo que sentimos.

Dependencia del amor

Hemos convenido un nuevo afán, que compartimos sin que seamos libres a partir de ahora. Nos gusta la dependencia del amor.

Nubes salteadas

Esperamos una ligera versión de lo que es el amor en pleno cambio. Nos imaginamos nubes salteadas.

Pensamientos unidos

Hemos partido de negociaciones que nos insisten con sus brotes de pensamientos unidos. Nos preparamos.

Confianza satisfecha

Nos satisface esa confianza que nos previene de preferencias con unos sorteos de negatividades cabizbajas que hemos de sobrellevar.

Planteamientos consentidos

Vivimos un optimismo que nos insiste con sus pretensiones más fugaces. Hemos consentido algunos planteamientos.

Estaremos en ese deseo

Te pienso con importancias que nos olvidan. No parece que estemos en ese deseo que dijimos compartir. Lo estaremos.

A los mejores equilibrios

Empatamos en amor, y eso parece bueno, pues amoldaremos los anhelos a los mejores equilibrios.

Con muchos consuelos

Fichamos los mejores deseos con llamadas a un orden que debe ser compartido. Nos saldremos de este tiesto con muchos consuelos.

Sin rastros

Hemos defendido esas ideas que nos dieron consuelos sin rastros de lo que elucubramos cuando las verdades eran otras.

Excesos silentes

Te crees experta en amores, y yo te veo con una ilusión que me consuela con excesos silentes.

Cariños sinceros

Presentamos unos anhelos que han de ablandar el destino con una montaña de cariños sinceros.

Más conciencia

Tendremos que esmerarnos ahora que las maneras condicionan las salidas hacia esos desvanes donde nos daremos más conciencia.

Hemos despertado

Fusionamos la vida con un poco de entereza. Nos hemos mirado, y suponemos que hemos despertado a otras necesidades.

Más destrezas

Predicamos con unos esfuerzos que nos otorgarán muchas más destrezas de las que podemos requerir.

En otras pruebas

Vivimos por encima de un misterio que se conoce a voces, pues hablamos de amores que nos ponen en otras pruebas.

Intenciones ofertadas

Eres lo primero, puede que también lo último. Somos con mucho amor, y con más simpatía. Lo inclusivo nos oferta intenciones.

El ciclo fértil de la comunicación

La dinámica está ahí: abierta, conseguida, fructífera, con una visión extraordinaria. El crisol y el cimiento de la vida misma es la comunicación portentosa, y hasta sencilla, si queremos, que nos regala la comunicación. Digamos que somos en tanto en cuanto comunicamos con los demás. Seamos todo lo sensatos que podamos. Pidamos por favor un poco de memoria. Hemos de adquirir el hábito de contar lo que somos, lo que nos gustaría ser; y realicemos, en paralelo, las iniciativas que nos han de dar la suficiente ayuda para seguir adelante. Convenzamos al intelecto con la resolución de algunos conflictos que a menudo nos envuelven. Seamos en esa tregua reluciente.

Debemos vivir entre consideraciones de una suficiencia que nos debe endulzar la existencia con una mansedumbre de preferencias silentes. Seamos en la búsqueda de una sensatez medio extraña. Hemos de agotar los esfuerzos con unas astucias que han de ser frutos y regalos de todo cuanto ha existido con el paso de un tiempo más o menos diferente. Hemos de intentar que las cosas salgan con un destino de destellos frecuentes. Las voluntades nos han de conducir por esos sellados túneles de conocimiento que penden de hilos que hemos de hacer más fuertes. Saquemos conclusiones antes de iniciar todo lo que nos merece un tiempo determinante.

Juzguemos los sentimientos que hemos de consolidar con las sumas de debilidades que haremos más y más justas. Intentemos que las intuiciones nos lleven a ese solar de preferencias consumadas y ganadoras de las nuevas oportunidades. Formemos más puntos y protejamos las diferencias con unas suposiciones obtenidas al puro deseo. Nos hemos de consolidar con las solvencias más preferentes.

Terminamos en el mismo momento en el que comenzamos con un ciclo de fértil sabiduría con la que nos fijaremos en esos puentes que hemos de construir constantemente. Nos hemos de dar las soluciones a las cuestiones que se repiten con una salubridad menos envejecida. Salgamos con paciencia. Hemos de atesorar las consideraciones más nimias con el fin de hacer acopio de intereses nada convencionales con los que crecer en ese anhelo nada fortuito que nos conducirá al entendimiento, auténtica base de la convivencia.

Enhebremos los hilos con los que compartir ese triunfo de realidades fungibles que ha de guardarse en los espíritus y no en cajas de caudales. Lo cualitativo ha de ser más ese eje con el que podemos sostener los techos de un futuro que se entroncará con el presente. Debemos resguardarnos durante los tiempos convulsos, y aprender de ellos también. Las salidas se producirán antes o después, pero hay que ser pacientes. Saquemos lecciones de cada episodio malo, regular o bueno. Ordenemos las ideas y planifiquemos. Todo lo que perseguimos aparecerá, sin duda, quizá cuando menos lo esperemos. Confiemos. Pensemos en la comunicación. El fruto de ésta es un regalo enorme que se traza desde el consenso y la comprensión. Para conseguirlo hay que esmerarse con todo el tiento y la mesura que podamos generar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

martes, 8 de junio de 2010

Todos los vectores comunicativos

Los resortes son muchos, como lo son las fases del proceso informativo. Hay distingos que hacer, consideraciones que tener presentes. Los apuntes comunicativos han de sustentar una especie de estado de gracia en el aprendizaje, que ha de ser calmado, con quietud, considerando todos los vectores. Implicamos nuestros talentos con deseos. Aderezamos el destino, que ha de confluir con registros de largo alcance. Toquemos todos los perfiles que nos inviten a tomar en consideración las respuestas y todas las creencias en las que nos podemos mover. Hemos sellado acuerdos sinceros, y por ahí debe seguir el camino con toda la esperanza que seamos capaces de generar.

Hagamos caso a los que viven con destrezas, que han de suplir cualquier aspecto manido. No hagamos que las cosas sean desde la sensatez no escrita. Tendemos a ver los códigos de algunas emotividades. Nos ponemos a sonreír con unas valentías que han de sugerir las ventajas con prestaciones singulares.

Hablemos. Eso nos otorga una valentía con una señal de sensaciones e incidencias que nos previenen con sus averiguaciones de toda índole. Hagamos que las investigaciones funcionen. Nos hemos dado explicaciones con solturas de resoluciones a los deseos menos claros. Simplifiquemos los eventos para dar con las evoluciones más singulares. Hagamos caso a los corazones. Son nuestras bases para ese futuro que ha de ser compartido.

Hagamos que las apuestas funcionen al completo. Hemos de ver las coyunturas con unas aplicaciones de seguridades hacia el momento de una fuerza y media. Vayamos a ver cuanto acontece por un universo de peticiones que se han de revalorizar con el consuelo de una comunicación con llaves hacia otras puertas. No olvidemos lo que hemos sido. Tengamos ansias de superación.

Las distracciones de otras etapas han de ser sobrellevadas ahora que no terminamos de ver lo que nos sucede. Hemos oído lo que otros nos relatan, pero, para que haya suficiencia, hemos de advertir con más lentitud. Nos hemos de tomar las tranquilidades con unas implementaciones de decoros simpáticos. No detengamos el tiempo en esta nueva seguridad que otros nos activan. No apabullemos los buenos ámbitos y sus fines.

