jueves, 18 de marzo de 2010

ECONOMÍA E INDUSTRIA EN 2009

2009, el año devorador de empleo

La vida pasa por determinados ciclos. Cuando estamos en uno bueno, todo es tan encantador que hemos de arrancarnos una visión de desaliento anticipado para tomar una serie de medidas correctoras y de previsión encaminadas a que, cuando viene la etapa menos benévola (una situación, por otro lado, normal cada cierto tiempo), estemos preparados y con el suficiente nivel de ahorro, de entusiasmo y de energía para afrontar las medidas que sean necesarias. No parece que hayamos hecho de hormigas mientras cantaron las cigarras. Se supone que conocíamos la fábula, pero puede que el transcurrir del tiempo nos haya disipado su moraleja.
Desde el punto de vista económico, desgraciadamente, para nuestra región el 2009 ha sido un año para olvidar. Cada jornada de este pasado ejercicio nos hemos desayunado con noticias que nos ofrecían nuevos datos preocupantes sobre la situación, que dejan en cualquier caso a la Región de Murcia en los peores lugares en todos los indicadores que tengan que ver con el bienestar social con respecto al resto de Comunidades Autónomas, y mucho más si nos comparamos con el resto de Europa, e incluso con buena parte del mundo.
La destrucción de empleo en los dos últimos ejercicios es constante y dos de cada diez murcianos se encuentran ya viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Las cifras, que lo aguantan todo, son escalofriantes, y es preciso que se arbitren decidas medidas ya para que la situación social no sea tan dura e insostenible.
En concreto, hay en la Región 48.900 parados más que en diciembre de 2008 (34,4%), y 27.676 afiliados menos a la Seguridad Social (-5%). Ambos datos caracterizan la mayor recesión que ha atravesado la Comunidad Autónoma en las últimas décadas. Es cierto que el contexto nacional e internacional no arropa, no ayuda en modo alguno.
Cuando hacemos resúmenos o balances desde el punto de vista económico-laboral, la visión es aplastante. El paro subió en la Región un 43,44 por ciento, casi diez puntos más que la media nacional, lo que significa que la tasa de desempleo se situó en el 22,47 por ciento, según la Encuesta de Población Activa (EPA). A nivel nacional, la recesión económica se cebó también con el empleo y, como consecuencia, en 2009 la tasa de paro aumentó hasta el 18,83%, la más alta desde el primer trimestre de 1998, y el número de parados alcanzó el máximo histórico de 4.326.500 personas. Todo parece indicar que nunca antes se había perdido tanto empleo en tan poco tiempo. La sensación de pavor parece campear por los foros económicos, lo cual no es nada bueno.
Hay un punto en el que debemos insistir, en éste y en otros ámbitos, sobre todo cuando nos referimos a datos fríos que, en principio, dicen mucho, pero también distancian de las realidades que tratan de trasladar. La idea que queremos resaltar no es otra que, detrás de estas estadísticas, hay personas que sufren y padecen unas situaciones muy duras en lo económico y también en lo personal y en lo familiar. Los días cuentan y lo hacen en cada segundo, para lo bueno y para lo malo, y las soluciones, fundamentalmente si se pueden anticipar, cuentan, asimismo, de modo que el objetivo debe ser actuar en tiempo, forma y contexto para que la injusticia de no tener un trabajo dure lo menos posible.
Por tanto, y, si las cosas van mal a nivel nacional, mucho peor se pintan en nuestra región donde la destrucción de empleo, con un incremento interanual de casi un 60%, duplica la media estatal. Seguramente la confianza anterior en determinados sectores, ahora deteriorados, tienen que ver con esto que subrayamos. Las medidas más acertadas, sin desdeñar el esfuerzo que se ha hecho y que se realizará, deben ir en el sentido de recuperar la visión positiva de que todo esto tiene arreglo.
Hay más elementos discordantes. Murcia es una región donde la redistribución de la riqueza ocupa los perores escalafones, ya que dos de cada diez murcianos no perciben los ingresos necesarios para una subsistencia digna. Los ingresos de un 21% de la población, aproximadamente, no superan los 500 euros al mes, situación que viven especialmente jóvenes, personas mayores e inmigrantes. Conviene que pensemos en corregir estos desniveles, que solo producen injusticias.
No parece que las elucubraciones y cálculos nos hagan pensar en un futuro de mudanza y de mejora. A estos datos se suma el hecho de que ni analistas nacionales ni internacionales auguran para el presente ejercicio 2010 nada mejor, ya que las previsiones son de una gran complejidad y mucha incertidumbre. Hay que superar todas las malas estadísticas y vibraciones y pensar que las cosas irán mucho mejor. Así será, aunque sea lentamente, y haya que esperar algún año más.
Arrojemos toda la luz que podamos para solucionar lo que ocurre. La crisis va a las mismas bases: incide en los grandes instrumentos de generación de empleo, las empresas. En cuanto a la destrucción de empresas en la Región han cerrado unas 5000 en el último año, es decir, que en tan solo doce meses se han destruido el mismo número de empresas que se crearon entre 2004 y 2007. El dato es escalofriante, demoledor. A esta realidad hay que unir que la mayoría de las empresas, tras dos años de crisis están exhaustas porque el beneficio llevado a la situación de reservas se ha dedicado, en vez de a invertir, a autofinanciarse para intentar pasar el chaparrón. Cada vez queda menos margen de maniobra.
A pesar de todo el pesimismo que arrojan los datos puros y duros aportados hasta ahora el gobierno regional a través de su consejera de Hacienda destacó en el Balance realizado al concluir el año que había brotes verdes tales como el hecho de que la Región de Murcia se haya situado, gracias a las actuaciones realizadas en materia de Sociedad de la Información en la comunidad autónoma con mayor crecimiento en equipamiento TIC y en conexiones a Internet según el INE-Este año 2009 ha culminado con éxito la primera mitad del Plan de Desarrollo de la Sociedad de la Información, que, en tan sólo quince meses, “registra ya una ejecución de más del 73 por ciento de las acciones previstas, con una inversión asociada de 96 millones del total de 122 millones presupuestados”.
La crisis exige austeridad
En cuanto a las valoraciones del trabajo realizado por su departamento durante el último ejercicio destacó que su consejería ha planificado la economía regional “con el rigor y la austeridad que nos exigía la situación de crisis que estamos viviendo”. En este sentido, subrayó que la “prestigiosa agencia de calificación crediticia Moody’s mantiene como ‘estable’ la calificación de las finanzas de la Región de Murcia, al tiempo que ha rebajado a ‘negativa’ la de otras comunidades y ha puesto en alerta a otras tantas”. Estas valoraciones y estos y otros datos que las acompañan aparecieron en los diarios regionales, como La Verdad y La Opinión, sin olvidar el reflejo en otros como El Faro o en las propias Agencias de Comunicación.

