lunes, 1 de agosto de 2016

Gracias



Puede que hayas tenido dudas,
como las puedo haber tenido yo,
lo que reconozco sin rodeos.

Puede que las cosas no hayan ido bien,
o que incluso hayan fracasado en ocasiones.

Es posible que nos hayamos quedado sin ánimo,
o incluso como muertos en vida,
más muertos que vivos, sí.

Quizá dudamos y callamos,
y también hablamos cuando debíamos guardar silencio.

Nos pasó de todo y de nada,
como a todos, más que a todos,
menos que a los demás,
en presencias y ausencias dispares.

Supimos cambiar y mejorar,
y también empeoramos  más y más
como cualquier hijo de vecino.

En realidad, no hicimos otra cosa
que buscar y tratar de existir en paz,
aunque ésta corrió como un galgo.
Bueno… no siempre.

La verdad es que todo lo doy por válido,
porque superamos los obstáculos y golpes
y aprendimos a amarnos con total naturalidad,
desde la espontaneidad de cada momento.

Y ahora ya no son iguales esas dudas,
ni esos errores, ni los envites,
ni las incomprensiones de los demás.
Hemos colocado mente y corazón
en otro lado, que es mucho más maravilloso,
y, desde aquí, todo se ve genial.

¡Gracias por generarme este sentimiento,
y, por derivación, esta actitud!

Juan Tomás Frutos.

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