La fortuna está en el ser,
y no tanto en el tener,
aunque hemos de bregar todos
por la dignidad de los débiles,
de los necesitados, de quienes no acarrean
la suficiente suerte para vivir
en paz y justicia, con ternura y salud.
La fortuna está en el equilibrio,
que se convierte en virtud bondadosa
que podemos proyectar
hacia un presente simpático
y un futuro sencillo y con optimismo.
Por empezar por algo,
cuento, te cuento, que la fortuna
está en ti, que eres tú,
y mi suerte está en saberlo.
Juan T.
domingo, 7 de abril de 2013
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