Tomemos
el camino de la gracia compartiendo cuanto somos desde la fe en ese futuro que
nos pertenece.
Hemos de abrigarnos con cobijos claros. No apaguemos los
años de antaño con resortes plásticos. Hagamos que todo surja.
Nos hemos de admirar con reglas que nos devuelvan a lo que
nos procuró una singularidad más que señera.
Debemos avanzar con normas que nos hagan admirar cuanto
somos y los porqués divinos y humanos. No nos quedemos atrás.
Avancemos con los fines más diáfanos, con los que podemos
compartir con entereza y verdad. Hablamos de amor, y por él nos movemos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario