Reaccionamos ante las circunstancias que nos proponen qué hacer en cada instante. Nos hacemos crecer. Nos templamos.
Hemos llamado la atención sobre lo que nos gusta. Nos implementamos. Hemos sido con tonos mágicos. Mascamos.
Nos alimentamos con esos productos mágicos que nos llaman desde el cariño. Nos hemos entendido. Los hechos nos consuelan.
Multiplicamos las esperanzas de antaño con una regla de oro que nos propone cómo seguir con enseñas y divisas cargadas de motivaciones.
Nos debemos al sistema que hemos inventado con caricias. No nos faltará de nada si somos capaces de contarnos quiénes somos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
lunes, 20 de julio de 2020
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