domingo, 26 de abril de 2009

2008, un año determinado por las crecientes cifras del desempleo

Hablar del año 2008 es hablar de paro, de caída en el consumo, y, por lo tanto, en la producción. No podemos mirar hacia atrás sin contemplar un panorama complicado, donde la situación de riesgo que vivimos se puede otear con el optimismo de las oportunidades que podemos conseguir habida cuenta de que no tenemos más remedio que mudar las perspectivas y los hábitos. El conformismo no puede ser una buena fórmula, pues nunca lo ha sido. Vayamos haciendo algunas reflexiones. Por cierto, no vean nuestros lectores ningún valor absoluto en una coyuntura que los medios de comunicación en general, y específicamente los de la Región de Murcia (La Verdad, La Opinión, El Faro), han ido definiendo con precisión. No hay diferencias cuando el paro llega de manera tan estruendosa y amenazante. La crisis económica no distingue sexo, nacionalidad, edad, formación ni ocupación. Los despidos se ceban con los trabajadores españoles que engrosan las listas de parados, de esta forma España encabeza la subida del desempleo en Europa con 999.416 nuevos desempleados respecto a 2007, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal. La Región siguió la tendencia nacional. Los murcianos despidieron el año con 39.333 parados más que en 2007. Son cifras muy grandes, impensables en momentos anteriores. En unos meses, la dinámica alcista de creación de empleo se mudó a otra bien diferente. Las medidas se empezaron a tomar en el 2008, si bien la situación se presentó con una crudeza que apenas se percibieron los resultados.

Ante esta situación, el Gobierno regional lucha por mitigar los efectos de la crisis y aporta diversas soluciones entre las que destaca una inversión de 735 millones para el Plan Industrial o diferentes programas de recolocación y formación de trabajadores. También se hace una labor de concienciación para llegar al convencimiento de que todos debemos contribuir a una cierta mejoría, pues, de fondo, hay una gran desconfianza. Tras muchos años de bonanza, el 2008 trajo el inicio de una etapa de vacas flacas que está afectando a miles de familias y en torno a la cual urgen soluciones. Como decimos, era evidente que el ciclo económico había cambiado.

Mucho dinero se perdió en el año 2008, y, lo que es peor, miles de puestos de trabajo, con la tragedia que ello supone en lo profesional y en lo personal. Las Administraciones y todas las organizaciones sociales, amén de los medios periodísticos, se involucraron enormemente para contribuir a salir de una espiral de pérdidas de muchos empleos en sectores estratégicos y en otros hasta ese momento pujantes. Lo malo de tomar decisiones en momentos de emergencia es que no siempre los resultados se consiguen de igual modo a cuanto se planifican los procesos.

Más parados. El primer parámetro del año fue el paro, ese fantasma que lo ennegrece todo y que hace que el miedo se apodere de personas, familias y conciencias. La crisis no deja buenos resultados durante el ejercicio 2008 en España. La pérdida de empleo, el desplome del comercio y el cierre de empresas se traduce en una caída del consumo y un incremento de las cifras de desempleados. Es un círculo vicioso que anima e incrementa sus peores consecuencias en forma de datos negativos. El resultado de esta situación se traduce, según el Servicio Público de Empleo, en 3.128.963 de parados, una cifra tan alta que no se alcanzaba desde hace diez años, es decir, desde 1988 cuando también se superaron los tres millones de parados. De nuevo ha cambiado el ciclo económico, y con él cae el empleo. Las familias se ven enfrascadas en una coyuntura complicada.

La pregunta es por qué nos sorprendió tanto. No llegó algo que no estuviera pronosticado de antemano. Quizá miramos durante mucho tiempo para otro lado. Se puede resaltar que la crisis estuvo largamente anunciada. En ese sentido, se podría decir que no pilló de sorpresa, pero realmente sí nos cambió el ritmo. Se había previsto tantas veces el cambio de ciclo que cuando llegó no sabíamos qué hacer, y, sobre todo, no sabíamos muy bien por dónde empezar para que esa inundación de paro y de temor que se traducía en menos consumo se moviera con un poco de más lentitud.