Cada día es una muestra de oportunidades con las que hemos de incrementar las vocaciones y los espíritus. No prestemos emociones que no son nuestras, y no seamos en las ganancias confesadas. Nos mostramos con empatías que han de agudizar el empeño para consolidar lo que nos ha de resaltar el mejor de los caminos, que es el del entendimiento. Procuremos exteriorizar los sentimientos y mejorar el intelecto teniendo como base la misma comunicación, que es la que explica y justifica la ilusión con la que hemos de transitar por la vida. Intentémoslo. Hay toda una gracia aguardando a que la disfrutemos con quietud. Daremos con esos buenos propósitos que nos harán cantar con una hermosura plena. Tengamos en consideración las influencias mutuas, mutables y mudables, y generemos la suficiente empatía cotidiana, con todo lo que ello supone.

Juan TOMÁS FRUTOS.

lunes, 7 de junio de 2010

Al encuentro comunicativo

Vayamos al encuentro de la comunicación misma. Intentemos verla por dentro y por fuera. Analicemos los procesos de la comunicación. Veamos los buenos y los que no lo son tanto. Saquemos conclusiones. Intentemos figuraciones comunicativas que han de sustentar los momentos de caricias que nos han de señalar el mejor camino. Nos hemos de motivar. Hagamos que funcionen los brillos de relaciones que hemos de facilitar cada día. Los anhelos son. No podemos rechazar lo que fue. Hemos superado todo tipo de hastíos. No neguemos la proximidad y tengamos en cuenta las voluntades más divertidas cargadas de algo más que responsabilidad.

Tendamos todos los puentes a nuestro alcance. No inventemos lo que no es. Las certezas nos han de permitir singladuras sin prisas. Lo de antes es y será con una doctrina más que maravillosa. Tener y no desear tener más es una aventura fantástica que ha de consolidar la moraleja de la hermosura interior. Es la que vale, la que nos propicia la dicha. Nos tenemos que aplicar las resoluciones más descollantes en el afán de poder salir adelante. Tengamos en cuenta lo que ha sido. La vida nos ha de poner en ese deseo permanente. Permanezcamos atentos a las pantallas de cada jornada, entre vivencias que nos han de influir con marcados engranajes.

No enfriemos los conocimientos con los que hemos de viajar hacia esa nueva realidad colmada de destrezas. La existencia nos ofrece una consideración de planteamientos que no han de basarse en las estridencias. Nos debemos ayudar sin pedir nada a cambio. Hagamos todo el caso del mundo a ese corazón que ha de fortalecerse con iniciativas buenas. El envoltorio lo es todo en demasiadas ocasiones. Lo normal es que cambiemos las tornas y miremos lo que hay dentro. Cada día toca conocer en el deseo de que ese aprendizaje vaya hacia todas partes.

Los planes de mejora no siempre ahorran tiempo, pero lo cierto es que contribuyen a optimizar el poco (tiempo) que tenemos. Nos maravillamos con todo aquello que acontece sin que podamos justificarlo o explicarlo. Nos hemos puesto manos a la obra con destellos en los ojos. Nos hemos de destapar las mejores esencias en el trabajo reiterado y repetido que ha de apostar por salir adelante con un carácter intrépido y sin osadía. La existencia se puede llenar de flores, aunque no siempre sea primavera.

Nos debemos animar ante los símbolos que parecen caer en las treguas que no vemos con unos recordatorios lo suficientemente atrayentes. La docencia la podemos hallar en cualquier lugar, pero lo cierto es que hay momentos en que es mejor encontrar, como diría Picasso, que ir buscando. Seamos asequibles al destino para poder afirmarlo o negarlo dentro del margen que tiene, que tenemos, cada cual. Comuniquemos este pensamiento, que es bueno. Tratemos de encontrar más pistas. Con ellas podremos seguir unas convalidaciones hacia ese positivismo que funciona y que necesitamos. No nos cansemos de hacer esa faena maravillosa que es ir a los puntos de encuentro, de conciliación, con la propia comunicación.

Juan TOMÁS FRUTOS.