La gestión de la Consejería de Economía y Hacienda se ha definido este pasado año, en palabras de la consejera, Inmaculada Alemán, “por dos acciones muy claras: ahorro y financiación. Ahorro para minorar el gasto público y poder dedicar lo máximo a la promoción de la inversión y el empleo” y financiación para amortiguar la caída de ingresos generada por la crisis y fortalecer a quienes la sufren más, como es el caso de los municipios, las empresas y los ciudadanos”.
Inmaculada Alemán ha sido muy contundente. La consejera afirmó que este ha sido “el peor año de las tres últimas legislaturas en materia económica y laboral para la Región, en el que nuestro principal anhelo ha sido que la crisis afectara lo menos posible a nuestro tejido empresarial, especialmente las pymes, que constituyen el 98 por ciento del mismo, y tienen en sus manos recuperar el nivel de empleo y producción”. No olvidemos que el mayor porcentaje de generación de empleo viene de las pequeñas y medianas empresas, que no se suelen sobredimensionar en función de las coyunturas y cuya ocupación laboral suele tener un componente familiar que no se deshace en tiempos de crisis. Precisamente por ese perfil las Administraciones suelen trabajar, en coyunturas como la actual, por y para protegerlas.
El que los datos sean malos no quiere decir que no se haya hecho nada. Cuando menos se ha tratado de mitigar o amortiguar los malos efectos. Durante 2009 el Instituto de Crédito y Finanzas ha sido, indica la Consejera, “el principal instrumento del que nos hemos valido para buscar esa financiación con que dar oxígeno a las empresas”. Así, ha sido definitivo para la Materialización del Plan de Endeudamiento de la Comunidad Autónoma para 2009 por importe de 596 millones de euros, “en las mejores condiciones de plazo y coste, porque nuestra calidad crediticia y robustez financiera nos ha permitido encontrar ofertas ventajosas en esta materia”. Lo cierto es que hemos pasado de una etapa de mucha boyantía a otra de un pesimismo atroz que conviene compensar o equilibrar, o, difícilmente, podremos salir de la espiral en la que nos hemos introducido. La visión en global y de conjunto nos debe ayudar a la superación de un trance bastante complejo.

