miércoles, 6 de octubre de 2010

Comunicaciones bien desarrolladas

Ordenemos las emociones que nos podrán saber a la gloria de un aprendizaje basado en el conocimientos compartido, en la espiral de la conexión con comunicaciones que nos vacunan en cualquier momento y nos enseñan a existir teniendo en cuenta a todos, a los demás, a los que nos asisten con sus contentas expresiones, con sus guardias y diferencias entre amistades de profundas inserciones de diverso tipo. No podremos quedarnos en ese desván que se confunde de salida. Hemos de intentar diseños flamantes.

Las ideas más bellas nos ofertan consideraciones de diferente textura con implicaciones que nos han de servir para unirnos más y mejor. Hagamos que la hermosura nos adelante unos pasos que nos han de referenciar lo justo, lo que nos vale como moneda sin cambio. Lo que es importante no ha de mostrarse siempre en primer término. Las aspiraciones, los halagos, los protocolos más o menos intensos nos pueden llevar por sendas de engranajes apetecibles que nos fortalecerán en cuanto tengamos tiempo y ganas de seguir hacia delante. No perdamos esas fuerzas que tuvimos de infantes.

No mostremos prisa por esa sabiduría que no se puede improvisar. Las frutas de la existencia nos llegan cuando menos las esperamos. Hagamos que todo tenga sentido sin que éste nos condicione en las apreciaciones. Nos debemos fugar a la menor ocasión en busca de esa libertad que es sujeción al otro en cuanto le demostramos que lo queremos, que lo admiramos y que lo respetamos. Así debe ser. De ello nos beneficiamos todos.

Mandemos el tiempo del reposo a nuestros corazones, que merecen que las dichas se apoderen de ellos sin que nada les coarte. Tengamos la fiesta que nos ha de atribuir las esperanzas en las comunicaciones bien desarrolladas. Por ellas vamos a apostar.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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