Nada escapa a nada. Todo está interrelacionado, y más cuando hablamos de economía, de consumo, de producción, de mercados de trabajo. Como vivimos en una economía global, las consecuencias de determinados fallos den la economía se sienten en todas partes. La Región no es una excepción dentro de la tendencia nacional. Las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (INEM) registraron durante este periodo 90.956 desempleados, es decir 39.333 personas más que en 2007 según datos difundidos por el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Por sexos, el paro hizo mayor mella entre los hombres con un total de 50.748 mientras que el femenino alcanzó un total de 40.208 personas. La lista de parados en función de la actividad la encabeza el sector servicios con un total de 45.176 seguida por la construcción con 23.514 y la industria con 12.824 desempleados, en cambio la industria y la agricultura fueron las actividades en las que menos se acusó esta situación aunque también se resintieron. Constantemente se está repitiendo que el sector primario está contribuyendo a resistir los golpes de una crisis de un enorme calado y que hay que afrontar con iniciativas claras y contundentes. El pavor no sirve, o, por lo menos, no sirve cuando atenaza los movimientos y la claridad que nos ha de caracterizar. Hemos de apuntar a la experiencia como la madre de la ciencia que nos dará celeridad para ciertas mejorías que se tercian imprescindibles. No demos tregua a la conciencias y a las corazones y vayamos hacia delante en el afán de conseguir soluciones para los problemas actuales. Podemos. No debemos dudar de ello.

La vida nos coloca a menudo en senderos que nunca habríamos esperado, pero eso no ha de ser un obstáculo para avanzar. Hemos de buscar el tesoro de la conciencia, de la imaginación, de la memoria, de la creatividad, como exponentes que son del ser humano, de todo su poderío. No debemos venirnos abajo en momentos de incertidumbres. Seguro que todo mejorará. Tenemos que mirar mar adentro como es el caso de los pioneros. Pensemos en aquellos que se adentraron por la “mar océana” para arribar a América.

Asimismo, y volviendo al asunto que nos ocupa, los extranjeros residentes en la Región también viven está sensación de incertidumbre laboral. Ellos no han sido ajenos a lo que está pasando. El mes de diciembre se salda con 16.995 inmigrantes sin trabajo lo que supone un incremento de 1.244 personas, en relación con noviembre, y de 8.473 respecto a 2007. Son cifras también alarmantes. Son, además, un colectivo sensible a los cambios, con una formación variopinta y con una fragilidad enorme. Precisamente será este un sector de la población que precisará medidas concretas. Han contribuido al crecimiento económico y ahora no se les puede dejar de lado.

Huelgas. Tras el paro viene el conflicto. Son como dos hermanos. La vida empeora, nos damos cuenta de ella, nos quejamos y protestamos, y, entre todos, arbitramos las medidas para dar con las soluciones. La idea es que todo esto fluya, que no haya ralentizaciones. Por eso, de vez en cuando, hay que empujar un poco. La vida, el ser humano, es de esta guisa. Las reivindicaciones por un empleo de calidad son una constante a lo largo de todo el año tanto en el panorama nacional y regional así como en sus distintos sectores. 2008 está marcado por las diversas huelgas convocadas en el ámbito público y privado. La inestabilidad en el empleo es también la conflictividad en la calle. Una cosa lleva a la otra.

La primera de ellas (nos referimos a las huelgas) a nivel nacional duró tres meses. Como se puede ver, fue mucho tiempo. Tuvo sus costes en lo político y en lo social. Los funcionarios de Justicia dan el pistoletazo de salida a sus peticiones y solicitan al Ministerio una equiparación salarial con aquellas comunidades a las que ya se les habían transferido las competencias en esta materia. Tras varias reuniones entre miembros del Ministerio y las fuerzas sindicales, con negociaciones en alza y a la baja, con vaivenes en las perspectivas, el paro concluye en abril con la celebración de un referéndum nacional en el que los funcionarios aceptan la subida salarial propuesta por el ex titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. En el documento rubricado consta una subida salarial de 190 euros mensuales, frente a los 200 euros que exigían los sindicatos, e incluye un plan de actuación para poner al día el trabajo atrasado. La huelga se salda en la Región con la suspensión de más de 35.000 juicios, embargos y notas de Registro y un colapso monumental en los juzgados. Se tiene que afrontar un plan de choque para recuperar la situación de partida. Poco a poco se irá volviendo a la normalidad.

La Justicia, como se puede pensar y ver, es un sector muy sensible e importante en una sociedad democrática. Es un poco, o un mucho, el termómetro de cómo van las cosas. Luchar por unas buenas condiciones de la justicia es luchar por toda la sociedad. Además, el conflicto de la justicia en Murcia se produce en un momento de negociación de la transferencia de competencias, que se desea hacer en las mejores condiciones posibles. De hecho se están construyendo nuevos juzgados por parte del Ministerio y se están mejorando y potenciando las instalaciones existentes.

