La mejor garantía

Sobrevivimos por la felicidad
que nos trasladamos
en los comienzos de unas eras
que nos pertenecen por dedicación.

Salimos adelante
con recuerdos de frescura y de paciencia.
Hemos de ponernos en ese lugar
que ha sido quehacer mágico
con empeños y anhelos de sencillez
y con autonomía en el querer.

Llevamos compromisos
que, al cumplirlos, nos regalan
señales de algodones de colores
con los que enrutar los besos
que nos generarán dichas superlativas.

Podemos vivir en paz:
es la mejor garantía.

Juan T.