Surge
el día
con
la misma claridad
que
terminó.
Estoy
enamorado,
y
eso despeja dudas
e
incógnitas, que se fugan.
Los
vientos soplan a favor.
Reponemos
los deseos.
Surge
el día contigo,
y no
me quiero resistir a él,
es
decir, no me quiero resistir
a
todo lo que me ofreces.
Estoy
enamorado,
y
eso supone una entrega,
que
no rendición,
sin
condiciones previas.
Viene
el nuevo día
con
todo el aprecio posible.
Y
es.
Y
será.
Por
ti, claro.
Juan Tomás Frutos.
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