El apoyo financiero, y más si proviene de órganos oficiales, es básico para la recuperación económica en este estado de estancamiento crítico en el que nos encontramos. En ese sentido se ha trabajo y mucho, y así se ha despertado la perspectiva (o se ha incidido en ella), amén de la actividad, de responsables europeos, y, por supuesto, de las áreas regionales y nacional. También se ha logrado este año la obtención de un préstamo del Banco Europeo de Inversiones al Instituto de Crédito y Finanzas por importe de 100 millones de euros, que “ha supuesto la apertura de la línea de mediación, por 100 millones, y la convocatoria de su adjudicación a entidades financieras, para facilitar financiación para inversión y para capital circulante a pequeñas y medianas empresas”. Esta gestión fue destacada por la Administración regional como decisiva, como hizo ver en comunicados oficiales al respecto y como se vio reflejado en las publicaciones murcianas. Lo cierto es éstas han sido y son unas referencias para aglutinar los datos de la memoria en este campo que nos ocupa, así como en otros.

Desde el gobierno regional, y conviene reseñarlo igualmente, se ha apuntado como un elemento a favor la firma de un convenio para facilitar financiación a empresas de economía social, con la Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de la Región de Murcia (Ucomur), la Asociación de Empresas de Economía Social de la Región de Murcia (Amusal) y cuatro entidades financieras (Cajamurcia, CAM, Cajamar y La Caixa) que puede suponer unos 7,8 millones de euros. El convenio supone un compromiso de estas entidades financieras por el cual las empresas del sector podrán obtener anticipos de ayudas y subvenciones en buenas condiciones de tipos y garantías.