Un mes más tarde, y también a nivel nacional, llega la huelga del transporte de mercancías por carretera acompañada de un aumento desmesurado del precio del petróleo y de la acción incansable de los piquetes. La crisis incide de manera especial en un sector ya tocado antes de la dramática coyuntura. La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) insta al Gobierno de Rodríguez Zapatero para que adopte medidas legales que permitan cubrir los costes de explotación de los vehículos de transporte en sus diferentes especialidades. Entre las consecuencias, además del temor generalizado ante el desabastecimiento en supermercados y gasolineras, resaltan las preocupaciones de los agricultores de la Comunidad Autónoma de Murcia que prevén pérdidas de miles de toneladas de fruta ya que es el momento de recolectar melocotones, nectarinas y ciruelas. La movilización paraliza la actividad laboral en distintos sectores; los agricultores no pueden vender sus productos, los pesqueros no pueden salir a faenar y Mercamurcia, por ejemplo, redujo hasta la mitad el sacrificio de ganado. Posteriormente se cuantificarán las pérdidas por esta huelga en millones de euros.

Por otro lado, en julio, y también en el ámbito del transporte, los trabajadores de Latbus, con incardinación en los principales municipios, entre ellos el de Murcia, manifiestan su intención de convocar una ‘huelga a la japonesa’ durante septiembre, es decir abogan por trabajar gratis y no cobrar a los usuarios. Entre sus reivindicaciones, el salario y una revisión de la jornada laboral. Así lo explica el portavoz sindical, Miguel Cano, que “ante la actual crisis hemos pensado que sería conveniente rebajar esa petición hasta el siete por ciento, lo que supondría un aumento de 80 euros mensuales durante el primer año, de 85 durante el segundo y de 90 en el tercer ejercicio”. El paro finaliza con un acuerdo entre empresa y conductores por el que los trabajadores cobrarán 1.300 euros de salario base en 2010. El acuerdo se da, pues, y sigue el normal funcionamiento del servicio.

Las medidas del Gobierno Regional. Las iniciativas no se hacen esperar. Las acciones emprendidas desde el Ejecutivo regional para mitigar los efectos de la crisis son muy variadas y abarcan a distintos colectivos sociales, focalizadas sobre todo en sectores de difícil inserción laboral como son los jóvenes, los inmigrantes, las mujeres o los mayores de 55 años. Por ello, la Comunidad lanza un amplio catálogo de ayudas por valor de 38 millones de euros, cinco más que en 2007, para potenciar el empleo estable y de calidad dando respuesta a las necesidades de aquellas personas que han perdido su puesto de trabajo. De esta forma, la Consejería de Empleo subvencionará con 5.400 euros cada empleo indefinido y a jornada completa. Como elemento atractivo es una actuación que tanto la patronal como los sindicatos ven como buenos ojos.

Estas medidas son reflejadas en los propios comunicados que realiza la Comunidad Autónoma, y son los mismos medios periodísticos los interesados en dar a conocer que, dentro de la gravedad de la situación, se empiezan a tomar iniciativas. Diariamente, como estamos constatando en este artículos, y, en el marco del territorio murciano, La Verdad, La Opinión y El Faro reflejan los datos, las inversiones, los resultados, las estrategias…

Como consecuencia del paro entre los inmigrantes desde la Comunidad se desarrolla un plan para formar a estos obreros en paro y recolocarlos en otros sectores como son la industria, el turismo o que incluso puedan consolidarse como autónomos para lo que recibirán una subvención de 7.600 euros. Estas ayudas llegan en un momento muy sensible. Sobre todo, los últimos meses de 2008 fueron muy complicados y duros, con pérdidas de unos 200.000 empleos al mes en el contexto nacional.

El paro es una situación muy hostil, y conviene que de vez en cuando lo advirtamos con el dolor que le acompaña. Cuando los miembros de una familia quedan en el paro se producen desde problemas en lo financiero (inevitables) hasta en la psique de quienes han dejado su puesto o de aquellos otros que dependen del trabajo de esa persona que lo ha perdido (pensemos en los hijos, en los hermanos, etc.). La impotencia y la pena, además del miedo, que acompañan estas situaciones convierten situaciones de conflicto en momentos igualmente estériles en otros campos. Por ello hay que procurar que estas situaciones no se den, o que sean lo más pequeñas que se pueda en tiempo y en forma.

Asimismo, otra de las grandes inversiones del Gobierno regional es el desembolso de 735 millones de euros para ejecutar el ‘Plan industrial de la Región de Murcia 2008-2013’ que incluye 101 medidas concretas para impulsar el sector. La finalidad del mismo es fortalecer la industria en la economía regional a través del fomento de la innovación, la mejora de las infraestructuras industriales y el incremento de la cualificación de los trabajadores. Se busca, pues, un empleo de alta calidad y que perdure y se consolide en el medio y largo plazo.

