Señalemos con emotividad cuanto tiene valor en la noche de los tiempos que son y que pueden ser con una memoria silente.
Nos
amaremos donde sea menester, virtual y realmente, con promesas que se
cumplirán y con otras que vendrán. Nos agotaremos sin acabar nada.
Hemos de predicar con el trigo embriagador que todo lo analiza y lo da. Hemos sido. Nos volcaremos en la memoria fresca.
Nos lanzaremos donde todo tiene algo más de sentido. No podremos quedarnos. Hemos hallado motivaciones con criterios.
Consultemos
los papeles que gustan, y sepamos que los destellos tienen recorrido en
un mar sin dudas. Todo fue en un inicio, y seguro que volveremos de
algún modo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
viernes, 24 de junio de 2016
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