sábado, 6 de abril de 2013

Aromas de amistad


Nos salpicamos de amor, y eso es un comienzo para una tarea que ha de llevar días, meses, años, toda una vida. Consultemos con los amigos, con los buenos, nuestros quehaceres cotidianos.

Hemos de llamarnos con impresiones no simuladas. Nos debemos entender con cercanías y cariños cálidos. No vayamos lejos. Hemos de apostar por las caricias como armas poderosas para la dicha. Los planteamientos han de ser sugerentes.

Nos debemos a los hechos con avances constantes, aunque sean pequeños. No vivamos en las frustraciones. Podemos progresar con intereses propios y de otra índole.

Los eventos en los que nos vemos involucrados nos han de suscitar buenas actividades. No quedemos en la nada. Hemos de ir buscando las suficientes cosechas para las épocas que no sean de bonanza.

Llenemos la existencia con obras interesantes para las gentes que desde la bondad se comunican cada jornada en pos de intereses societarios. Busquemos sabores y aromas de amistad. Duran mucho tiempo, puede que toda una vida.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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