Los sectores públicos se ven, desde el primer momento, involucrados con la situación económica, que hacen suya en forma de iniciativas, de subvenciones, de apoyos con dinero directo o con minoraciones de los impuestos o de los pagos que tienen que hacer empresas y trabajadores. Se dan todo tipo de facilidades en la idea de que la coyuntura afecta, o puede afectar, a todos. Las propias normas se adaptan a esta coyuntura procurando que se produzcan los menos impagos o cierres. Se piensa que un primer paso es la demora en las contribuciones que cada sociedad tiene que realizar.

Otra de las grandes preocupaciones de la Administración regional es velar por la salud de los trabajadores. En este campo ya se venía trabajando en el anterior quinquenio. Desde el Ejecutivo de Valcárcel se presenta el ‘IV Plan Regional de Prevención de Riesgos Laborales 2008-2012’, que cuenta con un presupuesto superior a los 74 millones de euros. El proyecto nace con el ánimo de reducir las tasas de siniestralidad y velar por la seguridad de los trabajadores murcianos y cuenta con novedades como las referencias al estrés o al acoso laboral. En este sentido otro de los grandes lastres en época de crisis es la economía sumergida por lo que se refuerzan las inspecciones para que se cumpla la legislación vigente sobre la subcontratación. Ya hemos dicho que la economía sumergida, aparte de precarizar el trabajo, no contribuye a devolver a la sociedad lo que ésta aporta a los diversos sectores en forma de inversiones en infraestructuras, investigación, sanidad, educación, etc. Habida cuenta del comportamiento que tiene la economía en momentos de alta complejidad hemos de procurar cuando la situación sea más estable incidir de manera especial contra los aspectos sumergidos de un modelo que ha de basarse en altas cotas de solidaridad.

Estimular la obra municipal. Hace falta inyectar dinero, y eso es lo que se hace en las economías de los Ayuntamientos. No hay liquidez ni confianza por lo que desde el Gobierno de España se anuncia una inversión de 11.000 millones de euros para luchar contra el desempleo y estimular la economía. Con esta decisión el Consejo de Ministros espera, entre otras cosas, fomentar el empleo, apoyar a familias y empresas, fortalecer el sistema financiero y modernizar la economía nacional. Entre las novedades de este plan destaca una línea de inversión pública en el ámbito local para financiar obras de nueva planificación y ejecución inmediata con competencia municipal. En concreto se trata de trabajos de rehabilitación, adecuación, construcción o mejora del entorno urbano. El empleo de dinero público para incentivar la economía, para sostener las caídas del empleo, es un recurso en tiempos de crisis que suele funcionar en cierta medida. Además, su repercusión suele ser inmediata y sus resultados son previsibles y cuantificables a priori, por lo que es una herramienta eficaz.

Actúa, igualmente, la Administración Central. Así, el Gobierno central también aporta facilidades a los inmigrantes, ya que son uno de los colectivos más afectados por la crisis, y pone en marcha el plan de retorno voluntario para facilitar a aquellas personas en situación de desempleo la vuelta a su país de origen. Con estas medidas se intenta ayudar a un sector de la sociedad que ha aportado mucho a la economía regional, y también a la nacional, y que precisa de una colaboración importante para su integración y, en su caso, vuelta a sus países de origen.

Fallece Antonio López Baños. Hubo también momentos para llorar por personas que se fueron de manera definitiva. Es el caso de este líder sindical. Es también, como decimos, el 2008, un año en el que perdimos a una gran persona, una gran persona en el sentido más amplio y extenso de la palabra. Fue un luchador constante desde que ocupó su cargo, en junio de 2002, contra la temporalidad y la mejora de los salarios. El sindicato UGT despide a su secretario general en la Región, Antonio López Baños, que falleció el 26 de diciembre tras una larga enfermedad a los 51 años de edad. Durante muchos años será recordado tanto por el aspecto humano como por el sindical y profesional. Tras su muerte se constituye una Comisión Gestora, presidida por Antonio Jiménez, que llevará las riendas de este sindicato hasta el Congreso previsto para Octubre de 2.009.

Con luces y sombras, con complicaciones extremas en algunos casos, el balance del año 2008 alude a una enorme complejidad en los ámbitos laborales. La negatividad cunde por los mercados, y escasean las ofertas de trabajo. Siendo así, queremos ver esos meses como una puesta en cuestión del sistema que nos debe conducir a una unión mayor de todos los sectores de la sociedad en aras de aprovechar las oportunidades que surgen en situaciones de riesgo de esta índole.

Fuentes:
-La Verdad, La Opinión, El Faro (Medios Regionales de Murcia).
-Web de la CARM (Comunidad Autónoma de la Región de Murcia).
-Periódicos nacionales (para algunos datos relativos al paro en toda España).

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