viernes, 3 de diciembre de 2010

Garantías comunes

Superemos los bloqueos de esas comunicaciones que no terminan de fraguar por falta de convicción, de interés o de objetivos claros. Nos hemos de animar cada día a ser entre voluntades de consecuciones compartidas, donde podemos hallar las emociones más intensas. Hemos de dar con los toques de antaño, que serán, que procurarán las verdades más estimadas. No seré, no podré ser.

Las conclusiones de las previsiones gustosas nos han de añadir los espacios más tenues en forma de palabras con las que nos aportaremos unas verdades de intensidades relativas. No gastemos el tiempo. Las situaciones son. Hemos de presentar las causas con sus contextos más interpretativos.

Gustemos de enseñar y de aprender todos los días. No pasemos del tiempo, no seamos en la insensatez de malgastar energías. Identifiquemos los pronósticos con intenciones y atenciones de pura paz. Presentemos respetos por doquier con unas atenciones que nos regalen brillo para comprender más y mejor lo que no debe ser entendido desde la distancia. Nos podemos prestar más espacio, que lo hemos de tener como sea para vivir entre acercamientos lindos.

Demos con esos libramientos de encorsetamientos que no propician las libertades de movimientos de otras etapas menos reseñables. Hagamos que todo funcione. La vida surge en todas partes. De lo que se trata es de optimizarla en la medida de lo posible. Las garantías han de ser comunes, y gozarse entre todos. Hagamos caso a esos menesteres que contribuyen a sumar, y dejemos a larga distancia aquellos otros que restan.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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