Necesidad de medidas
Sin embargo, no todas las instituciones se muestran tan optimistas respecto a la situación que vive la región tras dos años de dura crisis económica. Preguntados a este respecto nos encontramos con que cada agente social hace su propia demanda. La CROEM insta a las administraciones a adoptar medidas estructurales necesarias que permitan agilizar la salida de la crisis, que pasarían por lograr un mercado laboral más ajustado a las necesidades empresariales.
Hay más visiones e interpretaciones de los empresarios. La Cámara de Comercio de Murcia ve preocupantes las dificultades para encontrar empleo que tiene la población en edad de trabajar, cuya desconfianza en la recuperación del mercado laboral se refleja en el descenso del número de activos.
Desde el sindicato CC.OO. se demanda la necesidad de un gran acuerdo social en la Región con la participación de todos los agentes sociales que oriente un nuevo modelo económico y productivo, con solvencia, para luchar contra el desempleo.
UGT insta a que los responsables políticos exijan a las entidades financieras que utilicen los avales y ayudas públicas recibidas en restablecer el flujo de los créditos a pequeñas y medianas empresas y a las familias. Realmente hace falta que se genere un movimiento de capital para gestar y generar riqueza.
Los agentes sociales están de acuerdo en que todos deben arrimar el hombro y solventar las carencias que se han producido y que se siguen detectando. Muchas son las reuniones, medidas y/o decisiones que se han ido considerando y tomando a lo largo de 2009. El consenso y la idea de que todos estamos en el mismo barco, como así es, se presenta decisivo. En este sentido, las principales trabas que encuentran los empresarios para remontar la crisis son la falta de liquidez y la dificultad para conseguir financiación bancaria. Bancos y cajas de ahorros aún son bastante reacios a conceder créditos. Además, casi la mitad de los negocios vieron reducida su financiación y sólo a un 4,5% les fue incrementado.
Para conocer cuáles son las opiniones de la población respecto a las principales dificultades que asolan a la Región de Murcia, el club Seniors ha elaborado, por cuarto año consecutivo, una encuesta, con un margen de confianza del 95 por ciento (un nivel alto), en la que se ha revelado que el paro, con un 59,8 por ciento, seguido del agua (49,7 por ciento) y de la economía (39,3 por ciento) son los tres principales problemas de la Región de Murcia durante 2009. Estas encuestas han sido corroboradas en sus resultados por otras semejantes.
El denominado Barómetro Social de la Región de Murcia elaborado por la empresa Consultores CSA refleja que la economía y la crisis han desplazado a la inmigración como problema regional para sus ciudadanos, que, en el barómetro de año 2008, figuraba en el cuarto lugar.
El diario La Verdad comenzó 2010 entrevistando a medio centenar de representantes destacados de la sociedad murciana para que hicieran balance de los hechos positivos y negativos que el año que acababa de finalizar había deparado a la Región. Lo más preocupante: el hecho de que el aumento del desempleo haya llevado la angustia y la preocupación por el futuro a miles de familias murcianas. Por tanto, el crecimiento del paro es lo peor que ha ocurrido en la Región durante 2009, según la mayoría de las 47 personalidades de la Región preguntadas. Los fallecimientos del escultor Antonio Campillo y del pintor Molina Sánchez han puesto la nota luctuosa al 2009, que terminó con incertidumbre sobre los recursos hídricos de los que dispondrá la Región. Lo mejor del año, a juicio de muchos de los políticos, representantes empresariales, judiciales, sindicales, académicos e investigadores encuestados, ha sido el descubrimiento del yacimiento arqueológico de San Esteban y la decisión de conservarlo. Los triunfos del Efesé, la exposición de Alfonso X y los avances del aeropuerto también suponen motivos de alegría.
Pero ¿para cuándo la salida de la crisis? ¿Cuándo se producirá la recuperación del empleo? Todo parece indicar que la salida de la crisis no está cercana, y tampoco la recuperación del empleo, por lo menos en España. Ésa es la consideración que nos hacen los responsables y miembros de la élite empresarial española. Es la principal conclusión de la Encuesta Mundial de CEOs, que desde hace trece años elabora pricewaterhouseCoopers. Superar la incertidumbre se tercia básica para afrontar con más empeño y fuerza el futuro a medio y largo plazo.
Desconfianza
No obstante lo que decimos, no parece que haya mucha fe en mejorías. Del estudio se deduce que los presidentes y consejeros delegados españoles son más desconfiados sobre la salida del pozo de la recesión económica. Frente al 65% que afirma que sus países ya se están recuperando de la crisis o lo harán a corto plazo, antes de finales de 2010, los CEOs españoles se sitúan en una posición sensiblemente más pesimista: el 76% cree que la recuperación en nuestro país no vendrá como muy pronto, antes de 2011, en línea también con las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional.
