La vida nos indica,
a veces, cuando quiere mostrar
que es la que manda,
una serie de hitos
que definen lo que somos
y algunos de sus porqués.
La existencia está llena
de besos y de abrazos
que hemos de descubrir
con la mirada limpia.
No se trata de ganar,
sino de tenernos con razones,
aliviados por el carisma de la felicidad
propia y de quienes nos aman.
La vida nos señala su rumbo
entre nieblas y soles.
Acertar depende tan solo
de paciencia, de creencia,
de cariño, de valores
que no podemos ponderar.
La vida es lo que es:
se trata de experimentarla
con los menos agobios posibles.
El cinismo tampoco cabe.
Busquemos lo que nos ofrece.
Juan T.
domingo, 10 de marzo de 2013
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