jueves, 19 de agosto de 2010

Siempre pendientes de comunicar

Estemos siempre preparados para narrar cuanto ocurre. Las confluencias de visiones han de contribuir a un conocimiento mayor. La comunicación es aprendizaje. Nos ayuda a comprender la vida en la que nos hallamos. Mostremos las razones. Pensemos en las formas, en las opciones que nos llevan por conductos diversos y con entretenimientos y educaciones que plantean reconocimientos de ásperas directrices con las que iremos creciendo. Aumentaremos los tonos con cosas que serán en las negaciones más consolidadas. Hemos atendido las razones que nos van desmenuzando quienes son en las puras noches que nos sienten partes de las creencias más consolidadas. No hemos apuntado hacia el sitio más correcto.

Los mandamientos de años de siempre nos incluyen en los instantes de pasiones tremendas que nos catalogan con partidas de comienzos y finales con las que nos incrementamos los anhelos de aprendizaje en libertad. Seamos genuinos con todo lo que nos llega con fortalecimientos y quehaceres de recia factura. Los aconteceres de abolengo nos fertilizan con conceptos que son y que están. Hemos subrayado las empatías con unos misticismos que nos juntan hasta dar con un crisol de ponderaciones. Nos confundimos.

Los deseos nos hacen confluir en lo más grande. Los derechos se convierten en libertades que dan garantías de conformidades con espejos en los que nos vemos reflejados. Nos tomamos esas comidas de conocimientos con las que nos reclaman tranquilidades que son. Nos pedimos tiempo. Hemos planeado con suertes que condicionan lo que es.

Dejamos pendientes cuestiones de mandatos largos que nos perfilan lo mejor de antaño con novedades que están entre ligeras aventuras que son sabiduría entre constantes frivolidades que hemos de marginar para hablar en serio y cortar por lo sano los obstáculos mentales que nos puedan regalar. No queremos perder el tiempo. Hemos de abundar en una mentalización que nos sugiera previsiones y modificaciones para mejorías perennes.

Las construcciones con otras tipologías nos llevan a fenómenos que se convierten en divisas con banderas de colores que descuellan con subjetividades con las que confluir en los aciertos que nos harán parecidos, semejantes, con las propiedades de cada cual, en las comunidades en las que creemos desde la más mínima pulgada hasta acercarnos a los aspectos más grandilocuentes. No solucionemos sin conocer. Tengamos el talento de regalarnos horas básicas para que el aprendizaje sea completo, en todo, también en la comunicación. La existencia se presenta según los estilos. Intentemos que a cada uno se le pueda saca partido. Las docencias en las que nos queremos ver involucrados han de buscar la premisa del conocimiento compartido. Procuremos que cada día pueda ser.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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