Las previsiones de empleo son desoladoras. Las empresas de todo el mundo van a continuar reduciendo sus plantillas en 2010, aunque en menor medida que en los últimos doce meses. De cara al futuro, los directivos españoles son también menos optimistas: el 44%prevé continuar con reducciones de plantilla en los próximos doce meses, frente al 25% a nivel global. Es significativo que sólo un 8% de las empresas españolas piense aumentar personal frente al 39% de los CEOs mundiales.
Por tanto, terminamos este repaso a la situación económica con pocas alegrías ya que las previsiones no auguran buenos tiempos ni para el mundo, ni para España y parece que mucho menos para Murcia respecto a lo que a situación económica se refiere.
En cuanto al sector industrial en nuestra región existen luces y sombras. Las luces alumbran a los principales proyectos que siguen su ejecución en algunos casos con ciertos retrasos pero, en todo caso, hacia delante nos referimos al Proyecto C10, Ampliación de REPSOL YPF, la mejora del Puerto de Cartagena, la construcción del nuevo Aeropuerto de Murcia en Corvera, la implantación de un equipo de Fórmula 1 en la Región, y la nueva Terminal de contenedores del Puerto de Cartagena. Estas iniciativas ayudarán a dinamizar a medio o largo plazo a la comunidad.
También durante el pasado ejercicio se siguió ejecutando el Plan Industrial de la Región de Murcia puesto en marcha en 2008 y que supondrá una inversión superior, por parte del gobierno regional, a los 700 millones de euros hasta el 2013 con el objetivo de apoyar al desarrollo del sector industrial, al que junto la agricultura y el turismo se le considera piedra angular para poder salir de la fuerte crisis económica en la que se encuentra sumida Murcia.
Las sombras se ubican en la producción industrial que cerró el 2009 con una bajada del 1,4 por ciento según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En cuanto a las variaciones de los índices según el destino de los bienes, se produjo un incremento en la producción de bienes intermedios con un aumento del 52,9 por ciento y de los bienes de consumo no duradero con un 5,7 por ciento.
Se experimentaron los mayores descensos en los productos energéticos con un -50,4 por ciento, seguido por los bienes de equipo con un -8,4 por ciento y los bienes de consumo duradero con un -7,1 por ciento.
Sigamos haciendo esta macabra radiografía y veamos dónde se producen las tan temidas incidencias. El detectar parcialmente las esferas que sufren estos golpes nocivos de la caída de actividad puede ser un punto de inflexión y de referencia para tomar las oportunas medidas. Por ramas de actividad, el mayor aumento lo ha registrado la industria química y farmacéutica con un crecimiento respecto al mismo mes del año anterior del 71,9 por ciento seguida de la fabricación de bebidas con un 59,2 por ciento, la fabricación de productos de caucho y plásticos con un 43,7 por ciento, la industria del cuero y del calzado con un 43,5 por ciento, la metalurgia y fabricación de productos metálicos con un 34,5 por ciento y la industria de la alimentación con un 12,8 por ciento.
Por el contrario, se producen los mayores descensos en el suministro de energía eléctrica y en refino de petróleo con un -50,4 por ciento y otras industrias extractivas con un -26,5 por ciento, seguida de la industria textil y de la confección con un -23,7 por ciento, la fabricación de otros productos minerales no metálicos con un -20,5 por ciento, la industria del papel, artes gráficas y reproducción de soportes grabados con un -10,5 por ciento, otras industrias con un -9,9 por ciento, y la fabricación de muebles con un -5,8 por ciento. Estos datos fueron reflejados por los periódicos durante el pasado año 2009.
Y como queremos concluir este artículo arrojando cierto optimismo respecto al futuro lo cerramos indicando otro dato positivo: el de la inversión industrial entre los años 2000 y 2008 que fue superior a los 368 millones, según queda recogido en el informe del Consejo Autonómico Regional de Industria. Seguramente el mirar con optimismo, con una visión halagüeña e ilusionada de la vida, como nos subraya repetidamente en otros artículos de esta misma publicación el Decano de los Periodistas Murcianos, Juan Tomás Frutos, con optimismo, decimos, llegaremos a algunas de las metas que la sociedad tiene establecidas, sin las cuales no podremos abandonar la crisis. Como suele decir Tomás Frutos, “juntos podemos, y debemos”.
Por tanto, y como resumen, la Región de Murcia encabezó la lista de las ocho Comunidades Autónomas que crecieron por encima de la media nacional en industria en el periodo 2000-2008, como refleja el Informe anual sobre la Situación Industrial de la Región de Murcia. En concreto, el crecimiento de la Región en esta materia fue del 3,59 por ciento, 0,5 puntos por encima de la media nacional. Éste y otros datos nos hacen pensar en un futuro prometedor, esto es, nos hacen ver otra realidad.
Ahora que la situación es la que es, áspera pero con opciones, como venimos diciendo, hemos de aprovechar la experiencia como impulso y acicate. No olvidemos, por favor, lo que ha ocurrido, para que no suceda con la misma intensidad. Volvamos la vista a los convecinos/as para salir todos juntos y más reforzados. Seguro que podrá ser.

Ana Marín Conesa.

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